Según las asociaciones Ecologistas en Acción y la Asociación Ciudad Sostenible, “el Pinar de Antequera es una zona especialmente protegida y por ello cualquier tipo de concentración motera es incompatible con la defensa de la flora y la fauna”.
Parece ser que a miles de pingüinos que se han manifestado hoy en Valladolid a favor de la concentración, estas declaraciones no tienen mucha importancia.
Divertirse un fin de semana, reunirse con otros moteros, acampar, beber, asistir a conciertos etc. es más importante que proteger el medio ambiente.
No estoy en contra de las concentraciones moteras, estoy en contra de que ciertas actividades se realicen sin pensar siempre en lo más importante que tenemos, que es la naturaleza.
A mí y a muchos, nos encantaría construir una casa en la línea que separa el mar y la arena de la playa, nos encantaría tener una casa árbol en medio del bosque más frondoso, nos encantaría acampar en los paisajes con naturaleza más pura etc. pero no es posible y por supuesto no pensamos manifestarnos por ello.
El Alcalde de Valladolid, arremete contra las asociaciones del medio ambiente exigiéndoles que den explicaciones especialmente a los hosteleros de la ciudad. Yo le puedo dar una respuesta a León de la Riva desde mi experiencia. Sí, los beneficios que reciben bares y restaurantes en estas fechas son mayores que otro fin de semana cualquiera, la diferencia está en que los camareros de estos establecimientos trabajan el doble o incluso el triple, por el mismo sueldo. Es decir, los que se llevan la recompensa son los de arriba, y no los que se rompen la espalda cocinando, atendiendo o transportando la bandeja. Por lo tanto, yo preguntaría a estos trabajadores si les parece tan horrible la idea de cancelar o trasladar esta concentración motera, dejando a un lado la opinión de los empresarios de la hostelería.
He visto mucho menos movimiento en las calles cuando Cospedal ha retirado ayudas a personas discapacitadas, que hoy en Valladolid defendiendo una reunión de tres días a dos ruedas. Sigo diciendo que este país me preocupa, y mucho.
Que nadie me acuse de aguafiestas, me encanta que la gente disfrute y se divierta, siempre y cuando no dañe lo que tiene a su alrededor, y en este caso, en Pingüinos, se daña ni más ni menos, aquello que todo nos lo da, que es el medio ambiente.