En Alemania suenan pitidos, bocinas, gritos, silbatos y silbidos llenos de ilusión. En Argentina solo suena el goteo de las lágrimas de aquellos que sintieron estar en el campo con Messi y compañía. Bueno, lágrimas o un simple rostro serio y a casa, que mañana hay que madrugar. El mundo se polariza hoy: Latinoamérica y Europa, los que quizá llegan a ser primer mundo, y el Primer Mundo, o los que nunca serán un Mundo que se come al otro Mundo, y aquellos que arrasaron con el mal llamado Nuevo Mundo. Tampoco es que quiera polarizar tanto, pero en un mundo dividido, donde para ganar, otro debe perder, quizá no es tan descabellado el análisis. Se ven en las calles alemanas banderas representándose a sí mismas, pues qué más van a representar. Voces que gritan que son los mejores, pues cómo no van a estar felices si acaban de ganar la copa del mundo. En Argentina caras largas, y largos minutos antes de coger el sueño y olvidarse de la pesadilla. Hoy, 13 de julio de 2014, Philipp Lahm ha levantado la cuarta copa del mundo para su país, Alemania.
Otros levantan la mirada de su país y no ven confeti, ni escuchan cánticos nacionales, pues su nación ni existe para muchos. Miran al cielo y no ven al Cristo Redentor respaldado por una Luna llena que presencia la miseria y el derroche, lo irracional y lo más irracional todavía. Las calles de alguna franja huelen a miedo y a nerviosismo porque todos los ciudadanos ya tienen tarjeta amarilla, aunque no se juegue con árbitro. El partido empezó pero la población no se puso las botas, porque no las tienen. Ni botas, ni camisetas, ni un poco de agua en una botella. El agua, en cambio, en Alemania sobra, y en muchos lugares del mundo: se juega con ella en fuentes públicas cuando su equipo gana el mundial o se riegan campos de golf para que cuatro empresarios cierren el fichaje de una superestrella. Al fin y al cabo, solo el club del Real Madrid equivale casi al PIB de Palestina. En las calles de Gaza no se celebra nada. Su equipo de fútbol no ganó nada.
La vida no es como el fútbol, por desgracia o por fortuna. No es cierto que si uno gana otro pierde. La vida es más irracional que el fútbol, o así pretenden algunos, a saber quiénes, a saber por qué. Hay partidos en los que el balón va destruyendo a las jugadoras y jugadores de ambos equipos. Hay selecciones que por ver la muerte de un rival, ofrecen la suya. No entendemos que el balón hay que pararlo, pincharlo y tirarlo a la basura. Ya no podemos seguir jugando a lo mismo, porque nadie gana y todos pierden. Los colores delimitan quiénes son los otros, a quiénes hay que ganar. La religión y el dinero, a veces, interpretan quiénes son los otros, y a quiénes hay que matar.
Mañana sonarán las bombas que matan la inocencia e inocentes que aplaudirán a los héroes del Maracaná. Mañana escucharemos el orgullo del país que obtuvo la victoria, pero la derrota, de nuevo, del ser humano. Mañana olvidaremos, un día más, que el fútbol nos hace olvidar. Mañana algunos irán al trabajo con una sonrisa bajo el brazo, y otros sin su brazo. Algunos llevarán la camiseta de su selección, y otros la coserán por un par de dólares al mes. Algunos querrán escuchar, pero los pitidos, bocinas, gritos, silbatos y silbidos llenos de ilusión se lo impedirán. Es normal, es que Alemania ha ganado la Copa del Mundo.
Enhorabuena, Alemania. ¿Qué haces, Mundo?
Me parece muy triste tu articulo con todo el respeto que te mereces.. esta muy de moda hacer comentarios ironicos y los vi muchos en las redes sociales como por ejemplo «mientras el mundo ve tal partido en Gaza muere gente» pero me parece que mientras comes,trabajas, vas de compra, sales de fiesta, o juegas otro deporte que no sea futbol porque te recuerdo que deportes hay muchos.. hay gente muriendo, gente mendigando, gente sobreviviendo… y no comparto cuando dices que nadie gana … pues es mejor ver enfrentados paises en una cancha de futbol que en un campo de guerra….. pero todo desde la guerra hasta el mundial todo es un gran negocio…. de hecho el mundial dejo muy buenos ingresos para Brasil… se genero mas oportunidades de turismo…. y quien sabe los que fueron a ver algun partido hasta visitaron otras ciudades… siempre habra tristeza y desgracias en el mundo indiferentemente del mundial o de algun importante concierto o de lo que fuera que acapare la atencion del todos los habitantes de este planeta pues creo que si no exsistiera el futbol…. tu articulo hablaria de otro deporte .. yo particularmente soy de los que no les gusta ver el futbol pero si amo jugarlo… mi seleccion llego una vez al mundial pero espero 4 años para ver uno!!!! muchas veces el futbol une habitantes bajo una sola bandera cosa que desearia hacer por ejemplo la politica o las ideas economicas (algunos somos de izquierda otros de derecha , algunos liberales, otros socialistas) pero el un partido de futbol todos somos Alemanes o argentinos o del pais que se representa…. se genera unidad por 90 minutos !! que bueno no??? y cuando tu dices «la vida no es como el futbol que si uno gana otro pierde» pues que pobre analisis … si recuersas Nash decia «siempre que dos agentes o mas se reunen hay competencia y por lo tanto alguien gana y otro pierde» y eso se lo ve en el dia a dia … si postulas a un trabajo y te lo dan ganas y los demas se quedan sin el puesto y pierden….. o si compras el ultimo pan en la tienda tu ganas y los que llegan despues de ti pierden o deben ajustar sus preferencias… si pudiste ver algun partido de futbol del mundial te daras cuenta que verdaderamente es una fiesta hinchas de todos los paises viendo juntos el futbol en las graderias … no pueden los del barcelona sentarse con los del Real Madrid,… pero en el mundial las graderias estan llenas de colores y de distintas camisetas y no solo de los que estan en juego …. saludos y se mas +