En menos de 20 años la huerta de Valencia «como tal» desaparece. Estará en manos de grandes capitalistas.
Motivos; el agricultor no puede vivir con los precios que percibe por las cosechas, además de ser posiblemente España el país de la UE que más productos fitosanitarios tiene prohibidos, por contra en nuestros vecinos Marruecos, Egipto, Turquía etc., se tira de todo y nos lo comemos en España y la UE.
Qué joven va arriesgarse a ser agricultor y ganadero, para casi con toda seguridad, después de trabajar 3.000 horas al año, no gana 1.000€ al mes, es más posiblemente los pierda.
Aquel jardín, que aquella Directora General Dª Arancha Muñoz Criado, -persona magníficamente formada, estudió en la Universidad de Navarra y en la afamada Harvard, creo que tuvo poco tiempo para conocer desde dentro lo que planeaba- y sus Consellers Cotino, el Sandía y el que está o ha estado en la cárcel, querían «el jardín del Edén», para que los valencianos y visitante gozasen del panorama desde el mirador que se hizo por ser el sueño de un alto dignatario.
Desgraciadamente, ahí también tienen la culpa las grandes superficies, parece mentira, que el que rige y marca tendencias hoy en el mercado alimentario español y dentro de nada en el portugués (mi admiración y respeto ante ese matrimonio) y que a él lo han parido en medio de la huerta, para que compréis barato, eso sí, sin descontarlo de sus beneficios, aprietan tanto al agricultor y al ganadero, que cuando se jubilen los pocos que quedan, la huerta será un erial, eso sí, para entonces los políticos, que la mayoría no ven más allá de la punta de su nariz, pues han hecho de la política una profesión para vivir bien y no para ser servidores públicos, están elaborando leyes para poder expropiar a sus legítimos dueños, que no la trabajan porque no quieren, sino porque no les alcanza para vivir con la mínima dignidad.
Pero no tienen en cuenta la idiosincrasia del campo de la vega norte de Valencia, cuyas tierras se han adobado en el transcurso de muchas decenas de años, aportando arena del mar, y otros elementos, previo paso por las cuadras para que los animales las fertilizasen y que habría que amontonar los 30 o 40 cm superiores de cada campo para después de igualar, repartirla sobre el campo resultante y que para ello hacen falta decenas de miles de millones de € y que la propiedad actual, no dispone de las tierras bajo el mismo linde ni el capital, eso solo pueden hacer ellos, los multimillonarios y unos pocos más que necesitan la tierra, entre ellos los chinos para alimentar su población.
Después se lo venderán a los grandes capitalistas y las cosas cambiarán porque tendrán el poder, las relaciones políticas y económicas y los precios subirán, en sus manos sí que será negocio la producción tanto agrícola como ganadera.
Os tendréis que olvidar por ejemplo de la horchata de chufas de aquí, pues al remover las tierras para hacer grandes campos no servirán para producir chufas, eso sí siempre quedarán las de África, controladas por unos pocos y los precios serán prohibitivos para la mayoría de los que producen la deliciosa «Leche de chufas», de la que la inmensa mayoría, no saben que en un vaso de leche de chufas, eso sí, fabricada con buenas chufas, y que estén bien deshidratadas, para que no pierdan sus beneficiosas grasas, y en las proporciones adecuadas de chufas y una buena agua, azúcar etc., es ingerir gloria bendita.
¿Cómo se sale del agujero? Con investigación, innovación y pagando un precio justo. Con ello no sólo habría buenos y nuevos agricultores -un buen agricultor, además de que tenga pasión por el oficio, tarda más de 10 años en formarse, pues el campo no es sota, caballo y rey- ,sino que además se crearían muchos miles puestos de trabajo.
Pero también hay que manifestar el poco peso que tiene España en el mundo, menos que una paja.
A nosotros nos dan por el Este, Rusia(Crimea) y por el Oeste EEUU(Airbus), con la prohibición en un caso y las tasas elevadas en otro, y por el contrario Alemania sólo dejará de vender longanizas e Italia y Grecia ni eso.
Estimados compañeros, es aconsejable que pongamos un cepillo, igual que tienen las iglesias junto a los altares para las limosnas, y así cada valenciano, español o extranjero que vaya a ver nuestros campos que deposite su óbolo.