De asentamientos: urbanismo y residencia

A pesar de no contar con una extensión considerable de terreno para un crecimiento muy importante, el municipio de Quart de Poblet explotó al límite los términos, lo que explica en parte la casi-unión de éste con los pueblos vecinos. El campo no se abandonó a la llegada de industria y de personas, pero sin duda menguó considerablemente en un tiempo muy breve y siguió ese camino los años siguientes hasta el resultado final con prácticamente la total desaparición de éstos. Al igual que ocurrió en Quart ésto se puede trasladar a cualquier otro municipio del entorno que sufrió al mismo tiempo este cambio significativo en pro de la industria.

La inmigración promovió intensamente y a una velocidad de relámpago este proceso. Los límites urbanos de Quart rodeados de campos debían sobrepasarse para poder dar lugar y hogar a la gran cantidad de personas que llegaban. Así se produciría la masiva construcción de viviendas entorno al núcleo principal que iría extendiéndose a medida que resultaba necesario más terreno de construcción.
La mayoría de los inmigrantes llegados de fuera se instalaron en un primer momento con parientes que habían emigrado anteriormente, pero ya se encontraban instalados en Quart de Poblet. Como ya he dicho en algunos de los artículos anteriores la llegada de inmigrantes de otras provincias a Quart ya se fue sucediendo desde principios del siglo XX aunque aumentó considerablemente años después. Sin embargo estas primeras personas acabaron convirtiéndose en el primer contacto con los que posteriormente continuarían llegando. He aquí otro de los motivos por el cual algunos eligieron el pueblo de Quart como destino: la posibilidad de encontrar en él familiares que los ayudaran y acogieran, pero también encontrar trabajo. Por lo tanto una de las primeras teorías que barajé antes de comenzar la investigación se vino abajo. Creía, en un primer momento, que el crecimiento urbanístico de Quart de Poblet estaba relacionado con las procedencias, por lo que existirían calles o zonas donde se agrupaban castellanomanchegos o andaluces, pero no fue así. El crecimiento estuvo vinculado a periodos de tiempo (años) indistintamente del lugar del que procedieran.
A continuación vais a poder ver a través de dos fotografías tomadas en distintos años de un mismo lugar para comprender y visualizar la rapidez del proceso constructivo de estos años. Se trata de la calle Marqués de Solferit en 1969 y la misma calle en 1974. Se puede ver sin problemas el drástico cambio en apenas cinco años.
La misma esquina y la misma calle. Calle Marqués de Solferit.


El círculo que rodea la zona más grande en el mapa se corresponde al núcleo original del pueblo y el punto rojo pequeño a la calle Marqués de Solferit donde se ubican nuestras dos fotografías seleccionadas. La primera del año 1969 aún conserva la vegetación que se extendía por ambos lados de la acequia y que cortaba la calle actual. Cinco años después parece incluso irreconocible la zona, que ha sufrido las consecuencias del cambio y del crecimiento. La acequia, aunque ya no aparece en la fotografía se encuentra bajo el suelo y sobre ella se levantan las viviendas. Actualmente en ese mismo espacio se encuentra el Mercadona. Son varias las anécdotas que algunos de los inmigrantes nos han contado de esta zona. Por lo visto fueron varios los accidentes que se produjeron en la acequia que cruzaba estas calles y donde jugaban los niños. La falta de seguridad del sitio y cercanía de las viviendas a este punto supuso el fallecimiento de algún que otro niño que murió ahogado en ella.
Las personas que fueron llegando fueron poco a poco instalándose en las zonas inmediatamente contiguas al núcleo urbano y así sucesivamente en los años posteriores a estos. Ya adentrados en 1960 el crecimiento fue asombroso y se fue configurando el resto del espacio del pueblo. En un primer momento el crecimiento urbanístico se extendió hacia ambos lados del casco urbano primitivo, es decir hacia el este y oeste;
posteriormente (y teniendo en cuenta que Quart de Poblet limita con el río por el norte) el crecimiento se expandió hacia el sur. Como resultado, además de un cambio de las zonas ya urbanizadas, supuso también la aparición de los Barrios. Hablaremos del conocido Barrio de la Cebollera nombre que recibió, como han contado algunos de los entrevistados, por haberse tratado de un terreno donde se cultivaba la cebolla. Algunos de los que vivieron su infancia en la zona me relataron y describieron cómo había sido y recordaban la existencia de Ceberes (construcciones similares a casetas donde se cultivaba la cebolla) por los campos de esa zona.
Las nuevas zonas urbanas del pueblo que se encontraban algo más alejadas del centro de Quart llegaron a considerarse zonas marginales. El aislamiento por la distancia y la ocupación de la zona por inmigrantes que llegaban de diferentes lugares de España fueron los factores que promovieron el concepto de zona marginal. Hay que tener en cuenta que estaba siendo poblada por completo por gente que procedía de fuera y la mayoría sin demasiados recursos. Esto podía provocar esta primera impresión de lugar marginal y de las gentes que en él se asentaban hasta que evolucionó la zona y se anexionó al conjunto del pueblo. Pero no olvidemos que algo similar había ocurrido ya antes en la Avenida de San Onofre, oscura y algo apartada.
Al núcleo urbano se le sumó también en estos años el crecimiento del Barrio del Cristo (en el término Quart-Aldaia) y el Barrio de San Jerónimo. Estos, apartados del casco urbano, se consideraron también zonas marginales. Hecho que tuvo que ver más con la lejanía y aislamiento que por ser realmente espacios con ese carácter. En el caso del Barrio del Cristo su origen se remonta a poco tiempo antes de la gran oleada (a los años 1930) donde se habrían asentado algún grupo de personas en el terreno más o menos adaptable y habría crecido considerablemente en extensión y población con la llegada de los inmigrantes en las décadas siguientes. Muchos antiguos vecinos de Cuenca habrían encontrado en este barrio su nueva residencia al igual que aquellos procedentes de Albacete que son más numeroso en las zonas periféricas que en propio núcleo urbano de Quart de Poblet. También en el Barrio del Cristo se encontraría un porcentaje alto de andaluces, concretamente llegados desde Jaén, e inmigrantes valencianos del interior. Una de las entrevistadas nos contaba como al comienzo los gitanos levantaban chozas en este lugar y como el Ayuntamiento iba y se las derruía, para después volver a levantarlas.
El Barrio San Jerónimo sin embargo es mucho menor en extensión. En él predominaron los inmigrantes manchegos. No fue tan marginal según los vecinos entrevistados pero nuevamente su lejanía y aislamiento le otorgó cierto carácter marginal. Ambos lugares se mantuvieron durante un tiempo alejados del pueblo y por ello han sido considerados (especialmente en sus primeros años) lugares subdesarrollados frente al centro urbano de Quart que conoció una evolución y desarrollo más regular. A continuación los encontraréis ubicados en el mapa.
El resultado de todo esto fue un rápido crecimiento que siguió una base cronológica en su evolución urbanística. Los espacios iban siendo ocupados según el año en que se iba llegando, al mismo tiempo que las construcciones de viviendas se extendían hacia todos los lados posibles del casco antiguo de Quart de Poblet a una velocidad de vértigo. Y esto es lo que en un breve espacio habéis podido conocer desde una perspectiva más global.
Puede que muchos de los lectores que topéis con el artículo hayáis vivido o conocido de algún modo este proceso sin identificar el conjunto de lo que realmente estaba sucediendo en estos momentos, así espero que esto ayude a poder conocer un poquito más parte de la Historia de Quart de Poblet.
En el siguiente artículo nos adentraremos en las profesiones y en los pequeños comercios, de lo que quizás algo ya hayáis podido leer en los trocitos de investigación que estoy dando a conocer a través de los diferentes artículos, pero nos detendremos un poco más en ello.