El poder de los medios: la vieja política contra las cuerdas. El papel de La Sexta
Fuente: https://uvaciberperiodismo.wordpress.com

Desde hace unos años, ha aparecido en España un nuevo modo de hacer periodismo que está removiendo los cimientos mismos del establishment político desde dos grandes ejes: en su papel en la emergencia de nuevos agentes políticos que están ocupando espacios hasta ahora vedados a los dos grandes partidos, y como promotor en la difusión de un mal enquistado en la política española desde hace mucho tiempo: la corrupción.

Fuera de la cuerda del sempiterno periodismo que no ambicionaba nada más allá de ser mero cronista de la labor más pública de lo político: el parlamentarismo, estos nuevos medios, cuyo mascarón de proa representa la sección de información política de la cadena de televisión La Sexta, y su elenco de programas: SALVADOS, EL OBJETIVO, AL ROJO VIVO, MALDITA HEMEROTECA, EQUIPO DE INVESTIGACIÓN —y a los que habría que unir algunas de las nuevas cabeceras digitales, que, a diferencia de las tradicionales, se han liberado del yugo de las presiones editoriales a las que someten  los grandes grupos–, representan un cambio de ciclo respecto a esa relación de convivencia-connivencia con el poder político.

Dando micrófono y mesa a las nuevas voces rupturistas con un statu quo anclado en la endogamia y el conformismo, –cuyo único rol de compromiso con el ciudadano era el de cumplir en lo mínimo para asegurarse la continuidad del sistema-complot y perpetuarse en un poder convertido en coto de caza de una élite privilegiada–, se ha ido ensanchando en la conciencia de la ciudadanía la necesidad de trasladar la presencia de estos nuevos políticos más allá de las tertulias televisivas: hasta los mismos escaños en el Parlamento.

Por otro lado, su papel de investigador, agitador y difusor de muchos de los últimos casos de corrupción aparecidos en los últimos tiempos, –y cuyo mejor y último ejemplo son los famosos papeles de Panamá–, ha significado debilitar enormemente ese poder en la sombra, tan sólidamente establecido. A día de hoy, es fácil creer que el corrupto se lo ha de pensar bastante más para seguir robando que hasta hace sólo unos pocos años.

El éxito ha sido fulminante, es innegable. Honestidad y libertad son así de seductores.

Podría decirse que la verdad, cuando tiene a la pasión de su parte, es imparable.

Como la historia, que, igual de imparable, no parece que merezca tener entre sus páginas ratos, granados o barberás.

No hay comentarios

Dejar respuesta