¿Está en crisis el sector de la moda?

Hasta hace poco, no era nada fácil para las pequeñas empresas triunfar en el mercado, las grandes se repartían todo el pastel, eran ágiles, tenían recursos suficientes para hacerlo. Ahora parece que todo ha cambiado y, a pesar de que sigan liderando el mercado, necesitan de las pequeñas pero altamente cualificadas.

Algo está cambiando, sin duda, para poder alcanzar un modelo de negocio efectivo. Las grandes compañías han gastado tiempo en realizar ajustes,  debido a una merma  de la demanda por parte del consumidor. Para ello utilizan descuentos, reducen su superficie comercial, exportan sus productos, externalizan algunos trabajos y añaden mejoras en la productividad de sus equipos (que ya están exprimidos a tope), todo en aras de obtener un pedazo de tarta, que mal que nos pese,  se está quedando en nada. Tenemos que ser conscientes: el consumo ha cambiado para siempre, aunque algunos se siguen preguntando cuándo acabará la crisis, porque creen que se debe a ella la prudencia en la conducta de compra. Esta dinámica genera amenazas y oportunidades, nuevas alianzas en el mercado, aunque también compañías que ven como sus estructuras se sienten amenazadas y se tambalean por falta de una visión que las hubiese prevenido a tales cambios.

De repente viene el mercado, en toda su complejidad, y nos sorprende. Nos dice que el cliente quiere vivir nuevas experiencias comerciales y que, en principio, el cliente no tiene intención de comprar, es más cauteloso y tiene más opciones gracias a las nuevas tecnologías, pero lo hará si le damos una razón que lo enamore.

La clave: LA INTEGRACION

Aunque conseguir que los nuevos consumidores se acerquen no es fácil. Porque ve a cada propuesta, como ve a otras veinte opciones  a quienes puede comprar. Esto nos lleva a pensar que los únicos que se salvarán en estos escenarios novedosos serán los que apuesten por una tasa elevada de innovación. Ello, lo que supone una propuesta de valor diferente. Hoy el usuario gracias al universo de las Redes, está perfectamente informado de los precios. Tiene alternativas de calidades, diseños, materiales y precios. Ya no es necesariamente válido que lo que  antes era lo barato ahora sea lo “malo”. La amenaza de entrada de  nuevos competidores con una estrategia de posicionamiento low-cost, en la que la calidad no es igual, pero válida, deja en evidencia la estrategia poco desarrollada de las compañías con una visión basada en anteriores paradigmas comerciales. Por tanto ¿está en crisis el sector de la moda?

Tal vez no. Lo que ocurre es que  hay un cambio de concepto, y algunos negocios gestionados inapropiadamente se  quedan obsoletos a un ritmo trepidante, porque el cliente busca nuevas prácticas. El cambio es cada vez más dinámico. De aquí, la solución vendrá por la innovación constante del sector de la moda y las alianzas estratégicas entre las empresas.

El pacto entre grandes compañías que necesitan evolucionar y las startup, cuya prioridad es acceder al mercado y escalar de manera rápida, será la unión para producir sinergias. Esto es, sin duda, una buena noticia. Supone  la apertura de barreras para acceder al mercado, condición propiciada por las grandes empresas en un entorno de globalización,  para recibir  con las manos abiertas las buenas ideas y el know how para innovar en su asentado mercado. Ambas, con el  objetivo prioritario de que el cliente viva una experiencia única.

En muchos de los casos de estas alianzas, ambos tuvieron asumido que se necesitaban. Las grandes compañías reconocen frecuentemente que dependen de las pequeñas para innovar de manera segura y para mejorar lo que ya tienen.

¿Está en crisis el sector de la moda?
El diseñador Pierre Cardin junto a una de sus modelos. Fuente imagen: http://www.eldiario.net

El esquema se les complica cuando requieren de sus bots  para optimizar  la atención al cliente, o de gestores emocionales en las redes sociales, recomendadores inteligentes de tallas, probadores virtuales, etc. El abanico de posibilidades es casi infinito. En muchos casos, esta tecnología que las grandes empresas no están acostumbradas a desarrollar, porque no la consideran su rol principal, aunque en muchas ocasiones la precisen para disponer de ellas en determinadas épocas. Ello implica, obviamente, añadir costes por su desarrollo o incluirla en sus departamentos. Esta función no prevista sería una necedad gerencial, aunque en todos los casos  la necesiten para aportar un valor diferencial a su mercado.

Según un estudio del GEM , la actividad emprendedora ha crecido un 5,8 % , sin embargo la creación de nuevos productos e innovación por parte de las grandes compañías ha caído en el mismo período un 33,3% , datos que relevan que a las empresas les falta flexibilidad, agilidad y disrupción, características que, por el contrario, son las piezas claves en las startup. Lo dicho, de esa alianza inteligente estará el resurgir del sector de la moda.

Para concluir, reflexionemos con esta frase: » No me pidas que no me vaya, dame una única razón para que me quede» 

La moda al alcance de todos

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