Vivir para trabajar

¿Cuándo dejamos de ser seres humanos para convertirnos en meros objetos de producción para la industria?

Está claro que el trabajo es algo fundamental en nuestras vidas, al menos en el tipo de civilización en el que nos encontramos. La base económica de nuestra existencia se basa en el trabajo, sin él no tenemos acceso al dinero y sin dinero… poco podemos hacer. El problema surge cuando hemos llegado al punto de cambiar la frase “Trabajar para vivir” por la de “Vivir para trabajar”.

A colación con esto os queremos presentar la última moda empresarial, el retraso de la maternidad con premio incluido.

Por todos es conocida la gran fama que tiene el Silicon Valley por el trato a sus trabajadores a los que les ofrecen todo tipo de comodidades rozando, en ocasiones, lo extravagante. Pues bien, Facebook y Apple, dos de los más importantes integrantes de esta colmena tecnológica de San Francisco, han querido ir un paso más allá en esto de la, supuesta, preocupación por el bienestar de sus empleados, en este caso, de sus empleadas, una suma de dinero extra para someterse a un proceso de congelación de óvulos.

En resumen, si una trabajadora de cualquiera de estas dos empresas quiere mantener de forma activa su puesto, las mismas se comprometen a pagar el mantenimiento y la congelación de sus óvulos, asegurando así un retraso en la edad de maternidad y, por lo tanto, una ampliación en años efectivos de sus empleadas.

La mayoría de las empresas del Silicon Valley tienen numerosos programas de ayudas de este tipo para, por ejemplo, la adopción en el que se hacen cargo de todos los costes legales que conlleva el proceso y, en cuanto al tema de bajas por maternidad, la oferta es muy amplia, destacando Google con 22 semanas de baja pagadas o las de Twitter con 16 semanas.

Podemos ver con esto que las ventajas que ofrecen estas empresas son muchas y muy amplias hasta el punto de llegar a idealizarlas y pensar en el Silicon Valley como el paraíso para un trabajador. Sin embargo, quizás porque la mente española es la de aprovecharse de estas cosas y exprimirlas al máximo y, luego, claro está, así nos luce el pelo, nos sorprende saber que el personal no solo no se agarra a este tipo de ayudas como un clavo ardiendo sino que llegan a cruzar los límites de lo insano. El mejor ejemplo de un caso de este tipo en el que el trabajo lo es todo es el de Marissa Mayer, la entonces directiva de Google y consejera de Yahoo que no se dio de baja de su trabajo hasta justo un día antes de dar a luz y, por si esto fuera poco, regresó a su trabajo a las dos semanas siguientes, eso sí, con bebe y cuna incluidas en su oficina.

Como todo en esta vida, la noticia del pago por parte de Facebook y Apple del proceso de congelación de óvulos de sus empleadas se puede tomar en dos sentidos, el más sencillo, que son dos empresas que se preocupan por cubrir todas las posibles necesidades que les vayan surgiendo a sus empleados o, el más retorcido pero no por ello descartable, que sea un mensaje subliminal en el que nos hacen ver que los puestos de trabajo de hoy día y el compromiso que con ellos se viene adquiriendo no son compatibles con el instinto natural de la maternidad.

Lo que es obvio a día de hoy es que en este tipo de empresas aun en el siglo XXI la diferencia que existe entre los sueldos por sexo, aun por la realización de la misma labor, es de un 30%. A esto se le suma que los puestos de trabajos ocupados por mujeres en la industria tecnológica sigue siendo irrisorio pues, ni aun en Google que destaca por ser el que más número de mujeres contrata, es apenas del 30% y, por supuesto, la mayoría de estos puestos pertenecen a los departamentos de relaciones públicas y ventas, una minimísima parte son para el equipo técnico.

En conclusión, ser mujer en el mundo tecnológico es considerado un estorbo por motivos como el de la maternidad y, si eres una mujer con una capacidad brutal como para que dejen pasar por alto ese “inconveniente”, están dispuestos a hacer retrasar tu maternidad al máximo para exprimirte hasta el último momento. Lo peor es que, seguramente, este nuevo extra de Facebook y Apple sea todo un éxito confirmando, como decíamos, que nuestra vida personal ha pasado a un segundo plano frente al trabajo.

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