No estaba prevista aún la llegada al mercado de la sorprendente novela de misterio e intriga “LOS CUSTODIOS DE LA VIRGEN”, de Carlos Felipe Martell. Pero Nova Casa Editorial decidió apostar por este original autor y por su magnífica obra dedicada a las más importantes fiestas de la isla en la que nació.
El próximo viernes día 15 de Mayo, Los Custodios de La Virgen aterrizan en la Isla Bonita. La Palma espera ansiosa este evento que parece el telón de unas fiestas que durante cinco años son esperadas con ilusión por todo un pueblo dispuesto a homenajear a su Patrona y a reencontrarse con familiares y amigos que regresan desde cualquier rincón del planeta para sumarse al homenaje.
Carlos Felipe Martell, es uno de ellos. Y él se suma de dos maneras diferentes: Volviendo a casa para el reencuentro y trayendo consigo una joya, un regalo para la isla y para su Patrona: Los Custodios de La Virgen.
Aunque el protagonista de la obra es Isidro León, personaje ya conocido por todos los que tuvieron ocasión de leer la primera y exitosa novela de este autor, Los Privilegiados del Azar, lo cierto es que La Señora, Nuestra Señora de Las Nieves, es la singular protagonista de toda la historia que nos cuenta esta “leyenda disfrazada de historia” (me atrevo a usar palabras de mi querido y recordado Luis Cobiella, en suCarro Alegórico y Triunfal de la Bajada de La Virgen de 1975 en el que tuve el honor de intervenir).
Pasarán por estas páginas, además de La Señora, los Custodios, los Enanos, el alcalde de la ciudad, el cura de Las Nieves y todos los personajes que de un modo u otro están ligados a la isla y sus lustrales fiestas. Con tan originales personajes, poco dados a protagonizar novelas de intriga, la polémica está servida.
El eterno vínculo entre la capital isleña y el teatro, hacen que el marco adecuado para la presentación de esta intriga sea el histórico y hermoso edificio del Teatro Chico, el más bello ejemplo del amor de los palmeros por el espectáculo, en su día construido sobre un antiguo hospital y dedicado a las musas griegas de la Danza (Terpsícore) y la Tragedia (Melpómene).