Desde que conozco su gestión pública, he pensado y dicho que es uno de los personajes de la política española que más credibilidad inspira y la mayoría en mi entorno ha apoyado mis halagos hacia Ud.
Su expresión corporal, la entonación que utiliza, la seguridad que emana da imagen de rectitud.
Por otra parte, quiero agradecer profundamente el apoyo que ha dado a la recuperación de la democracia en Venezuela.
PERO lo ocurrido respecto a su Maestría ha dejado mucho que desear.
Como sabe, la credibilidad que los ciudadanos tenemos en los políticos está muy resentida. Es urgente que no se siga deteriorando para no perder la democracia como ocurrió en Venezuela.
Lamento que sea Ud. una de las afectadas, pero existe la imperiosa necesidad de que se castiguen las irregularidades, sea quien sea el que las cometa.
Esperaría del PP y del presidente de España que se le impusiese a los involucrados en el caso de su Maestría, al menos una ejemplarizante sanción. En cambio, parece que se quiere seguir toreando la situación hasta que aparezca otra noticia más mediática que acapare la atención del ciudadano. Esta actitud hace pensar que cualquier día es él quien estará acorralado.
Los ciudadanos queremos comprobar que los políticos tienen palabra y no palabrería.
SE LE AGRADECERÍA que fuese consistente con frases dichas por Ud. como las siguientes:
“Si cualquier representante público de mi partido resultara imputado en el curso de una investigación judicial, seré contundente”.
“La suma de crisis económica y corrupción política ha sido una tormenta perfecta que ha traído una desafección hacia la política”.
Se le atribuye también esta frase «Un representante público debería dimitir por mentir de forma reiterada”.
Y si no es posible localizar, ni por escrito ni en digital, su trabajo de fin de Maestría y no ha mostrado las evidencias necesarias para sustentar su inocencia, Ud. ha mentido. En lugar de presentarse como víctima con argumentos falsos, sea valiente afrontando las consecuencias. También fue decepcionante ver el anillo de seguridad que ha contratado para protegerse de los periodistas.
SE LE AGRADECERÍA RECONOCER PUBLICAMENTE QUE…
SU MAESTRÍA FUE REGALADA.
HA COMETIDO UN AGRAVIO A LA CULTURA DEL ESFUERZO.
OBTUVO UN BENEFICIO GRACIAS A SU INFLUENCIA EN EL PARTIDO DE GOBIERNO.
HA COMETIDO UNA FALTA DE RESPETO A LO QUE ES DE TODOS LOS ESPAÑOLES.
HA CONTRIBUIDO A DEBILITAR IMPORTANTES BASES DE LA DEMOCRACIA COMO SON: LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y LA CREDIBILIDAD DE SUS INSTITUCIONES.
Sra. Cifuentes, NO ES ACEPTABLE QUE UD. PRETENDA SALIR ILESA DE ESTA SITUACIÓN.
Es impactante que, según el análisis de expertos, su gestualidad no le ha delatado durante los actos en los que defiende lo indefendible. Esto es una comprobación de que los políticos tienen mucha práctica mintiendo, saben ocultar MAGISTRALMENTE las falsedades o recurren al “Y TU MÁS” sin importar el deterioro de la democracia y sus instituciones, que con simples “DISCULPAS” no se recupera, suponiendo que los principios y valores democráticos estaban englobados en su pedido de “perdón”.
Incluso al pedir disculpas, le queda a la otra parte una carga inmerecida.
Claro todo esto si no me engañan los medios que he visto y que consulté, ni mis sentidos porque ya no se puede creer en nada.
“Disculpas” ante los riesgos de perder la democracia NO es suficiente.
Ese “arrepentimiento” es desproporcionadamente inútil, así como lo es, de parte de algunos hombres musulmanes que desfiguran a sus mujeres sólo pedir perdón porque lo único que se les exige sus leyes.