¿Y los sindicatos, qué?

Ayer fue día 1 de Mayo. Mientras los sindicatos andan desaparecidos, en este día, llamado el día del trabajador o día del trabajo, se conmemora el inicio de la huelga de los trabajadores de Chicago en 1886 y que terminó con la revuelta de Haymarket el día 4 de Mayo.

En esta huelga lo que se reivindicaba principalmente era la jornada de ocho horas, la cual disfruta una gran cantidad de gente y por la que se rigen gran cantidad de convenios, sobretodo antes de la crisis.


¿qué ha pasado entonces de aquellos años a ahora?.


A finales de Mayo del mismo año se consiguió la jornada de ocho horas, y como resultado de la huelga y de sus consiguientes manifestaciones, 5 obreros fueron condenados a muerte y 3 fueron recluidos (los denominados Mártires de Chicago). Todo esto pasó hace 128 años.

En mi vida profesional, han sido muchas las veces que he oído aquello de “en mis tiempos, por menos éramos capaces de liarla bien gorda” seguido de toda la serie de batallitas que se dieron en tiempos de dictadura, o inmediatamente después, con la transición y el inicio de la democracia. Pero, ¿qué ha pasado entonces de aquellos años a ahora?.

Como decía, ayer fue 1 de Mayo. Y la verdad es que el panorama me pareció bastante lamentable. Con unos datos recientes de la EPA en los que se muestra como ha subido el paro, a pesar de unas lamentables reformas que solo llevan a abaratar el despido y empobrecer a la gente, no se dio una gran masificación de gente en la calle descontenta con la gestión actual, y reivindicando un trabajo digno.


No hay día que alguno de los dos principales sindicatos de este país se ven inmersos en algún escándalo público.


También cabe destacar que en España tenemos unos datos de desempleo con unos datos de más de seis millones sin personas sin trabajo. A esto súmenle la población anciana que cada vez ven más reducida su pensión y por último todas aquellas personas que tienen trabajo, pero que es un empleo que roza la explotación. Si todas estas personas hubieran salido ayer a la calle, ¿se imaginan qué habría pasado?.

Analizar el porqué de esta situación de no reivindicación, ni siquiera en un día festivo con tanto significado es una labor árdua.

Se podrían fijar factores tales como que no se sabe quién es el enemigo, dado que todo el mundo en este país se pasa la pelota (la troika, Europa, la culpa es de los de antes, yo no sabía lo que había, y un largo etcétera), el miedo a perder lo poco que tiene cada uno, el conformismo de quedarse con lo que hayo incluso las pocas ganas de meterse en una masificación de gente, pero creo que lo principal de todo es la pérdida de confianza y la poca convicción que muestran unos sindicatos que cada día ven más mermado su poder y que poco hacen para recuperarlo.

No hay día que alguno de los dos principales sindicatos de este país se ven inmersos en algún escándalo público.

Si no es financiación, son cursos, sino son eres, sino es enchufismo. Así difícil lo tenemos.


Dos sindicatos, que ante el alubión de corrupción en el que se ven inmersos, no cambian de cara, no cambian de cúpula


Nos encontramos con dos sindicatos principales, uno UGT (fundado por Pablo Iglesias, y de origen socialista marxista y con una orientación socialdemócrata en la actualidad) y Comisiones Obreras ( con raíces comunistas) que en la actualidad  carecen de la capacidad de convocatoria necesaria para emprender una lucha en contra del sistema actual que nos está ahogando a todos.

Dos sindicatos, que de tanto en tanto salen por la televisión sus dos principales secretarios, que en la cara se les refleja el cansancio de años en la poltrona del poder, y que parece que intentan dedicarse más a la política con discursos populares que en dedicarse a luchar por el trabajador, asumiendo todas sus consecuencias y haciendo honor a aquellas luchas obreras de principios del siglo XX.


Es momento de renovación, de adaptarse a los nuevos tiempos, de dejar paso a la juventud y a la energía


Dos jerifaltes que cuando gobierna la izquierda en el poder esconden la cabeza, y cuando lo hace la derecha la asoman débilmente para proclamar cuatro consignas, en vez de hacer frente al poder y encabezar la lucha obrera. Dos sindicatos, que para ser los principales de España, han perdido poder de convocatoria, y sobretodo, la confianza de sus trabajadores.

Dos sindicatos, que ante el alubión de corrupción en el que se ven inmersos, no cambian de cara, no cambian de cúpula, no cambian la manera de hacer las cosas. El paro aumenta, el trabajo cada vez es más precario, los contratos cada vez son más paupérrimos, y no sirve salir delante de un micrófono para decir lo que todos ya sabemos.


Es hora de independizarse de poderes políticos, de partidos, de ideologías, y asumir la ideología del trabajador, su defensa, y hacerlo de manera moderna, acorde a los tiempos que corren.


Es momento de renovación, de adaptarse a los nuevos tiempos, de dejar paso a la juventud y a la energía, y sobretodo a gente que sepa emprender una lucha en los tiempos que corren. La manifestación al grito de cuatro consignas está ya demostrado que no es efectiva, que no sirve, que no cambia las cosas.

Es hora de independizarse de poderes políticos, de partidos, de ideologías, y asumir la ideología del trabajador, su defensa, y hacerlo de manera moderna, acorde a los tiempos que corren.


Hay que recuperar la confianza del trabajador


Es hora de reinventarse, pero mientras estos señores ya obsoletos, que creen que con una pancarta y un spray se va a conseguir algo hoy en día sigan dirigiendo estas organizaciones, poco se va a conseguir.

Hay que recuperar la confianza del trabajador, y ya va siendo hora de que se den cuenta, porque sino la recuperan en estos tiempos que corren, difícil lo tienen para que sus organizaciones sobrevivan en el futuro.

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Pensar y reflexionar debería ser una obligación en esta sociedad. Creerse todo sin plantearse "por qué" es un error. Vivimos en una constante manipulación, en la que las medias verdades es el pan de cada día. De uno mismo depende creer o crearse. Comparto contenido que creo interesante en Facebook, debato en Twitter, opino libremente en Liverdades

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