Leo di Caprio se ha hecho por fin con la dorada y estilizada estatuilla como mejor actor protagonista por El Renacido. Ni siquiera he visto la cinta, pero me gusta el título de la última película de Iñárritu. A veces no hace falta con ver una película, a veces basta con el mensaje del título. Ni siquiera estoy segura de querer verla, además mi hermano me ha dicho que es muy de “chicos” y que no me gustará. No ahondaré en este comentario, que daría pie a otro o artículo, aunque reconozco que me fío de él porque me conoce bien mis gustos cinematógraficos. En cualquier caso el título me fascina. Renacer es volver a la vida tras haber muerto. Cada día millones de personas en diferentes rincones del planeta luchan por renacer después de haber muerto sin ser enterrados. Porque hay muchas maneras de morir. Se puede morir de amor, o mejor dicho de desamor, se puede morir de aburrimiento, se puede morir de insatisfacción, se puede morir uno por una dura y cruel depresión, también se muere de abandono, de hambre, de impotencia, de angustia, de soledad, de esperanza por alcanzar nuevas tierras dejando atrás una guerra. En fin, se puede morir en vida de muchas maneras, pero también se puede renacer, porque existen muchas vidas en una sola. Morir y renacer, ése podría ser el ciclo de la vida del ser humano.
Iba a hablar de política pero ya me he cansado de tanta saturación mediática con este temita. A la gente que ahora mismo está luchando por renacer le importa muy poco quién va a gobernar este nuestro país. Pido disculpas de antemano si me equivoco. Qué se yo, como diría Ricardo Darín. Insisto, ¿qué más le da al héroe anónimo que quiere renacer si el guapito con cara de príncipe azul de Walt Disney es envestido como presidente tras duros pactos, cesiones y concesiones? ¿Le importará si el coletas y sus acólitos de jóvenes teóricos universitarios al fin pueden decir con orgullo: podemos gobernar? ¿Le quitará el sueño si el niño pijo de Barcelona, conocido por su franca desnudez, pacta con los sociatas?. Hay mucha gente que simplemente está luchando por renacer, y a estos que no le vengan con milongas, que bastante tienen con salir del pozo. Pese a lo comentado celebro los nuevos aires de cambio que han traído este grupo de jóvenes políticos, apasionados y de verbo fácil, al rancio, hasta ahora, hemiciclo bicolor. En este país sin gobierno, los renacidos buscan gobernar su vida, mejor dicho busca retomar el gobierno de una nueva vida. Por todos ellos va este mi primer artículo nacido de El Renacido, de un simple título. En el caso que este artículo vea la luz y renazca gracias a vuestra lectura, os deseo un pronto renacimiento. Como asimismo espero y deseo el renacimiento de la cordura de la honestidad, de la alegría, de la esperanza, de la paz, de la fuerza, de la luz, de los principios y de la democracia, en nuestro bello planeta. Espero y deseo tu renacimiento, el despertar de tu fuerza, mi renacimiento, el despertar de mi fuerza. Podemos, sí, se puede renacer.