La verdad es que poca o ninguna reflexión habría que hacer, pero ya que hemos titulado así este pequeño comentario vamos a intentar para todos aquellos que no tienen ningún cargo en el PSOE, ya sea este orgánico o público, pero que sí tienen la capacidad de votar en la elección del Secretario General de su partido, lo hagan con descernimiento y con libre albedrío. A los otros no me dirijo porque ya tienen muchos señores a los que servir dentro y fuera del partido, y por ello están inhabilitados moral o éticamente, como prefiráis.
Estos últimos lo único que persiguen es seguir chupando de la teta, aunque no sé muy bien si son más proclives a la de la izquierda o la de la derecha, bueno este caso da lo mismo, ya que las dos tetas están en un mismo cuerpo que se llama liberalismo.
Dicho esto habría que preguntarse ¿por qué Mariano Rajoy quiere aprobar los presupuestos antes de que el PSOE elija a su nuevo Secretario General? ¿Por qué le da miedo el retorno de Pedro Sánchez a la Secretaría General? ¿Por qué quiere pactar estos presupuestos con una Gestora deslegitimada, moralmente, y que la mayoría de sus miembros han dado señales inequívocas de vender el patrimonio del PSOE al adversario Político?
Las respuestas no se hacen esperar:
A la primera habría que decir que el PSOE que controla la Gestora, es un títere en manos del PARTIDO POPULAR, es un muñeco roto sin personalidad, sin un proyecto político, que subsiste a través de retorcer los estatutos del Partido y se otorga funciones que no le corresponde. Su españolismo y patriotismo se confunden con sus interese personales y de poder en determinadas Comunidades autónomas donde estas son sus cotos privados.
A la segunda la respuesta es sencilla, prefieren un tonto útil como Javier Fernández, que por mucho que lo quieran revestir de socialista de toda la vida, es mentira, solo hay que leerse su currículo, yo más bien diría que es un fracasado en su carrera personal y vio la luz el día que se afilió al PSOE, o lo que ha desarrollado en su acción de Gobierno en Asturias y de la mano de quién. Hombre que confunde democracia, patriotismo, derecha o izquierda, bajo un discurso jesuíta que no comprarían ni los propios miembros de la Compañía de Jesús. Este personaje da juego a los populares y mantiene su Gobierno en Asturias hasta su jubilación. Todo lo contario de lo que representa Pedro Sánchez, valor, principios, programa de partido y por si fuera poco cree en la diferencia de gobernar la derecha o la izquierda, en definitiva alguien que da miedo a la derecha y este miedo está basado y no sin razón, en la pérdida del poder de la oligarquía ultraconservadora.
La tercera diría que se contesta por sí sola, prefieren aprobar los presupuestos con una dirección del PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL ninguneada por los barones del Partido, cuyos intereses reales están en otras mesas, en donde el Partido Popular tiene mucho que decir, que con una dirección fuerte y legitimada por un Congreso que obedezca a los intereses de los militantes y no a los intereses económicos donde se abren puertas giratorias.
En segundo lugar el PP aunque parezca el vencedor de unas futuras Elecciones Generales, con las cuales amenaza si no se aprueban los presupuestos, tiene miedo que aún ganando las mismas, claro está que no con mayoría absoluta, se forme un gobierno alternativo multipartidista de ideología de izquierdas que dé al traste con sus aspiraciones de perpetuarse en el poder.
No debemos olvidar que todo este maremagnum que se ha formado y ha provocado en las direcciones internas de los tes partidos más representativos de España ciertas corrientes muy distintas y distantes entre si, se debe principalmente a la aparición (para algunos un tanto sorpresiva), de Felipe González en el devenir de la política actual, a juzgar por su múltiples declaraciones en contra de un posible Gobierno de alianzas de izquierda, que sin duda daría al traste con su más que dudoso y considerable patrimonio adquirido desde su inicio en la vida política española. De ahí el gran temor que este sujeto sienta esa enorme preocupación de que en este país haya alguna posibilidad de que llegue a gobernar una izquierda seria y responsable que saque a la luz el enriquecimiento conseguido presuntamente de forma ilegal.
¡El miedo guarda la viña!