La vida no es más que un niño pequeño sentado en un parque rodeado de sus juguetes preferidos.
El pequeño juega feliz, ajeno a todo, inventando historias de las que sus muñecos son los protagonistas.
Está tan entretenido que no ve llegar a otro niño, uno de más edad, más altura y peores intenciones.
El otro niño mira con frialdad al pequeño mientras juega hasta que decide quitarle el muñeco que tiene en la mano.
El pequeño protesta e intenta levantarse, pero el mayor lo empuja y lo devuelve al suelo.
Sin vacilar, rompe el muñeco ante los gritos de protesta del dueño.
El niño pequeño no entiende nada y le pregunta “¿Por qué me haces esto?”
El mayor sonríe y responde “Cada cierto tiempo, vendré por aquí y te quitaré uno de tus juguetes y no podrás hacer nada”.
Y jamás abandonaremos el parque hasta que llegue el día en el que en lugar de un juguete…nos lleve a nosotros.