Estoy ya un poco harto estos últimos días de todo esto del perro, el ébola, el virus y la madre del cordero.
Si no recuerdo mal, hace ya meses que personal sanitario español anunció que no estábamos preparados para recibir a personas infectadas por el ébola en nuestros hospitales. Solo los militares tenían el equipamiento adecuado. Nadie les quiso escuchar. Dejo eso ahí en primer lugar.
Ahora, al cabo de un tiempo, una enfermera acaba infectada de este terrible y temible virus. Nadie escuchó las voces que decían que no estábamos preparados, pero claro, no se montó ningún circo mediático en torno a ello en su momento. Esto en segundo lugar.
Vamos con la tercera. Tenemos a una enfermera con ébola en el país. Ha seguido viviendo, tratando con personas y caminando por la calle y lugares cerrados. Pero eso no parece importarle a nadie. Lo básico y transcendental es que dicen que hay que sacrificar a su perro. Tercera parte.
Se monta todo un circo mediático y social en torno a la no muerte de este perro. Además, un científico francés experto en el tema dice que mejor no sacrificarle, que hay mucho que aprender de ello. Por supuesto, una vez más, ni caso. Lo acaban matando. Cuarta entrega.
Después de todo el circo montado en torno al ébola, al perro y a la madre del cordero, nuestros fantásticos gobernantes deducen tras su “concienzuda” investigación que la culpa fue de la enfermera. Claro, tal como he leído hoy en otro blog, ¿de quién iba a ser si no? Ya echaron la culpa al piloto en el Yak 42, la crisis de ZP y todo tipo de problemas en los que nuestros magníficos representantes se han visto involucrados. Menos mal que les tenemos a ellos, que son infalibles y jamás erran. Quinta.
En definitiva, una vez más, nuestro gobierno actual hace caso omiso a las advertencias, acaban enfocando todo mal, sin prestar atención a los especialistas, los que saben, y vuelven a culpar a la madre del cordero. Siempre habrá alguien para que se le cargue el muerto.
¿Y nosotros? Nosotros enfangados en si se mata al perro o no mientras ellos hacen y deshacen a su gusto, destrozan nuestro país, nuestro mundo y nuestro planeta con complicidad inconsciente de quien les vota y les mantiene en el poder y nos tienen entretenidos y callados con estupideces, pan y circo. Si al menos nos dieran pan… pero ya ni eso.