Es indudable que las redes sociales se han hecho dueñas de la vida de muchas personas, gente que ha cambiado hábitos de su vida desde el aumento de popularidad en las redes sociales. Gente que se despierta por la mañana y lo primero que hace es leer sus redes sociales o lo último antes de irse a la cama. Gente que ha cambiado su vida social con sus amigos en bares de tapeo o cañas por ir a un bar con sus amigos y comunicarse con los mismos mediante Whatsaap, Facebook o Twitter.
Es fácil ver en redes sociales como Instagram, niños con no más de 13 o 14 años subiendo unas fotos de dudosa integridad.
Está claro que las redes sociales han cambiado nuestra vida, por supuesto, cada persona es un mundo, habrá gente más fanática y gente menos pero lo que está claro es que, nuestra vida social, ha cambiado desde su llegada.
Aún conscientes de todo esto, siempre hay una historia que nos hace pensar que esto ya se nos está yendo de las manos en muchos casos y no hablo de niños de 12 años que tienen perfiles en redes sociales siendo menores de edad y poco conscientes de la repercusión que tiene Internet y, por consecuencia, de sus peligros porque, al final, detrás de cada niño hay un padre o una madre que permite o no que esto suceda, evidentemente, aceptando las consecuencias que esto pueda tener cuando tu hijo suba ciertas fotos comprometidas a las redes sociales, que las hay.
Es fácil ver en redes sociales como Instagram, niños con no más de 13 o 14 años subiendo unas fotos de dudosa integridad.
¿Se nos está yendo o no de las manos las redes sociales?
Pero repetimos que, al final, esto llega un punto que deja de sorprendernos o extrañarnos porque cada padre o cada familia educan a sus hijos con unos valores tan respetables como los demás.
Ahora bien, hay cosas que no nos explicamos. Hace escasos meses en Minnesota se registra un robo en un domicilio familiar, algo muy típico además en estas fechas, cuando la policía llega, pronto descubre que el ladrón no era lo que se puede decir muy profesional pues había errores, por llamarlo de alguna manera, bastante impensables como, por ejemplo, que había robado ropa y se había cambiado en la propia casa dejando toda su ropa en el suelo.
Nuestros amigos de la serie de televisión de CSI no hubieran necesitado nada más, el ADN de la ropa hubiera terminado con el capítulo rápidamente pero, aunque no lo creas, algo mucho más absurdo descubrió al ladrón.
Después de desvalijar la casa, usó el ordenador familiar para conectarse a la famosa red social Facebook, no se sabe si se le olvidó cerrarlo o la familia lo sorprendió y salió corriendo sin poder cerrarlo.
El ladrón de 26 años fue identificado y se enfrenta a diez años de cárcel.
¿Se nos está yendo o no de las manos las redes sociales?