Así gobernaban los romanos a sus súbditos, así les tenían entretenidos para que pensaran lo menos posible, con algo de comida y entretenidos con los gladiadores, y la lucha de estos con las fieras, el pueblo romano estaba entretenido, no necesitaban tener cultura, cuanto menos supieran mejor, incluso si no sabían leer ni escribir, era perfecto, mejor se les manipulaba, mejor se les engañaba. Con unos cuantos intelectuales que complacieron al Emperador, era suficiente y si no era así, se los quitaban de en medio.
Han pasado muchos años desde que desapareció el imperio romano, en 1453, sumido durante mucho tiempo, en grandes conflictos políticos, económicos y sociales.
Ha llovido mucho desde aquella época a la actual y sin embargo, yo veo unas grandes similitudes.
Nuestros gobernantes son conscientes de lo que le gusta a la mayoría de los ciudadanos, diversión, fútbol, muchas fiestas de todo tipo, carrozas, disfraces, «los puentes» y trabajar lo justo para gastar, pagar deudas y vivir tranquilos, sin problemas, sobre todo cuando los problemas los tiene el prójimo o el vecino.
No les interesa los problemas de Salud, ni de Educación, no saben ni quieren saber de servicios sociales, ni Medioambiente, ni de violencia de género, ni de cultura…ni de nada que al pensar pueda producirles dolor de cabeza.
Igual que los romanos, sólo quieren Pan y Circo.
De esta manera, tenemos a nuestros políticos muy contentos; que fácil resulta gobernar a gente inculta, con cuatro frases bien aprendidas, engañan a medio pueblo más uno, que suele ser el tonto( es de sobra conocido, que en cada pueblo hay al menos un tonto) y así gobiernan a su antojo y por supuesto para su conveniencia y la de sus amiguetes.
Si piensan que miento o exagero, elijan un pueblo, hagan una encuesta y se sorprenderán, oirán estas frases con frecuencia, a mí no me pregunte, yo de eso no sé nada, eso es cosa del Alcalde, yo no me meto en esos temas, después hay represalias…
Así los políticos tienen el campo libre para hacer lo que quieran.
¿Cómo podemos corregir ésto?, con Educación. Pero casualmente no se ponen de acuerdo para hacer una Ley de Educación de Calidad, dónde el alumno aprenda a ser crítico, a pensar por sí mismo, formar personas con ideas propias, no adquiridas. Se ponen de acuerdo para otras cosas, subirse el sueldo, subir el presupuesto militar para comprar más armamento, tener más secretarios, más asesores, más enchufados…, en fin, lo que ellos quieran(ancha es Castilla) y de esta manera gastan y gastan en hacerse publicidad, en aparecer en todo tipo de actos para que el pueblo les vea en las calles, en la TV, aunque gasten todo el dinero de las arcas del Ayuntamiento y más; después se suben los impuestos y todo resuelto.
¿Por qué tenemos los españoles tan mala suerte con nuestros gobernantes?
Porque nos lo merecemos.
Nos falta cultura cívica, cultura política, cultura social, cultura medioambiental…nos falta de todo.
La mayoría de los españoles no se ha leído la Constitución, no saben que no se está cumpliendo, no conocen sus derechos ni sus deberes ; cómo los van a exigir?, a muchos no les importa la política, ellos mismos lo dicen con frecuencia, «soy apolítico» y se quedan tan anchos, como si ser apolítico fuese una virtud.
No tienen cultura social ni cívica, eso sí, hasta que les atañe a ellos o a su bolsillo y por supuesto, la mayoría no tienen cultura medioambiental, les da lo mismo tirar la basura al río, los plásticos al Mar, las toallitas por el inodoro y el aceite por las tuberías… como no saben dónde va, les da igual.
No saben que nuestra salud depende de la Naturaleza, del aire que respiramos, del agua que bebemos, del estado de los alimentos que ingerimos (somos lo que comemos), pertenecemos a la cadena trófica, los seres vivos, nos alimentamos unos de otros, los vegetales se alimentan de las sustancias y el agua del suelo, que toman a través de sus raíces, si este agua está contaminada o tiene sustancias tóxicas, éstas permanecen en el vegetal que es ingerido por algunos animales( herbívoros), ingieren el vegetal contaminado y las sustancias tóxicas pasan al animal, los animales carnívoros u omnívoros comen a los herbívoros o a ambos , entre ellos estamos las personas (omnívoros) que acumulamos en nuestro cuerpo los contaminantes que se le echaron a las plantas, de manera que esos productos químicos van pasando de un ser vivo a otro formando la cadena alimenticia.
En lo que respecta a nuestra preciosa Ciudad milenaria, hay dos temas preocupantes, la contaminación por materiales pesados, tóxicos, cancerígenos…que Empresas ubicadas en Cartagena, Explosivos Riotinto, Zincsa, Peñarroya…llenaron el llamado Hondón de balsas conteniendo éstos metales y que dejaron «de recuerdo», para desgracia de los cartageneros que sufren consecuencias en su salud, sobre todo los que tienen la desgracia de vivir próximos a esas zonas de contaminación; otra zona preocupante es el Llano del Beal, dónde muchos de sus habitantes sufren las consecuencias de la contaminación de las minas.
El caso más conocido en toda España y parte del extranjero es el ECOCIDIO del Mar Menor; 40 años utilizado de basurero por los mineros, por la masiva construcción, por las multinacionales de la agricultura y por las macrogranjas, que han vertido metales pesados, aguas fecales, productos químicos, glifosatos y los purines de los cerdos, y como consecuencia, han terminado prácticamente con el único Ecosistema en Europa de agua salada, la laguna más bella y especial de España.
¿Qué hemos hecho los ciudadanos durante los últimos 40 años?
Nada, unos por incultura, otros por pasotismo, otros por desinterés y otros por miedo, han dejado a los gobernantes hacer lo que les ha dado la gana, sin tener en cuenta, la salud de sus ciudadanos, ni a los pescadores, ni los seres vivos del Ecosistema, al que han abandonado a su suerte, en manos de terroristas ecológicos, que buscan dinero por encima de la salud y la vida de personas, animales y vegetales.
Han pasado muchos siglos de aquellos tiempos de Pan y Circo, pero desgraciadamente, la mentalidad de mucha gente no ha variado,(y la de muchos gobernantes tampoco), siguen pidiendo a sus políticos, Pan y Circo.
Ana García Díaz