Hoy no tenía intención de escribir. Tenía pensado descansar y dedicarme un poquito de tiempo, pero no lo he podido evitar. Estaba en mi sofá, y me he ido calentando. Porque parece que solo hay dos problemas: homosexualidad y sanidad
Calentando y calentando hasta que el ardor me ha hecho levantar como un resorte y correr para ponerme delante del teclado para explotar. Porque esto ya se pasa de madre.
Lo primero ha sido lo de este… bueno. Este hombre. Llamado Pío Moa, se define como historiador y analista político.
Me repugna que haya gente que se dedique a escribir artículos solo para meterse con determinados colectivos, como la homosexualidad.
El personaje en cuestión, decide hablar sobre la homosexualidad. Podéis leer su artículo aquí, si es que tenéis estómago suficiente para hacerlo. La diversidad de calificativos que utiliza esta persona en contra de este colectivo es variopinto y diverso.
Comenta en su maravilloso artículo que “El PP ha sido el gran promotor del evento que ha sodomizado a la ciudad, en el sentido bastante literal de que la ha convertido en una especie de Sodoma, y en el de que, metafóricamente, “ha dado por el culo” a la población contraria a tales actos, muy propios, a mi juicio, de una sociedad enferma y decadente (véanse los artículos sobre salud/enfermedad social que vengo republicando).”
Luego sigue desgranando los pormenores de los motivos por los cuales los homosexuales celebran tal día, con un tono despectivo y arrogante. Resulta increíble que todavía hoy en día haya gente que sienta este desprecio por la homosexualidad y un colectivo de personas que deciden llevar un tipo de vida que les llena y les complace sin molestar a nadie y respetando a la gente que tiene a su alrededor.
Que yo sepa, estamos en una sociedad libre, en la cual uno de los derechos fundamentales es la libertad de expresión y la de pensamiento, tanto para ideología política como personal
Este individuo, se alarma por que este colectivo celebre su día por las calles de Madrid, pero a mi personalmente, y permítanme la expresión, me da más por el culo que otros colectivos como pueden ser los colectivos fascistas celebren sus días por aquí y por allá rememorando los días de dictaduras, recortes de derechos y asesinatos ideológicos con total impunidad.
Me repugna que haya gente que se dedique a escribir artículos solo para meterse con determinados colectivos, como los homosexuales.
Oiga señor, sino le gusta que la gente se exprese libremente, escóndase debajo de la cama, que solo son dos o tres días al año, mientras hoy en día, todavía hay personas que por su tendencia sexual, la cual le aporta su felicidad, tienen que esconderse porque está mal visto (como la homosexualidad).
Lo siguiente que me ha impactado sobremanera, es la “reubicación” del jefe de urgencias del hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Que yo sepa, estamos en una sociedad libre, en la cual uno de los derechos fundamentales es la libertad de expresión y la de pensamiento, tanto para ideología política como personal (como la homosexualidad), y el hecho de que a usted no le guste, no significa que tenga el derecho de criticar y criminalizar a una serie de personas que a usted no le han hecho ningún daño, cosa que en su caso sí que lo hace, porque no demuestra ningún respeto por nada ni por nadie.
Me parece increíble que todavía se permita este tipo de artículos demagógicos e insultantes en un medio de comunicación.
Gracias a gente así, no me extraña que a lo largo de España existan los odios y rencores que existen. Respeto por favor. Porque usted no es nadie para dar lecciones a nadie de su libre elección sexual, porque ante todo está la felicidad propia, le guste a usted o no.
Lo siguiente que me ha impactado sobremanera, es la “reubicación” del jefe de urgencias del hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Reubicación es un elegante eufemismo para decir que lo sacan subjetiva y arbitrariamente de su puesto Y dirán ustedes, ¿cuál ha sido el pecado de este señor?
Realizar una entrevista denunciando la situación de colapso que sufren las urgencias de este hospital, referente a nivel estatal y Catalán, por el cierre de camas y recortes que sufre dicho hospital. Por defender el derecho de los ciudadanos a una sanidad pública y de calidad.
Parece ser que a los gobernantes no les interesa, y que se encuentran más preocupados por desmantelar la sanidad pública en su propio interés
Por defender y denunciar que los trabajadores que coordina, que se encuentran en una situación de saturación y que no pueden ejercer su labor como desearían porque las condiciones de su puesto de trabajo son poco más que precarias.
Un número ingente de pacientes acumulado a lo largo de los días, en pasillos y camillas, que ven pasar las horas sin disponer de una cama adecuada para su proceso de enfermedad debido a que los responsables les preocupa más el desmantelamiento de la sanidad pública que el propio beneficio del paciente.
Denuncias de profesionales que hablan de su trabajo como “medicina de guerra”, y que aún poniendo su máximo empeño en desarrollar su labor, se van a casa con la sensación de no haber hecho lo suficiente, y no por ellos, sino por las condiciones que les imponen. Unos profesionales que aún después de sufrir brutales recortes, de llevar dos años sin cobrar una paga extra completa, de sufrir aumentos de horarios y recortes a todos los niveles, siguen dando lo mejor de si, y que se les paga con la moneda de la reubicación por defender nuestros derechos.
Parece ser que a los gobernantes no les interesa, y que se encuentran más preocupados por desmantelar la sanidad pública en su propio interés, como bien denuncia el diario.es en el siguiente artículo.
Gente que no es capaz de respetar al prójimo, tiene su lugar en un medio de comunicación, su voz y su espacio para vulnerar y menospreciar los derechos de las personas, en cambio, el profesional de día a día, como se le ocurra denunciar una situación para el bien común, se ve relegado a la “reubicación”.
Lo que me lleva a pensar, que gracias al poder y a la grandeza de este hospital, todo esto sale a la luz, pero cuántos otros centros vivirán la misma situación pero no tendrá ningún tipo de repercusión debido a que son más pequeños.
Después pretenderán vendernos que vivimos en un estado democrático con su libertad de expresión, pero la realidad es que como abras un poco la boca en contra de quienes mandan, te verás envuelto en problemas de difícil diagnóstico y solución. Esta es la realidad.
En fin, el mundo al revés. Gente que no es capaz de respetar al prójimo, tiene su lugar en un medio de comunicación, su voz y su espacio para vulnerar y menospreciar los derechos de las personas, en cambio, el profesional de día a día, como se le ocurra denunciar una situación para el bien común, se ve relegado a la “reubicación”.
Como muchas veces he dicho, this is Spain, el país del sol, y la sombra.