La crisis del PSOE y la gobernabilidad de España
Fuente: http://www.elconfidencial.com/ (REUTERS)

Los medios de comunicación, casi sin excepción, resaltan hoy el éxito del Partido Popular en las elecciones autonómicas de ayer en Galicia y quieren dar a entender que este éxito también les acompaña en las del País Vasco. No es así.

Las cosas siguen como antes. En Galicia gobernará el Partido Popular, como siempre lo viene haciendo. Las dos excepciones que hubo se lograron con presidentes socialistas,  que tuvieron que pactar con otros partidos para gobernar. Intentar una coalición postelectoral  contra el PP en esta comunidad es una pérdida de tiempo. Si la izquierda y los nacionalistas de izquierda quieren llegar al poder algún día, tienen que moderarse, dejarse querer, sí. Porque si no se moderan no los quiere el electorado. Para lograrlo han de pactar una coalición preelectoral con un partido moderado y experimentado como es el PSOE, pues, en caso contrario, no llegan nunca a donde dicen que quieren llegar.

Es decir, que el resultado de los populares en Galicia no es tanto porque lo hacen muy bien y tienen un candidato de cuidado, como que los que aspiran a retirarlo no son buenos, de hecho los tres de la oposición son nuevos, muy nuevos. La más experimentada era Ana Pontón, candidata a presidenta de la Xunta por el Bloque Nacionalista Galego, los otros dos son novísimos, uno de ellos contratado para la confrontación política poco antes de que comenzara la campaña electoral.

Lo dramático es que  dos de los tres partidos que quedan en la oposición están en crisis, BNG y PSdeG-PSOE, por la irrupción de Podemos en mareas. Los tres se dividen menos de la mitad de la tarta que queda y en lugar de cogerla entre todos  y lanzarla con más fuerza contra el enemigo a batir, se la comen a bocazos sin poder digerirlos. Pero la coalición hay que hacerla antes de presentarse a las elecciones, no después.

También resaltan hoy hasta la saciedad los medios de comunicación que el PSOE está en crisis y que tiene que decidirse por abstenerse y permitir un gobierno del Partido Popular. Es sorprendente que cuanto más se achica el partido fundado por Pablo Iglesias Posse, más se le requiere para que haya estabilidad en las instituciones. Es una contradicción digna de estudio.

No es cierto que las elecciones autonómicas de ayer en Galicia y el País Vasco se hayan manifestado contra el bloqueo institucional. Quienes esto dicen recalcan que es la culpa del secretario general socialista. Son afirmaciones interesadas y tergiversadas, que parten de un discurso mediático formulado por el Partido Popular y secundado por C´s, expectantes ante la posibilidad de que socialistas, podemitas y nacionalistas se alíen contra los conservadores y liberales.

No es cierto que el PSOE  tenga una crisis de liderazgo, pues no es solo de liderazgo, es más profunda y abarca más aspectos. El líder solo no está obligado a ganar elecciones, confianza y adhesiones. El liderazgo es delegado y se reparte entre los barones, como se encargan de recordarnos una y otra vez los medios de comunicación.

Finalmente, no es  cierto que Rajoy esté más cerca de la investidura que antes de las elecciones autonómicas de Galicia y el País  Vasco. Incluso lo tiene peor, pues el aliado natural del PNV en Euskadi es el PSE y los catalanes, independentistas incluidos, prefieren dialogar con socialistas que con los populares. Ya veremos.

© Áurea Sánchez

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