¿Qué podemos hacer las personas que no estamos conformes con las situaciones tan terribles y disparatadas que están ocurriendo en nuestro Planeta, causadas por la ambición, la soberbia y la poca inteligencia del hombre?
La destrucción de la Naturaleza, que empezó con el uso y abuso de las energías no renovables, sucias y contaminantes, carbón, petróleo, gas natural y con la energía nuclear del uranio radiactivo, tan peligroso para los seres vivos, ha desencadenado un cambio en nuestro Clima, de consecuencias irreversibles en la actualidad.
Los países inmersos en batallas continúas, no se dan cuenta que la guerra final, la ganará la Naturaleza cuando el nivel del Mar alcance alturas imprevisibles, cuando los incendios no se puedan controlar, cuando haya períodos de sequía interminables, seguidos de lluvias torrenciales que arrastran parte de la tierra al Mar, cuando los tornados destruyen poblaciones…millones de personas morirán, otras se desplazarán a zonas más altas, pero la escasez de recursos traerá hambre y enfermedades y muerte.
Pero los mandatarios, los supuestamente dueños del Planeta continúan con sus guerras, sus misiles supersónicos, su producción de armamento nuclear, para demostrar al mundo que el dueño del Planeta es, el que más armas tiene( para qué más, si podrían destruir varias veces el mundo con el armamento actual), no son inteligentes, para qué más armas, podrían destruirnos varias veces?
Mientras ellos se insultan, se amenazan, se matan… destruyen parte de la Naturaleza y a sus seres vivos, las personas que estamos en contra de esta barbarie, nos preguntamos, qué podemos hacer, qué podemos decir y dónde podríamos ir?
En otras épocas, mucha gente que no estaba de acuerdo con la sociedad, se marchaba a otro país, se hacían anacoretas, monjes de clausura o se adentraba en el campo lejos de la «civilización», pero en la actualidad, ¿dónde podemos ir?
Vivimos en un mundo globalizado dónde no puedes decidir qué vida quieres, ni siquiera los gobernantes de los países de la Tierra pueden tomar decisiones independientes de los demás, hay que seguir unas normas impuestas por un Capitalismo brutal, que ha puesto por encima del hombre la «Economía».
Ya no importa mercantilear con la Salud,no se respeta la Cultura, no se respeta la Naturaleza ni el Medioambiente ,ni los Derechos Humanos…solamente se busca Poder y Dinero; estas son las dos finalidades y ambiciones a las que se aspira en la actualidad.
Los medios de comunicación, nos demuestran cada día, con qué facilidad ganan algunas personas el dinero, con engaños, negocios fraudulentos, aireando los trapos sucios propios y ajenos, calumniando, difamando…un mundo diferente al que nos enseñaron nuestros padres, los valores que aprendimos de ellos, respeto, amor al trabajo, bondad, solidaridad, justicia, paz, compañerismo, amor a la Naturaleza…y ves que cada día van desapareciendo, ves que no se respeta a los ancianos, que da igual en qué condiciones viven, ves que da igual que familias se queden en la calle, ves que da igual que niños y ancianos pasen frío y hambre…ves el individualismo y el materialismo brutal en el que nos han metido casi sin darnos cuenta, parece mentira pero mucha, mucha gente, a las cosas y a las personas les servimos para usar y tirar.
Dónde está el cariño, el afecto, la cordialidad, la empatía… han desaparecido sin darnos cuenta, de nuevo la TV, los medios de comunicación nos ganan la batalla.
¿No podemos cambiar ésta infame y desilusionante vida por una mejor?
Creo que sería posible y vendría de manos de la EDUCACIÓN, no hay otra forma de cambiar el mundo si las Naciones no cambian su sistema educativo.
Algunos países avanzados como Finlandia, Suecia… están más avanzados en Educación, son más solidarios, cuidan más el Medioambiente, disfrutan, conviven y cuidan más la Naturaleza, son más pacíficos, más respetuosos, menos egoístas, más empáticos…y más felices.
La Educación es la única posibilidad de cambio a otro mundo mejor.
A las personas que no nos gusta este tipo de vida, somos personas incomprendidas, a las que nos llaman raros, rojos, enemigos, extraños…
Cuando no te gustan sus normas, quedas excluido de la Sociedad.
A veces, dan ganas de meterte en tu pequeño mundo, en tu pequeño refugio, con tus árboles, con tus plantas, tus mascotas y tu gente y olvidarte del mundo que te rodea, pero no lo haces porque tienes generaciones que vienen detrás y tienes la obligación de transmitirles los valores que a nosotros nos dieron y luchar dentro de nuestras posibilidades, de dejarles un futuro dónde puedan vivir.
No es una utopía, si nos lo proponemos, otro mundo es posible.
Ana García Díaz