¿Vivimos en la España del Lazarillo o la de Alibaba y los 40 ladrones?
Fuente imagen: http://www.elconfidencial.com/ EFE

En el día de ayer, el presidente del Banco Sabadell, el señor Josep Oliu, realizó unas, cuanto menos, curiosas declaraciones. En ellas, arremetió contra todas las asociaciones, colectivos y abogados que han luchado y continúan haciéndolo, por la devolución del importe cobrado de más en el asunto de las cláusulas suelo. En su alegato, denunció que hay un fenómeno de ataque a la banca y que nos encontramos en la España del Lazarillo de Tormes, asociando esta reconocida novela anónima y referente del género de la picaresca, con la filosofía de vida de este país.

En cierto modo, el señor Josep Oliu no anda falto de razón. El Lazarillo de Tormes criticaba la dignidad humana y la hipocresía reinante y establecía la supervivencia como el objetivo principal del protagonista.

Cada uno busca su aprovechamiento sin tener en cuenta a los demás. La picardía y la picaresca se convertía en el principal arma del protagonista para poder sobrevivir y sortear los diferentes abusos que va sufriendo el protagonista a lo largo del tiempo.


Josep Oliu denunció que hay un fenómeno de ataque a la banca y que nos encontramos en la España del Lazarillo de Tormes, asociando esta reconocida novela anónima y referente del género de la picaresca, con la filosofía de vida de este país.


Sí señor Josep Oliu, tiene razón.

Al final tenemos que recurrir a todas las armas disponibles para poder sobrevivir.

La única diferencia, es que en la España del Lazarillo no tenían más remedio que recurrir a la imaginación y picardía para poder llevarse un mendrugo de pan duro a la boca, y hoy día, con la evolución de los tiempos, podríamos aseverar que cambiamos la picardía por la justicia, esa (parece) gran desconocida por usted. Llamémosle la España del Lazarillo 2.0.

Habrá que empezar aclarándole al señor Josep Oliu, que este asunto no es una cruzada contra la banca, sino una cruzada por la justicia.

Y dentro de esta cruzada, habrá que aclararle al señor Josep Oliu, que primero el Tribunal Supremo declaró ilegales las cláusulas suelo (provocando su suspensión), y después el Tribunal de Justicia de la UE sentenció que las cantidades cobradas de manera ilegal, tendrán que ser devueltas al afectado con carácter retroactivo al inicio del préstamo. 

Esto, señor Josep Oliu, está basado en la legislación, tanto española como europea, y las sentencias están dictadas por profesionales que se dedican a esta labor.


Hoy día, con la evolución de los tiempos, podríamos aseverar que cambiamos la picardía por la justicia, esa (parece) gran desconocida por usted. Llamémosle la España del Lazarillo 2.0.


Quizá ahora vivamos en la España del Lazarillo de Tormes, pero no para el ciudadano, sino para los bancos en si, ya que después de vivir felizmente en la España de Alibaba y los 40 ladrones, ya que después que les hayan abierto la cueva y les hayan anulado su tesoro (las cláusulas suelo que tan pingües beneficios les han dado), han tenido que reinventarse y recurrir a la mejor picaresca española para intentar que no les obliguen a devolver las cantidades cobradas indebidamente, o por lo menos para retrasar el desenlace del asunto lo máximo posible.

Recuerde, señor Josep Oliu, que la cruzada no es contra la banca, sino contra la injusticia. Y de eso ustedes saben un potosí.

De hecho, es difícil de calificar una España, que permite que primero te cobren de más, te estafen, y si luego por las circunstancias de la vida, y una crisis en la que el ciudadano poco o nada ha tenido que ver (ahora nos harán ver que la quiebra de Bankia ha sido culpa nuestra y no de Blesa, Rato y demás amiguetes que están en el banquillo por su gestión) no puedes apoquinar religiosamente la cuota del préstamo hipotecario aumentada de su valor real (gracias a estas prácticas ilegales), te quiten la vivienda,  te dejen en la calle con una mano delante y otra detrás, y la familia que esté a tu cargo, sean niños, niñas, hombres, mujeres o animales de compañía.

¿La España de los miserables quizá?


Recuerde, señor Josep Oliu, que la cruzada no es contra la banca, sino contra la injusticia. Y de eso ustedes saben un potosí.


La justicia merece un respeto. Avanza lenta, pero segura.

En ocasiones no actúa con la contundencia deseada, pero los desmadres de la banca durante estos años no le ha dejado muchas dudas a la hora de aplicar la legislación.

Han sido tan sinvergüenzas y déspotas, que a la justicia solo le ha quedado observar y dictar veredicto.

Las ilegalidades han sido tales, que ahora han recibido su sentencia. Y señor Josep Oliu, sus declaraciones no son más que una muestra de lo poco que le gusta al neoliberalismo radical que las leyes vayan en contra de sus intereses.


Han sido tan sinvergüenzas y déspotas, que a la justicia solo le ha quedado observar y dictar veredicto. Las ilegalidades han sido tales, que ahora han recibido su sentencia.


Esta vez parece que lo van a tener difícil, y que sus amiguetes neoliberales de nuestro querido gobierno poco van a poder hacer por ayudarles.

Señor Josep Oliu, deje tranquila a la España del Lazarillo de Tormes, esa que tanto han explotado con sus tretas y sus estafas, y disfruten de la España de la Justicia, que tan poco les gusta, pero que en alguna ocasión gana la partida.

Y por cierto, vaya pensando como devolver YA el dinero a los afectados de las cláusulas suelo. Gracias.

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