Indigestión de manzanas

Todos conocemos el popular refrán “A perro flaco todo se le vuelven pulgas” cuando a alguien, ya de por sí desdichado, la desgracia se ceba con él. Pero… ¿Qué pasa cuando el perro no es precisamente “flaco”?.

Pues este ha sido el caso de la gran compañía Apple desde que el día 19 de Septiembre se lanzarán sus anunciadísimos iPhone 6 y iPhone 6 Plus. Esta compañía consiguió vender, tan solo en su primer fin de semana a la venta, más de 10 millones de unidades de estos modelos que, por cierto, os recordamos que su precio es de 1000€ aproximadamente. El número de ventas ha sido su mejor noticia porque desde entonces todo ha sido una caída en picado.

La primera noticia que saltó en contra de estos nuevos modelos de iPhone es la de que se han dado algunos casos en los que estos, tras un uso normal de ellos como puede ser el de introducirlos en el bolsillo del pantalón, han comenzado a doblarse pero no como estos modelos de Smartphone que tienen esa funcionalidad adrede, no, se doblan simplemente porque tienen un punto débil en la zona de la botonera de volumen. A esto iPhone ha respondido que son casos aislados y que no es aplicable a todos los iPhone 6 que se han vendido, lo que, en resumen, quiere decir que “no lo guardéis en el bolsillo del pantalón y fin del problema”.


con la versión 8.0.1 los iPhone se quedaban sin cobertura y el Touch ID dejaba también de funcionar, convirtiendo los recién adquiridos iPhone en pisapapeles demasiado caros.


Cuando aún no habían terminado de calmar los ánimos en cuanto a este tema del iPhone 6 “flexible”, vuelve a surgir la polémica, esta vez, con su Sistema Operativo.

El 17 de Septiembre se lanzó el esperado iOS 8, sobre todo esperado por todo el bombo que le dan a sus productos estos de Apple. El 24 de Septiembre, una semana más tarde de su lanzamiento, Apple lanzó el iOS 8.0.1, para el que no lo sepa, este tipo de versiones que se sacan después del mismo sistema operativo son para arreglar posibles errores que hayan surgido en la versión padre, esto se utiliza mucho en la informática cuando, tras mucho tiempo de usar un sistema operativo, salen a la luz pequeños “cables sueltos” que no se había detectado en su momento.

Lo que no es normal es que después de tan solo una semana, ya haya un parche para arreglar errores, esto es algo que las grandes empresas como Apple o Microsoft están tomando por costumbre hacer, ponen a la venta sus productos sin ningún test de calidad y luego, conforme el usuario va protestando, van lanzando parches para ir arreglando el tema.

Sin embargo, esta vez, fue peor el remedio que la enfermedad pues, tan solo una hora y media después de sacar el iOS 8.0.1, Apple se vio obligado a retirarlo pues estaba causando mayores daños que soluciones. Resulta que con la versión 8.0.1 los iPhone se quedaban sin cobertura y el Touch ID dejaba también de funcionar, convirtiendo los recién adquiridos iPhone en pisapapeles demasiado caros. ¿La solución de Apple? Pedir perdón a todos los usuarios afectados, despedir a parte de la plantilla y lanzar un tutorial de como regresar el iPhone a la versión anterior.


Apple, por lo menos en los años que Steve Jobs estuvo vivo, siempre ha sido una compañía muy respetada por llevar la bandera de la perfección a los extremos.


¿El destino se está cebando con Apple o esto es sólo una muestra de que la ambición se acaba pagando de alguna forma?

Nosotros, lejos de sentir pena por la compañía de la manzana, lo único que podemos ver es una metedura de pata detrás de otra por no hacer las cosas como se deben y ahorrarse cuatro duros.

Apple, por lo menos en los años que Steve Jobs estuvo vivo, siempre ha sido una compañía muy respetada por llevar la bandera de la perfección a los extremos. Hace unos años, si invertías una millonada en la compra de un Mac, aun sabiendo que había PC’s a mitad de precio, sabías que cada céntimo de ese Mac estaba bien invertido en un producto de máxima calidad.

Hoy día, Apple se ha abandonado a la dejadez que comparte con su competencia. El fallo de la flexibilidad del iPhone se hubiera solucionado antes de su venta con dos pruebas que, a la vista está, no debieron de hacerlas. Por un lado, una prueba de resistencia y, por otro lado, saliendo negativa esta primera, con la aplicación de materiales más resistentes pero, todo esto, en un lenguaje empresarial, se traduce en tiempo y dinero, demasiado tiempo de testeo y demasiado dinero en un material más resistente.


estamos pagando por productos que ya no valen su precio como antaño, estamos pagando precios de primera por productos de tercera


De la misma forma, se hubieran podido ahorrar el error de la versión 8.0.1, es más, se hubiera podido ahorrar, incluso, el hecho de tener que lanzarla si hubieran hecho la fase de testeo propia al iOS 8. Se está empezando a utilizar los parches con demasiada ligereza cuando, en realidad, se crearon para casos de extrema emergencia, no para recortar gastos de producción.

En definitiva, estamos pagando por productos que ya no valen su precio como antaño, estamos pagando precios de primera por productos de tercera y, además, nos utilizan, después de haber pasado por caja, para que les hagamos el proceso de testeo que ellos no hicieron y que, por consiguiente, no invirtieron dinero.

Aun sabiendo todo esto, seguimos como borregos a las puertas de la tienda oficial de Apple cuya cola le da la vuelta a la manzana, ¿Cómo vamos a poder arreglar un país cuando no le ponemos solución ni a lo que está en nuestras manos?.

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