Mañana 21 de Mayo se celebrarán las primarias a la Secretaría General del PSOE. Y no nos engañemos. La elección será Pedro Sánchez o Susana Díaz. Tocará elegir entre pueblo o cortijo.
Empiezo así este texto, después de tanto tiempo, porque es hora de abordar la hipocresía y falsedad que rodea este país.
Pedro Sánchez ha demostrado una gran fortaleza, humildad y sobretodo, honestidad. Ha conseguido reponerse a todas las adversidades habidas y por haber
Las semanas que nos han acompañado de campaña electoral preprimarias y el debate del pasado Lunes han reflejado muy bien dónde se encuentra cada candidato. Y sobretodo, lo que representa cada uno.
Pedro Sánchez ha demostrado una gran fortaleza, humildad y sobretodo, honestidad. Ha conseguido reponerse a todas las adversidades habidas y por haber, a todas las trabas que le han puesto en el camino, a todos los improperios con los que le han obsequiado por activa y por pasiva y a todos los enemigos que le han ido surgiendo en el camino desde el momento que se planteó acercarse a Podemos para intentar formar gobierno.
Durante todo este tiempo, Pedro Sánchez ha logrado mejorar aspectos como el directo. En el debate del pasado Lunes, se presentó con datos y una preparación que dejó KO a Susana Díaz, y también ha mostrado una evolución en cuanto a la percepción del país y de la situación política del mismo, que lejos de barones obsoletos e imperativos, ha conseguido plasmar en un discurso propio, auténtico y ha dejado de lado las intoxicaciones y medias tintas necesarias para mantener contento al sector más conservador del PSOE.
El caso de Susana Díaz es totalmente contrario. Lo único que ha conseguido aglutinar es el ala más conservadora del PSOE, junto a una camada de seguidores, que excepto de Despeñaperros para abajo, no ha logrado ni llenar los aforos destinados a sus mítines.
En estas primarias, Pedro Sánchez se presenta con un proyecto propio, un PSOE auténtico que pretende recuperar la esencia del PSOE que fundó Pablo Iglesias.
Y lo que es más importante para la salud tan maltrecha del PSOE, ha conseguido mediante su compromiso con el NO al gobierno de Mariano Rajoy que hayan muchas personas que empiecen a plantearse recuperar su voto socialista, siempre que Pedro Sánchez salga elegido este Domingo como Secretario General. Esto solo significa una cosa: confianza e ilusión por parte del electorado. Y pocos políticos han conseguido aglutinar estos sentimientos durante los últimos años. Se ha convertido en estandarte del pueblo socialista.
El caso de Susana Díaz es totalmente contrario. Lo único que ha conseguido aglutinar es el ala más conservadora del PSOE, junto a una camada de seguidores, que excepto de Despeñaperros para abajo, no ha logrado ni llenar los aforos destinados a sus mítines.
Además, parece tener más seguidores fuera del partido, que dentro. Y lo que tienen en común todos ellos es su neoliberalismo y su ideología conservadora. Un cartel, que lejos de generar esperanza e ilusión, genera frustración y desesperanza.
Susana Díaz representa el cortijo. El cortijo de amiguetes, soplagaitas, colegas que sin oficio ni beneficio acaban en un cargo de gestión o de responsabilidad política con el único mérito de reir las gracias de su jefa y dorarle la píldora.
Si a esto le sumamos su trayectoria política basada en despedazar contrincantes por detrás y con malas artes, la confianza en Susana Díaz se ve disminuída a la mínima expresión.
Tampoco ayuda en absoluto su pésima gestión en Andalucía, con una de las tasas más altas de paro de España y de Europa, con Spiriman reclamando una sanidad en condiciones, tanto en Granada como en Andalucía, y denunciando tanto la mala gestión como contratos adjudicados de manera poco nítida, con el caso de los ERES asomando la cabeza y el nombre de su marido apareciendo por aquí y por allá y un largo etcétera nada adecuado para una persona que pretende volver a forjar un PSOE “unido y fuerte” sin poder solucionar ni siquiera los problemas de su comunidad autónoma. ¿esta es la persona que debería aspirar a gobernar este país? ¿Es esta la solución a la nulidad de Rajoy y los suyos? ¿esta es la solución a la corrupción?
Susana Díaz representa el cortijo. El cortijo de amiguetes, soplagaitas, colegas que sin oficio ni beneficio acaban en un cargo de gestión o de responsabilidad política con el único mérito de reir las gracias de su jefa y dorarle la píldora.
Lo de Patxi López es también de traca. Una persona que pretende presentarse como íntegra, pero que ha entrado en el juego que le ha impuesto la gestora.
Ya hemos vivido este PSOE. Un PSOE que está donde está gracias a personas como ella.
¿Quiere el militante este tipo de partido?
¿Este futuro?
¿Esta sumisión a los poderes, siempre que bajo mano arreglen todo con un sobre con nombre y apellidos y cerrado?
Susana Díaz es la definición de cortijo y de gatopardismo. Cambiar todo para que nada cambie.
Lo de Patxi López es también de traca. Una persona que pretende presentarse como íntegra, pero que ha entrado en el juego que le ha impuesto la gestora.
Es incomprensible como se ha prestado a ello, perdiendo toda credibilidad. La única misión de Patxi López (como ya escribí al respecto) es torpedear la candidatura de Pedro Sánchez restándole el máximo de votos posibles. Con un programa prácticamente idéntico al de Sánchez, y con un discurso que no aporta nada, Patxi López se presenta como una escisión moderadoprogresista que no va a ningún lado.
Lo que más sorprende de Patxi López es que haya accedido a este juego, ya que es sabedor que no tiene ninguna opción. Igual pensaba que Pedro Sánchez no presentaría su candidatura al optar él por la suya.
Lo que se dirime en estas primaras es claro. O la continuidad hacia ningún lado del cortijo de Susana Díaz (que ha puesto el PSOE donde está) o el nuevo PSOE del pueblo de Pedro Sánchez.
La estrategia de Patxi López ha sido clara. Discurso vano, sin posicionarse por ningún bando a pesar de intentar torpedear a Pedro Sánchez, y así mantener todas las opciones de formar equipo con el que resulte vencedor de la auténtica pugna en estas primarias.
Una lástima esta actitud por parte de un político que tenía el respeto de la gran mayoría del electorado socialista, pero que sin duda, se verá mermado después de estas últimas semanas.
Lo que se dirime en estas primaras es claro. O la continuidad hacia ningún lado del cortijo de Susana Díaz (que ha puesto el PSOE donde está) o el nuevo PSOE del pueblo de Pedro Sánchez.
O el PSOE donde la militancia tendrá un papel simbólico y donde las primarias son un auténtico engorro, o el PSOE participativo donde se incitará a la militancia a tomar las decisiones de calado como la abstención a Mariano Rajoy.
Un PSOE de acomodados, vividores y estómagos agradecidos, donde no importan los recortes, privatizaciones y donde la corrupción no se toma en serio, o un PSOE que pugnará por ser el partido total de la oposición.
Estas primarias no solo dirimirán el futuro del PSOE. Marcarán el futuro de otras formaciones como Podemos
Elegir un PSOE imperativo, más cerca del Partido Popular y de las puertas giratorias, o un PSOE dialogante, que entiende que para poder volver a gobernar, es necesario hablar y entenderse con fuerzas que ocupan el mismo espacio político, a no ser que el programa electoral sea tan radicalmente diferente que proporcione los suficientes votos como para poder intentar un gobierno en solitario.
Estas primarias no solo dirimirán el futuro del PSOE. Marcarán el futuro de otras formaciones como Podemos. En función de quién sea elegido candidato o candidata, el PSOE será capaz de recuperar parte de los votos perdidos en estos años, o perderá aún más, colocando a Podemos como segunda fuerza en el Parlamento.
Los modelos de partido se pueden definir de una manera muy rápida:
A Susana Díaz solo le preocupa Podemos, mientras que a Pedro Sánchez lo que más le preocupa es Rajoy y el PP. Esto ya dice mucho de las dinámicas políticas que quieren emprender cada uno en el nuevo PSOE.
Esperemos que gane la democracia en estas primarias del PSOE, y que se produzca juego limpio, aunque como era previsible, los presuntos indicios de pucherazo empiezan a aflorar en diferentes medios de comunicación, con las credenciales no recibidas para los interventores de Pedro Sánchez en zonas como Guadalajara, Pontevedra, Huelva, Almería, etc… manipulaciones del censo, anonimato del voto… Lo peor que le podría pasar al PSOE es que la elección del futuro Secretario General acabara bajo sospecha.
A Susana Díaz solo le preocupa Podemos, mientras que a Pedro Sánchez lo que más le preocupa es Rajoy y el PP. Esto ya dice mucho de las dinámicas políticas que quieren emprender cada uno en el nuevo PSOE.
Como he comentado anteriormente, estoy cansado de hipocresía y falsedades. Y desde aquí pronostico, que si gana Susana Díaz, el PSOE dejará de existir como lo conocemos, y Podemos se convertirá en segunda fuerza política en las próximas elecciones.
En el caso que Pedro Sánchez sea el elegido, el PSOE se acercará electoralmente al Partido Popular, y volverá a gobernar este país, mientras que Podemos ocupará la tercera plaza en el parlamento.