Y ahora resulta que «de la basura vamos a sacar energía», nos dice Mancera: «hagamos con terrenos perdidos Universidades».
Ante el panorama de «El Peje» contra el sistema político del gobierno Mexicano, surge la necesidad histórica, (gran compromiso del buen manejo del hoy), de arrancar el mal gobierno desde sus raíces; y, a la vez, preciso es desligarnos de la posibilidad del populismo mágico de Andrés López Obrador.
Y surgió la iluminación, dentro de mi densa angustia por la sobre vivencia de México, Mancera resultaba actuar bajo el manto de su estatura sin complejos, concretada en horizontal mirar sin soberbia, él era, frotándose las manos, de carácter reflexivo programador; activó en el ejercicio de gobierno lúcido y batallador por la Ciudad de México.
Yo, en el instante creí en Mancera, con urgencia nacional. Vi en él una oportunidad histórica para México, porque hay luz tras la desesperanza y la angustia surge con el deseo de que al fin salgamos -los que somos Mexicanos- de los errores e impericias del pasado.
¡Percibí que lo hacía con amor al pueblo, sin exceso en la ansiedad del elogio personal!
Y yo, que en mi locura privada me consideraba admirador de Don Juan y de las místicas mexicanas, a las que consideraba culminar, todas, en el misterio de Quetzalcóatl, yo, el enamorado del Elogio a la Locura, creyente fiel de El Derecho social.
Yo el seguidor de Descartes, pues en su razón y en usó de su herencia vivo, y creo, para crear el beneficio social del valor adquirido y del liberalismo (económico y político).
Yo el operador de mi libertad con el criterio, ante mi Estado y Sistema.
Yo, el admirador de Los Estados Unidos y más férreo crítico, yo el adorador de la Francia y lo que le creció en naciones democracia con el arribo del pueblo como protagonista de la Historia.
Mancera entiende el oficio y se rodea del consejo de los mejores
Arribo conquista catarata, con millones de protagonistas.
Yo, en el instante creí en Mancera, con urgencia nacional. Vi en él una oportunidad histórica para México, porque hay luz tras la desesperanza y la angustia surge con el deseo de que al fin salgamos -los que somos Mexicanos- de los errores e impericias del pasado.
Ese yo apartidista que practico me hace ver que Mancera entiende el oficio y se rodea del consejo de los mejores, siento que entiende que ser el eje de la rueda es ser el indispensable responsable, ocupado para percibir y entender todas y cada una de las partes de la rueda; para darles vuelta y llevarlas hacia un mejor futuro .