En la actualidad en España como consecuencia de las políticas de ajuste neoliberal, hay 1.400.000 menores que viven en situación de pobreza severa, y 2.200.000 en riesgo de pobreza. Es no lo da a conocer una fuente comunista ni antisistema, lo afirma el Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil. En su informe define a la situación como “pobreza infantil estructural”. El aumento constante de la desigualdad en el reparto de la riqueza en España la ha convertido en hereditaria. Esto es anticonstitucional. Esta es una de las matemáticas del horror que se empeñan en ocultar.
De no tomar medidas para remediarlo, en 2030 la infancia en España seguirá estando mucho más expuesta que otros grupos de edad al riesgo de pobreza o exclusión social, según Save the Children. La Conferencia Episcopal invierte más en su red mediática que en paliar esta barbarie del sistema con los fondos de la X.
«Estamos comprometiendo seriamente el desarrollo de estos niños como seres humanos y al mismo tiempo negando oportunidades a 2,2 millones de ciudadanos, condenados a la dependencia en el futuro«, según Andrés Conde, director de Save the Children España. Esto rompe España.
La cuestión educativa es otro indicador. Desde 2007 hasta 2017, según los últimos datos consolidados, el total en todo el Estado que se dedica a la Educación ha subido un 4,6%. Esto, según datos que el Ministerio de Educación publica en el Sistema Estatal de Indicadores de la Educación (SEIE). Desglosando, la escuela concertada ganó un 25% de financiación, mientras la pública quedó casi congelada: sólo aumentó un 1,4%. Luego nos sorprendemos de la marginalidad y el fracaso escolar. Se está desmantelando la educación pública. Son cifras concluyentes.
Como las de que sólo en Madrid, un total de 21.902 dependientes aún no hayan recibido la atención domiciliaria que ya se les había reconocido, o la plaza en un centro de día o una residencia a la que tenían derecho. Estas esperas configuran una ecuación que mata. Desde 2017, 12.000 madrileños han fallecido sin recibir la ayuda solicitada. Estas matemáticas del horror subyacen tras el modelo del saqueo privatizador de la ultra derecha.
En el total del estado no se puede aceptar el dato trágico de que 80 personas mueran cada día sin recibir los servicios. Paradójicamente, «... no mueren por falta de aplicación de la ley, pero sí con una vulnerabilidad mayor y con una falta de dignidad y de calidad de vida en su etapa final«, ha denunciado el responsable de la asociación, José Manuel Ramírez en el informe del Observatorio de la Dependencia.
En las matemáticas de la Sanidad, la privada mueve en España 30.000 millones, un 30% del total, y ha encontrado en los seguros una nueva vía para crecer. Sector en el que los grandes bancos y fondos buitre operan con grandes beneficios a costa de precarizar a los profesionales y a cubrir sólo la salud de aquellos que tienen medios para atenderse. Más matemáticas del horror.
El gasto sumó en 2016, últimos datos oficiales disponibles, más de 100.000 millones: un 71% lo ponen las Administraciones a través de los presupuestos de las comunidades autónomas. El otro 29%, 29.300 millones, es desembolso privado, es el dinero de bolsillo para su pago. Hace 10 años la proporción era sensiblemente distinta: el 76% procedía de los presupuestos y un 24% de los particulares. Los recortes mermaron los presupuestos en 9.000 millones de euros entre 2009 y 2013. Así el deterioro afloró en las encuestas de satisfacción ciudadana, tras el aumento de las listas de espera, el copago y la externalización de servicios.
El presupuesto de las Administraciones para la salud creció un 2,6% de 2013 a 2017, el gasto privado también lo hizo demostrando que es un negocio. Con el copago de medicamentos, los servicios médicos extrahospitalarios, etc… Todo con el amparo de gestores comprometidos con los grandes grupos de la sanidad privada. Poco se dice de las víctimas de esta política de recortes.
Es hora de corregir esa ecuación del horror con un cambio de modelo.