Diríase por el título que la Navidad se adelanta, pero no, no es así. Todo el mundo sabe que la Navidad en nuestro país tiene unas fechas determinadas para su celebración. Tampoco quiero hablar de la campaña de la Once para vender el cupón navideño, aunque si se trata de hablar de alguien cuya miopía o mejor dicho ceguera tiene sumido el país en la desesperación. El personaje en cuestión es nuestro Presidente en funciones, cuyo descaro tiene tintes de burla hacia la ciudadanía y que provoco no poca irritación en los demócratas y nos avergüenza ante Europa.
El anuncio del acuerdo con el líder de ciudadanos Sr. Rivera, para entablar negociaciones para una posible investidura era de esperar, pero lo que ya no es de recibo el que a colación nos anuncie que si no entra en el juego el PSOE, vamos a unas elecciones en Navidad.
Esta estrategia o mejor dicho tropelía del Presidente en funciones, da la impresión de que su única función es mantener al país sumido en la desesperación con su descaro, con unos tintes de burla a la ciudadanía, que insulta a la inteligencia de los hombres y mujeres de bien.
Vaya por delante que no creo que esto sea una mamarrachada más, a las que nos tiene acostumbrados soltando una de sus frases desordenadas y/o carentes de sentido, y en el mejor de los casos de Perogrullo, balbuceadas tanto en campaña como fuera de estas, que demuestra la poca o nula calidad política, sentido común, mínimo de educación y respeto a la ciudadanía. Como muestra un botón. «No es lo mismo que gobierne uno que gobierne otro, no es lo mismo. Dicho de otra forma: es muy distinto, muy diferente».
Camino de terceras elecciones, su silencio e inmovilismo es el cálculo preciso para hacer coincidir los comicios con las fiestas navideñas, a nadie se le escapa que en esas fechas los ciudadanos están más pendientes de disponer de cuatro perras para poder celebrar las mismas en el mejor de los casos. Ya que habrá más de 3.000.000 de personas en situación de pobreza.
Esta situación garantizará una baja participación, o que favorecerá los interese de los conservadores, ya que la opulencia saldrá a defender sus privilegios, mientras los trabajadores desesperados se quedaran en casa maldiciendo su mala suerte, a estas alturas sabemos que la abstención favorece claramente a una ideología determinada, la conservadora.
Esta es la estrategia del partido que ha llevado al país a tener una deuda pública récord y alcanzar en el pasado mes junio su nivel más alto en más de un siglo.
Hablo del partido que ha generado una reforma laboral que deja los convenios colectivos en papel mojado y que ha abaratado el despido. En estos años, el Gobierno ha apostado sin tapujos por la devaluación salarial como vía o mejor dicho excusa para que la economía española gane “competitividad”.
Y como no queda claro que entiende por competitividad recorta 10.000 millones en sanidad y educación.
Hablo del partido que se jacta de bajar los impuestos en 5.000 millones tras subirlos en 23.000 al tiempo que rescata en 50.000 millones de ayudas a la banca.
Hablo del partido que al amparado en su mayoría y a golpe de decreto hace una AMNISTÍA FISCAL, proporcionando suculentos beneficios para el evasor, casi siempre amigo, al tiempo que ahoga a los autónomos que pagan en la actualidad 789,60€ más de cuota, que en 2012, cuando Rajoy llegó al poder. Sin dudarlo estamos delante del peor gobierno que ha tenido el país en la historia de la democracia.
Decía al principio que no creía que fuera una mamarrachada más, es un cálculo para alimentar el peor cáncer que puede sufrir la democracia, la abstención, motivada por el hastío, la desafección, el hartazgo que se expresa en las frases hechas de muchos ciudadanos, como son, por ejemplo, si esto no cambia, son todos igual,…
La charanga no se ha hecho esperar, las redes se van mofando de la posible fecha, hay que ponerle humor, que para penas ya nos causa el grotesco personaje, eso sí, que las risas no nos hagan olvidar sus fechorías.
A pesar de esa paupérrima estrategia espero y deseo que no haya dos sin tres y nos encaminemos a unas terceras elecciones, aun siendo Navidad. “Papa Noel” este año tiene un incansable y repetitivo trabajo, traer un Gobierno que no nos quite lo que es nuestro, los derechos de trabajo, educación, sanidad, libertad, igualdad y equidad, respeto, en definitiva felicidad.
Para el precario Presidente en funciones una petición especial, jubilación para él y todo su séquito. Fin de la cita.