Los mentirosos y las cartas marcadas
Fuente imagen: https://www.elespanol.com EFE

Como buenos mentirosos
solo juegan con cartas marcadas. Lo vienen haciendo desde las profundidades de
nuestra historia. De hecho, buena parte de las perversiones y enfermedades que
llevamos a las tierras americanas, africanas y asiáticas, sólo lo confirman.

Para que hablar de los
beneficios de los botines de guerra: “todo atado y bien atado”. Sólo saben
navegar en las aguas de los sobornos y los privilegios. Con oposiciones
amañadas para ocupar cargos clave en la administración o en la justicia que, en
la soberbia seguridad de su impunidad confesaron más de una vez los dirigentes
políticos de turno. Las tramas criminales necesitan de cómplices leales a sus
fines mezquinos. El talento no se premia. Sólo la picaresca y el oportunismo. Los
títulos sin esfuerzo ni méritos. El resto, ya tal.

En ese contexto medran
otras organizaciones parasitarias que crecen y se consolidan a la sombra de las
peores prácticas en el ejercicio del poder. Los perversos necesitan de sus
bendiciones para atemorizar a las gentes simples y serviles. Por ello los
maestros fueron un objetivo del plan de los genocidas. Les temen a los pueblos
ilustrados y honestos. Necesitan de la sórdida oscuridad de la ignorancia para
consolidarse. De monjas que robasen bebés de madres desamparadas.

Los ciudadanos
deshonestos, tanto políticos como empresarios, de esta categoría no saben hacer
patria. Procuran obtener monopolios territoriales o por servicios para medrar a
su amparo. Se preocupan de controlar o desmantelar a los organismos de control
de sus operaciones. También de las dirigencias políticas e institucionales.
Ellos son España. El resto, no.

Elíjase el sector que se
desee. Autopistas, con sus rescates indemnizaciones, peajes y vuelta a empezar.
AVE, con la implantación de una red innecesaria mientras el territorio sigue
incomunicado. Banca, con sus beneficios ilimitados y su fiscalidad off shore.
Eléctricas, sin regular y sin permitir una auditoría de costes que supervise
las tarifas. Petroleras, con acuerdos tarifarios espúreos. Gasíferas, otro
tanto. Comunicaciones, mercado más competitivo, pero receptor de las bases de
datos controladoras de las tendencias sociales, electorales y comerciales.
Mediáticas, aquí para que hablar de la cobertura nacional de Radio María. Del
deterioro planificado de RTVE mejor no hablar. Educación, con el respaldo a la
concertada confesional en desmedro de la pública laica.

Sin mencionar la
desprotección ciudadana que dejan de manifiesto las cintas de Villarejo, en la
que asegurar tener la capacidad de manipular a la justicia. Este comisario es un
típico producto del régimen. También podríamos atender a lo que da a conocer en
su trabajo “El libro
negro”
en dónde explica
cómo falló el Banco de España a los ciudadanos
, el periodista Ernesto Ekaizer. Según un adelanto,
este prestigioso especialista narra paso a paso el hundimiento de parte del
sistema financiero español. Así como las advertencias de los inspectores fueron
despreciadas por las autoridades de control y supervisión. Las cartas marcadas
de los mentirosos y sus cómplices.

Por los
últimos acontecimientos, la estructura de la Justicia tampoco nos desmiente.
Los archivos y reaperturas de las causas que afectan a empresarios, políticos y
ciudadanos, no hacen más que generar una alarma social inaceptable. Véase el
historial de algunos macroprocesos.

Los mentirosos y las cartas marcadas rompen
España. La dividen los agravios y las injusticias. Pero sobre todo, la
impunidad. Entonces, luego, les temen a que los ciudadanos confirmen a una
monarquía inviolable. No sometida a derecho. Los resultados son obvios.

Sobre la impunidad nos decía Sófocles:“Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.” 

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