Premio en la Montaña

Este cuento se desarrolla en Puerto Rico, en  una de las montañas  del Bosque del Yunque. En ella se realizaban unas competencias de deportes extremos. Este juego cada competidor tenía que buscar la manera de subir por la montaña para alcanzar un premio. No importaba si eras el primero o el último en llegar.  Lo interesante de este juego era que por el simple hecho de llegar a la cima de la montaña obtendrían un galardón.

Hubo muchos participantes de todos los pueblos, inclusive personas del extranjero viajaron para poder participar en la competencia.  La competencia comenzó y las personas subían por las montañas. Unos caminaban  despacio, en el cual en la vista del público parecían que nunca iban a llegar. Otros  estaban muy rápidos, en el cual dejaban atrás las personas que estaban más lentas. Nadie se ayudaba, todo era sobrevivir y llegar.

Un joven que era de los más veloces vio cuando un anciano no podía pasar por el río, él no tenía las fuerzas para pasar al otro lado. El joven se detiene y por un momento pensó que se iba a retrasar si lo ayudaba, pero la conciencia no lo dejó tranquilo y decide ayudarlo. Después de «rescatarlo», decide no dejarlo solo porque el anciano se veía que no le quedaban fuerzas. Así que el joven comienza a caminar  muy lento con el  anciano hacia la dirección de la cima de la montaña, mientras que el viejito aceleraba un poco para no retrasar tanto al muchacho.

Hubo un poco de desacuerdo entre ambos a llegar a un extremo donde había dos caminos. Era notable que en cualquiera de las dos  pareciera que te llevaría al mismo lugar.  El joven quería ir a la dirección del camino que se veía llano, hermoso y fácil de caminar. Mas el anciano quería  caminar en el camino feo, lleno de piedras y  estrecho.

–  Confía en mí, que yo estaré contigo. – dijo el anciano.- Mi experiencia dice que es por aquí.

El joven decide confiar en el anciano y caminaron hacia la dirección del camino estrecho. Este camino tenia piedras, obstáculos más difíciles que él quería tomar.

No fueron los primeros que llegaron, ni los últimos pero recibieron su premio. El joven notaba que del mismo camino de donde el tomó que  llegaban otros competidores, eran poco pero lo lograban. Del otro camino se dice que su final no era la cima, era un bosque en el cual las personas se perdían y en algunas ocasiones caminaban dando vuelta en la misma ruta ya que todo parecía ser igual.

El joven que pensó que había  rescatado a ese indefenso viejito, comprendió que el anciano lo salvó a él.  Otros competidores se acercaban al muchacho para darles las gracias y muy sorprendido pregunta ¿Por qué? En ese momento se enteró que otros competidores que estaban detrás de él, decidieron seguirlo.  El joven buscó el anciano, nunca lo volvió a ver en su vida.

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