Hablar del resentimiento como explicación del fenómeno de los populismos, tanto de ultraderechas como de izquierdas, ese que los neoliberales aplican a sus razonamientos y acusaciones públicas, termina siendo una base para sus propios modelos.
El neoliberalismo está resentido como consecuencia de la resistencia efectiva que los colectivos sociales más afectados por la aplicación de sus modelos han evidenciado. Explican, mientras te meten la mano en el bolsillo, que una sociedad que redistribuye es una sociedad ineficiente. Sostienen que el Estado no es la solución sino el problema, al tiempo que privatizan servicios para los amiguetes. En su gestión, fase necesaria, desmantelan los mecanismos de control u ocupando con representantes propios los altos cargos de los mismos, así les garantizan unas prácticas que limitan con el delito en la avara búsqueda de beneficios.
Tanto se trate sobre el control de la falta de transparencia en las tarifas. El uso adecuado de las contrataciones públicas, manteniendo el proceso de la corrupción. La perversa metodología que desmantela los sistemas públicos de educación, sanidad o pensiones. Todos, son la antesala de una apropiación del sabroso pastel del presupuesto dedicado a financiarlos. Bueno sería recordar que esos dineros provienen de todas y cada una de las personas de este país.
Este modelo de apropiación no es nuevo. Requiere del embrutecimiento gradual de la población, mediante de un relato de mentiras “oportunas” suministrado por los medios de difusión propios. De la mediocridad de su dirigencia. Esta repite el mensaje de sus financiadores. En estos momentos todos conocemos ese modelo. Lo hemos venido sufriendo. De allí, que la labor de abrir los ojos de las buenas gentes sea vital. Porque la diferencia es que, actualmente, se lo pretenden opacar desde los equipos de campaña del Partido Popular y de sus socios de Ciudadanos.
No me distraigo con Vox, en razón de ser una muleta del PP. Todo este bloque no oculta su resentimiento. Su odio. Fueron puestos en evidencia con la moción de censura y en los procesos de corrupción prevaricadora. Necesitan buscar culpables en los emigrantes. En los progresistas. En las necesidades de los más vulnerables. Requieren un país dominado por el resentimiento. Hacen campaña para ello.
Pese a todo, para contradecir la cocina de las encuestas, las personas de este país son mayoritariamente solidarias, honestas y leales. Por tanto, creo que reconocen bien las opciones sobre las que se va a votar. En los debates se verá con claridad. Así, recuerdo este proverbio inglés:
“Cuando apuntas con un dedo, recuerda que los otros tres dedos te señalan a ti. “
