Una profesora da la cara para concienciar a sus alumnos

Hoy os traemos el mejor ejemplo del peligro de las redes sociales con un experimento que nos ha encantado. Ya hemos hablado en muchas ocasiones sobre el alcance de las redes sociales, de concienciar a los más pequeños sobre cómo funcionan las redes sociales y, sobre todo, que las redes sociales no son un juego de niños.

Aunque la mayoría de las redes sociales en su registro ponen ciertas medidas de seguridad para que los miembros registrados sean mayores de edad, la forma de burlar estas medidas son bastante sencillas y están a mano de cualquier usuario, aun sin grandes conocimientos, tan sencillo, de hecho, como cambiar la fecha de nacimiento y marcarlo como mayor de edad.

La historia de hoy es sobre una profesora que no sólo se preocupa de que sus alumnos entiendan realmente como funciona, en este caso, Facebook, se implica en una acción en la que podrá demostrar a sus alumnos realmente que todo lo que les cuenta en sus clases está basado en algo real.

Esta profesora hace algo común para demostrar cómo se escapa de las manos una simple foto, subiendo una imagen en la que explica su experimento y solicita el apoyo de todas las personas que vean la imagen.

Una profesora da la cara para concienciar a sus alumnos

En estos momentos, la imagen ya ha sido compartida 17542 veces, está claro que esta imagen solicita ser compartida y que no es lo normal, o sea, lo normal es que nuestra foto de perfil o la foto de las cañas que tomamos el sábado con nuestros amigos no sea compartido 17.000 veces, pero esto puede pasar, puedes subir una foto que, aparentemente, es normal y que detrás, casi sin que puedas verlo, hay un objeto que llama la atención, algún graciosillo lo ve, lo marca y empieza a difundirlo para reírse un poco con sus contactos de Facebook que, a su vez, siguen compartiendo la imagen y encontramos fotos como esta.

Los menores de edad pueden subir en cierta medida fotos comprometidas que aunque no tengan un interés a primera vista para personas “malas” pueden ser carne de cañón.

Gracias a personas como esta profesora y gracias a aquellas que se implican en seguir llevando adelante este experimento, compartiendo y difundiendo imágenes que al final no dejan de ser una lucha por la concienciación de los más pequeños, que al final son el futuro de un mundo que tenemos que agarrar fuertemente para poder llegar a una sociedad respetuosa y consciente.

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