La revolución green del sentido común está cambiando el mundo

El documental ecologista Demain  debería ser de visión obligada para todos los públicos

Tras dos horas de documental el público en la sala rompió en una ovación cerrada. Noté que una combinación de emoción, admiración y  esperanza flotaba en el ambiente. La gente salía del cine en silencio pero con una sonrisa en el rostro. No, no acabábamos de ver una comedia, sino un documental, y encima con el epígrafe de ecologista. A priori uno puede pensar, menudo tostón, yo misma es lo que pensé segundos antes de entrar en la sala, esto es, “a ver si aguanto dos horas de discursito verde”. Al final del docu mis ignorantes prejuicios quedaron hechos añicos, y mi reacción fue de entusiasmo, casi de éxtasis…quería convertirme en activista en ese preciso instante. Mi corazón se volvió e color verde inmediatamente después de presenciar esta joya audiovisual. Me di cuenta que ser ecologista no es sólo separar bien la basura, comer poca carne o productos ecológicos, reciclar o reutilizar. No, ser Green abarca muchas más cosas tan imprescindibles e importantes como la política, la democracia, la economía o la agricultura. El movimiento ecologista es la respuesta para frenar el desarrollo depredador capitalista donde el dinero y el beneficio son los únicos valores. Háganse un favor y vean Mañana, por ustedes mismos, por sus hijos, por la humanidad, por el planeta.

 El documental se estrenó en Francia el pasado diciembre con una tibia acogida. No obstante se convirtió en un fenómeno en el mundo marginal de los docus. Actualmente se puede ver en 30 países, y se proyecta en 130 salas sólo en Francia. Es evidente que ha superado todas las expectativas de los arriesgados productores que invirtieron dinero en semejante producto tan poco comercial como podría sensatamente parecer un documental ecologista. Pese a la carrera meteórica de este docu, el éxito no será tal si realmente no consigue que las cosas cambien aún más de lo que están cambiando.

Mañana nos muestra como muchas personas en diferentes puntos del planeta están poniendo patas arriba el crítico estado del bienestar capitalista. Pioneros, gurús, visionarios que con su ejemplo nos incitan a seguirlos por el bien de nuestro futuro. El documental comienza con datos catastrofistas sobre el futuro de la humanidad, visión basada en un estudio de la revista Nature que anuncia la destrucción en el 2100 si no se pone remedio a este crecimiento salvaje sin sentido. Reputados científicos advierten que el sistema va a explotar si antes no lo cambiamos. ¿Pero cómo cambiar el estado de las cosas? Se acabó el tiempo de quejarse de los políticos, hay que actuar. Mucha gente lo está haciendo en India, Finlandia, San Francisco, Detroit, Francia…Las viejas ideas se están reciclando para dar lugar a una globalización local que es la base del cambio, a una agricultura que respeta la biodiversidad, a una democracia con participación real de sus miembros, a una educación activa. Cabe señalar que estos cambios revolucionarios que no están basados en ninguna ideología o corpus teórico, sino en el puro sentido común, en la ecología y en los valores reales de la denostada democracia.  Por eso es tan fácil compartir esta causa porque sólo basta con tener dos dedos de frente para convencerte que hay que hacer las cosas de otra manera.

La revolución green del sentido común está cambiando el mundo

Vamos a concretar. El documental empieza hablando de la base de la economía y la alimentación: la agricultura. Propone acabar con el monocultivo, el consumo masivo de carne o cereales. Y es que los monocultivos favorecen las exportaciones, es decir transporte masivo que emite gases contaminantes a la atmosfera cada segundo. Asimismo el monocultivo favorece el agotamiento de la tierra, el uso de fertilizantes, los pesticidas y por ende el consumo de los productos transgénicos. Agricultores del norte de Francia han demostrado que en menos hectáreas de cultivo se puede producir más alimento y de calidad. El cultivo de varias especies vegetales en la misma zona crea un ecosistema donde las plantas se ayudan entre ellas proporcionando humedad a cabio de sombra y asi en relación simbiótica. Estos ingenieros vegetales han desarrollado campos de cultivo biodiversos la clave para no desgastar la tierra, ni usar química para cultivar. Así que la solución es consumir productos de proximidad y de temporada. Solución muy sencilla a un problema de consecuencias nefastas.

En materia de economía se habla de economía circular con globalidad local. Otra vez tenemos que potenciar el poder de la comunidad local. Gracias a este documental me he enterado que en algunos pueblos de Inglaterra existe una cosa que se llama moneda local o complementaria. Una comunidad que proporciona los productos y servicios que necesitan sus habitantes acuñan su propia moneda para intercambiar bienes y servicios entre ellos. Un sistema que favorece las relaciones sociales, la cohesión del grupo y reduce el crédito, el enemigo del sistema. A la pregunta a un gran economista de Harvard sobre la causa de la crisis, la respuesta es muy clara: el crédito. Se enriquecen los bancos que a su vez apoyan a las grandes multinacionales, y de todos es sabido que los políticos lo que hacen es perpetuar este sistema.

La revolución green del sentido común está cambiando el mundo

Pero señores esto no va a durar siempre. En India, por ejemplo, están llevando a cabo una verdadera revolución social y política en un pueblo del subcontinente. Asambleas semanales y eliminación del sistema de castas, el menos democrático de los sistemas. Sí se puede cambiar, pero el cambio lo tiene que hacer el pueblo, la gente.  En Detroit tras la crisis que cerró fábricas de automóviles, sus habitantes se unieron para diseñar y construir huertos urbanos para abastecer de alimento la ciudad. En San Francisco el material de residuos orgánicos se recoge para elaborar compostaje para abonar los huertos de las afueras de la ciudad. En esta ciudad existen sanciones y multas por no separar bien la basura. En Copenhague se ha conseguido que el 75% de la energía consumida provenga de sistemas sostenibles renovables como la biomasa o la energía eólica y solar. El ciudadano de a pie ha reducido a la mitad el importe de la factura de la electricidad. Prácticas sostenibles para el medio ambiente y el bolsillo.

Estos son algunos de los ejemplos que se explican, pero hay muchos más. Ejemplos que tienen que ser un referente y un motor para empezar a construir el mañana desde hoy. Mañana te toca la conciencia y el corazón, y consigue con mucho optimismo dibujar un futuro esperanzador, más humano, más ecologista, más comunitario, más local. Mañana nos propone un futuro donde el capitalismo global se acaba.  El horizonte es de color verde, aunque no será fácil, lo sabemos, derrotar al viejo sistema anti ecologista y antisocial. El Mañana empieza a cambiar desde hoy. Únete!

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