Desayunarse con las estupideces del mono humano –las monas, creo que hacen menos tonterías porque tienen como siempre más cosas que hacer–, ya no impresiona tanto, es la dosis de estulticia que la humanidad paga por avanzar a trancas y barrancas en el camino hacia su humanización progresiva y evolutiva.
El problema es que, como decía Hanna Arendt, el precio que la humanidad puede pagar por la estulticia, como en el caso de los dictadores y sus adláteres, puede ser muy caro, carísimo en millones de vidas humanas.
Atención a los salvadores de la patria, anidan en el corazón de cada ambicioso, con complejo de superioridad, que quiere llegar a donde no puede llegar por no estar capacitado, pero si llega, se cumple inexorablemente el principio de Peter, ha llegado al límite de su incompetencia, y entonces… puede pasar de todo. Dios, Zeus, Alá, Yahvé, nos libren…
Bueno, pues parece que las hembras de los orangutanes, que yo creía más pacíficas, realizan también brutales ataques entre ellas… por proteger a sus crías, a las que un extraño no puede ni mirar –una mirada que he visto también en madre humanas cuando un forastero les hace carantoñas a sus crías–, por quedarse con el mejor macho. Siempre hay un motivo, aunque la percepción del mono humano y de nuestros antepasados pudiera ser equivocada.
La primatóloga Anna Marzec presenció el 13/06/2014 un acontecimiento tan excepcional como desagradable. En medio de las selvas de Borneo, una hembra sufrió tan brutal paliza a manos de sus congéneres que murió de resultas de la misma. Bueno, nada raro, ¿quién no recuerda los tirones de pelo, mordidas, patadas, de las hembras humanas, puestas a ser bestias en los patios de vecinas, por un calcetín, una sábana, o un humano macho?
Esta violencia extrema ya se había descubierto en chimpancés hace 40 años, cuando Jane Goodall contó una guerra entre dos clanes… Todo contradice la leyenda de la bondad original del mono y del mono humano, dejado a su albedrío en la naturaleza… el relato de Robinson Crusoe es una novela, y solo eso, y la bondad inicial del ser humano sólo existe en filososfías idealistas y románticas y en el relato original de la Biblia…al final los dos primeros pobladores de la tierra se echaron la culpa, pero para algo estaba a mano la pobre serpiente…
Los factores determinantes de la pelea mortal entre hembras fueron, según los primatólogos –que han publicado su observación en la revista científica Behabioral Ecology and Sociobiology–, venían de antiguo, probando la memoria de estos antepasados nuestros, los celos, la envidia…
Ya en 2009, la hembra muerta a golpes y dentelladas, había sido molestada por otra hembra, a causa de que tenía una cría de 4 años. La otra había perdido a su cría de tres años, en misteriosas circunstancias. Es muy difícil que una madre orangután pierda a su cría. Desde que perdió a su cría, la madre desconsolada se rodeó de machos, y debió quedar preñada en los días del conflicto, con lo que era muy atractiva. Por esta razón, en el conflicto entre las dos hembras, entró en liza un enamorado de la agresora… en una lucha que duró 33 minutos… Era la venganza de la envidia ahora convertida en complejo de superioridad.
Bueno pues ya lo tenemos. El animal ni es bueno por naturaleza, ni es malo, defiende a sus crías, se enamora, se encela, procura la hembra reponer al hijo perdido, y es capaz de coordinar un ataque y matar a una antigua competidora buscando la colaboración del enamorado… Como la vida misma.
En estos días hemos visto a un Tarzán que se golpea el pecho, y grita: Yoooooo Puedoooooo!!!! Y le responde el humano Chito: YYYYYyooooooootambieeeeeennnn! Entra en liza el macho joven y guapo humano Poto: Nooooooo hableeeeeesssss con essse que no es trigoooooolimpioooooo!!!! Si hablaaaaassss con eeeeel nooooteeeajuuuntoooooo y si hablaaaaassss con el viejooooo menos!!!!
Y aquí les vemos ir por separado al rey Flip, y este que es joven y guapooooo, les dice, yo solo puedo intentar poneros de acuerdo… ¡¡¡¡y me tenéis sin dormir!!!… bueno más a mi guapa esposa poderosaaaaaa, aunque flaquita. Por un beso de la flaca, daría lo que fueraaaaa….
Señores, la Flaca decide más de lo que parece, como su suegra decidía siempre entre sombras y con la sonrisa de su madre prusiana puesta.
Prefiero estar en manos de Flip y la Flaca, que en manos de estos tres gallos de pelea con espolones, que sólo quieren el puesto, la pasta, y la futura pensión.
Dios, Zeus, Buda, Yahvé, y nuestros manes, lares y penates, nos asistan.