Según un estudio, los conquistadores del Nuevo Mundo hicieron algo más que descubrir nuevos territorios: para bien o para mal, propiciaron tantos cambios en el continente americano que iniciaron una nueva era geológica en este pequeño planeta en que vivimos. En general, el paso de una era a otra está determinado por cataclismos mundiales, desequilibrios ecológicos, cambios climáticos a escala mundial… en resumen, el tipo de acontecimiento que es mejor ver únicamente en el cine. Sin embargo, este nuevo periodo se inició con las enfermedades que los conquistadores trajeron del viejo continente, que provocaron una reducción drástica de la población autóctona. Si seguimos desarrollando la teoría, al haber menos habitantes, los bosques volvieron a crecer y absorbieron en mayor cantidad el dióxido de carbono atmosférico, provocando así el inicio de una nueva era. Resulta increíble que los microscópicos organismos que provocan la viruela y otras enfermedades fueran los responsables de un cambio en el clima del planeta. Una prueba más de lo que se conoce como el «efecto mariposa», habría que decir.
Observando las conclusiones del estudio, quizás ahora podamos comprender por qué los indígenas consideraban a los conquistadores como dioses: efectivamente, los europeos eran tan poderosos que cambiarían el mundo tal y como lo habían hecho las catástrofes naturales. Lástima que nadie hubiera avisado a los autóctonos del papel que ellos jugarían en este «plan divino». Los científicos no se ponen de acuerdo sobre el nombre que sería necesario dar a esta nueva era e, incluso, algunos opinan que seguimos en la misma. El término antropozoico ya se utiliza para nombrar el periodo actual ―el segundo de la era cenozoica―, de manera que habría que dar un nuevo repaso a las lenguas clásicas para encontrar una opción a gusto de todos.
Fuente: http://www.thetimes.co.uk/tto/science/article4379299.ece