Del Mar Menor y de otras cosas
Fuente imagen: https://www.publico.es/

Ahora a inyectar oxígeno  al moribundo  Mar Menor; otra ocurrencia más  de los dirigentes nefastos que gobiernan esta  Comunidad  Autónoma. 

Mientras sigan arrojando  las aguas con nitratos, fosfatos,  glifosatos … de las más de 8500 ha ilegales y los  purines de las numerosas macrogranjas de esta  Región,  da igual  que inyecten oxígeno  que ozono o lo que se les antoje, va a ser igual.

Corten los vertidos  de una vez, esas más de  8500 ha son de secano no de regadío. 

Están  matando toda la economía  de la zona, nos están  dejando sin nuestro  maravilloso Mar, sin pescado;

 la salinidad del Mar Menor  está  prácticamente  igual que la del Mediterráneo,  va a desaparecer totalmente  este  Ecosistema  único  en Europa.

Comerciantes, hosteleros…vais a perder vuestros negocios y los veraneantes y los ribereños perderemos nuestras casas.

Las multinacionales  agrícolas  y ganaderas  utilizan el Mar Menor como  estercolero. 

El Mar Menor  no es de estos  Ecocidas, ni del Miras ni de la Arroyo(para mí,  ya no se merecen que les llame señor y señora, porque  si lo fueran no consentirian  ésto).

 El Mar Menor  tiene Personalidad  Jurídica  y le están  matando, están  quitándole el oxígeno  de sus aguas y le están  arrojando sustancias tóxicas, cancerígenas,  orines de los cerdos…cómo  podemos  llamarle a ésto?, terrorismo ecológico?

Cómo  llamarían ustedes, si encerrasemos a seres vivos, personas, animales… en una habitación   y les quitasemos  el oxígeno  o les echasemos  gases tóxicos?

No mientan más, ya no les creemos, quieren echarle la culpa al Gobierno  Central  y es MENTIRA, las competencias  en agricultura y en todo lo referente  al Mar Menor, las tiene la Comunidad  Murciana; la Señora Ministra de Transición  Ecológica,  señora Ribera, le dijo claramente, después  de ver in situ, el estado del Mar Menor, al presiderte  López  Miras, que cuando cortaran  los vertidos, les daría  380 millones de Euros para recuperar el Mar Menor y ustedes no lo han hecho, porque  no les da la gana.

Tienen que parar los vertidos  de las Ramblas, sólo  ustedes  son los que tienen que hacerlo, pero no quieren molestar a sus amigos agricultores  ilegales, las más de 8500 ha deben ser de secano no de regadío. 

El Mar Menor, necesita  urgentemente  una canalización  de TODAS LAS RAMBLAS para que no viertan al Mar, sino a unas depuradoras  para sanear el agua y utilizarla de nuevo para regadío, y rodear todo el Mar Menor  de un cinturón  verde que absorba el agua procedente de las lluvias y la infiltrada de abonos químicos. 

Déjense  de parches, de poner tiritas, de perder el tiempo, de contar mentiras y cojan  de una vez «el toro por los cuernos», los ciudadanos  ya no aguantamos más,  ésto  es vergonzoso,  mafioso, insostenible, inmoral, ilegal…

A qué  esperamos, ecologistas, asociaciones, partidos políticos a los que interese la Salud y el Medioambiente, pescadores, comerciantes, hosteleros, veraneantes, ciudadanos  honrados…qué  necesitamos ver más  para estallar?

OTRO MAR ES POSIBLE.

Muchas veces  me han llamado soñadora o utópica porque  creo que las cosas se pueden cambiar.

Soy admiradora de la Naturaleza, amo y respeto  a la Madre Naturaleza, es un valor que me enseñaron mis padres con su ejemplo (en primavera  y verano, los fines de semana vivíamos  en contacto con el agua, con los árboles, con la tierra…en aquel pueblo de Albacete donde nació  mi padre, Ayna), allí  aprendí  a respetar y amar los animales, a distinguir  las plantas y los árboles,  vi  nacer el río  Mundo…allí  viví los momentos  más  felices en familia.

En aquel maravilloso  Ecosistema, una de las cosas que más  llamaba mi atención, eran las mariposas, preciosas, de multitud de colores, me parecían  las hadas de los cuentos; cuando mi padre me contó  la metamorfosis de la oruga en 🦋,  pensé  que no había  nada imposible de transformar o cambiar, si un animal tan raro, tan extraño, podía transformarse en alguien tan maravilloso,  es posible cambiar todas las cosas mucho más  sencillas.

Aprendí  que todos los seres vivos somos necesarios  en el Planeta, nos necesitamos unos a otros, ninguno es imprescindible, todos formamos parte del Ciclo de la vida y el ser humano es uno más,  no es el dueño del Planeta,  antes que nosotros  estaban ellos, vegetales y animales, fuimos los últimos  en poblar el planeta, nuestro maravilloso  Planeta Azul.

Llegué  a Murcia, concretamente  a Cartagena hace casi 50 años, mis hijos son cartageneros, amo esta  tierra y sobre todo su Mar Menor. 

Era tanta la alegría,  la ilusión, la emoción  de contemplar las puestas y amaneceres del Sol en el Mar, que antes de adquirir una casa en la ciudad, decidimos vivir en un paraíso de dunas, aguas cristalinas y arena finísima, que se llamaba y se llama La Manga del Mar Menor, pero de la que sólo  queda el nombre; podía  haber seguido  siendo  un Paraíso  pero la ambición, la especulación, el afán  por ganar millones de forma rápida, no les dio  tiempo a planificar urbanizaciones  que respetaran  el Ecosistema  tan especial, tan peculiar y construyeron torres y torres de cemento, de hormigón, rellenaron zonas de Mar, de arena, de dunas, con piedras, con relleno para seguir construyendo edificios, sin zonas verdes,ni jardines, ni paseo,ni siquiera aceras para caminar los peatones a los lados de la estrecha y única carretera ; en unos años, el Paraíso  se convirtió  en una colmena de gente apiñada en apartamentos, las playas llenas de bañistas que muchas veces, cuando el viento no era favorable, veíamos  con asombro, como las olas nos devuelven  lo que nosotros  arrojamos por los desagües; la Red de alcantarillado  iba a parar al Mar.

Ni los constructores, ni sus arquitectos, ni los Ayuntamientos pensaban en la Salud precisamente, sólo  olían  el dinero fácil  y rápido. 

Después  de 40 años, ¿qué  tenemos?

Un Mar Menor  agonizante, un Ecosistema  desecho, toneladas  de metales tóxicos, cancerígenos,  heces fecales, materia muerta, algas podridas, animales muertos y un Mar dónde  falta oxígeno,  dónde  su salinidad  ha variado considerablemente y dónde  la luz solar no penetra apenas un metro, en algunos lugares nada porque  lo impide la llamada «sopa verde» procedente de los vertidos de agua dulce con nitratos, fosfatos, glifosatos…y demás  abonos químicos  arrojados a través  de las distintas  ramblas que desembocan en el Mar Menor y que las multinacionales  agrícolas han convertido en su estercolero particular, junto con los purines de las macrogranjas, los metales pesados  de las minas y la construcción  masificada, aplaudidos y con el beneplácito  de unos gobernantes a los que no les importa  la salud ni el bienestar  de los ciudadanos,  a los que no les importa el Medioambiente  ni la Naturaleza, los que no quieren a su tierra, los que miran para otro lado para que sus amigos se enriquezcan, a los que no les importan los pescadores, ni los comerciantes, ni los hosteleros ni el turismo. 

¿Qué  ocurrirá  cuando el Mar Menor  sea una ciénaga,  cuando no se pueda respirar, cuando el fango te cubra hasta las orejas?

¿A quién  nos vamos a quejar cuando tengamos que abandonar nuestras casas, los negocios?

Las multinacionales  se habrán  marchado a otro lugar a contaminar y para los políticos  responsables de tal catástrofe habrá  prescrito y nosotros  no sabremos qué responder a nuestros nietos por no haber sabido defender nuestro Mar.

A pesar de esta terrible realidad, soy optimista, todas las mañanas  y las tardes que puedo, voy a visitar al mar, a pesar de su mal estado, nos sigue ofreciendo amaneceres y atardeceres  espectaculares, yo me siento  a contemplar y de vez en cuando,  cierro los ojos y retrocedo 40 años.

Pienso que en las próximas  elecciones  surgirá  un líder que arrastrará  masas por su honestidad, su buen hacer en favor de los ciudadanos  y del medioambiente, un Félix  Rodríguez  de la Fuente, que nos devolverá  lo que nos han arrebatado, que transformará un Mar muerto en un Mar vivo, (igual que la oruga se transforma en mariposa), dónde  iremos a nadar todos, dónde  podremos pasear en arenas limpias y tumbarnos al Sol, dónde  los niños harán  castillos de arena, dónde  los peces nos harán  cosquillas en los pies y los caballitos de mar, nadaran hinchados , portando sus crías,  dónde  la posidonia crecerá en abundancia y dará cobijo a todos los peces.

Disfrutaremos de un cinturón  verde alrededor  del Mar Menor, que le proteja en época  de lluvias y nos permitirá  pasear, respirar aire puro, tocar las plantas, oler las flores, abrazar los árboles…ya no necesitaremos piscinas, disfrutaremos todos de las aguas cristalinas  del Mar.

Una utopía  deja de serlo cuando se hace realidad y en unos años el Mar Menor estará  más  vivo que nunca, se puede y se debe hacer.

Quiero confiar en el sentido común  de los murcianos, deben pensárselo bien antes de votar, debemos mirar qué  personas queremos que nos gobiernen, que personas defienden nuestra SALUD, nuestro Medioambiente, nuestro bienestar  por encima de su enriquecimiento personal  o de sus amiguetes, que luchen por nuestra tierra,  por nuestro Mar, por nuestra Naturaleza;  se lo debemos a nuestros hijos, a nuestros nietos, se merecen un futuro mejor, dónde  puedan respirar aire puro y beber agua potable.

Yo seguiré  pensando  y luchando en la medida de mis posibilidades,  hasta que ésto  deje de ser sueño o utopía,  hasta que sea realidad.

Ana García Díaz

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