Durante estas dos últimas semanas, ha quedado claro que el miedo del PP crece. No lo tiene nada claro frente a las próximas elecciones municipales que se avecinan, y van dando bandazos para aquí y para allá.
Motivos no les faltan para estar un tanto inquietos.
Ni siquiera el apoyo, besitos, y abrazos que le ha dado su gran amiga Merkel a Rajoy estos días han servido para apaciguar la culebrilla que empieza a desplegarse en el estómago de todos los componentes del PP.
Motivos no les faltan para estar un tanto inquietos.
Primero, la nefasta legislatura plagada de recortes y mentiras, después de prometer el oro y el moro con un programa electoral que dejaron en el olvido.
Segundo, la primera prueba de fuego, como fueron las elecciones europeas, se saldaron con un resultado, que cuanto menos se puede considerar desastroso.
Tercero, los múltiples frentes que les van apareciendo como setas, y con los que la incapacidad que les caracteriza no saben manejar.
Y por último el avance de una formación como Podemos, formada por gente joven, capaz y con ganas de acabar con los lastres que nos gobiernan, y que nos tienen sometidos bajo el yugo de la economía, los recortes, la mentira y la corrupción.
Tienen miedo. Y está empezando a aflorar de una manera como hace tiempo atrás no vivíamos.
La señora Cospedal pretende multar hasta con 15 mil euros a los funcionarios que se manifiesten con batas blancas o cuelguen carteles en zonas no autorizadas
Debido a su nefasta legislatura, a sus recortes, a su corrupción y a sus mentiras, han comenzado a divagar, y una de las medidas que se les ha ocurrido a sus mentes más brillantes, es propia de los tiempos más nefastos de la historia de este país. La señora Cospedal, ha sido la primera en abrirse y recoger en su seno una medida que hace las delicias de la mayoría de los conservadores.
Tal y como se hacen eco los medios cuartopoder.es y elrevolucionario.es, la señora Cospedal pretende multar hasta con 15 mil euros a los funcionarios que se manifiesten con batas blancas o cuelguen carteles en zonas no autorizadas, argumentando una de esas leyes (Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público) que según quien las mire las interpreta a su antojo y disfrute. Pero este antojo es excesivo.
han intentado dar el segundo puñetazo a los intestinos de la democracia. Y para ello, qué mejor que reinventar la ley electoral.
Multar a unos trabajadores, sea la condición que sea de los mismos, porque te molesten sus reivindicaciones, es de lo más bajo que he vivido en mi vida (todo hay que decir que nací posteriormente al franquismo).
Lo de esta señora no tiene nombre. Es vergonzoso, y lo que es peor, es un asalto a la democracia y a los derechos de las personas. Pero no es el único.
Como siguen teniendo miedo, y ven que una mano les está apartando la silla poco a poco, antes que darse el típico culazo del cual se ríe todo el mundo, ya han intentado dar el segundo puñetazo a los intestinos de la democracia.
Y para ello, qué mejor que reinventar la ley electoral.
El pavor los delata.
¿Y cuál es la mejor manera de solucionar e intentar salvar todas sus miserias? Cambiar la legislación a su antojo, con nocturnidad, arbitrariedad y sin consenso de nadie, ni siquiera las fuerzas que se ven afectadas por su decisión.
El miedo del PP muestra que están inquietos que la formación de Pablo Iglesias consiga dejarlos atrás, o que logre conseguir el apoyo suficiente para pactar con sus adversarios y quitarles las fotos del despacho. Tienen miedo de que les arrebaten los cortijos en los cuales han tejido todas las tramas y los negocios más sucios de la democracia. Tienen miedo, porque como pierdan muchas sillas, lo más probable es que salga toda la basura que tienen debajo del felpudo.
¿Y cuál es la mejor manera de solucionar e intentar salvar todas sus miserias? Cambiar la legislación a su antojo, con nocturnidad, arbitrariedad y sin consenso de nadie, ni siquiera las fuerzas que se ven afectadas por su decisión.
Los herederos de Fraga vuelven al ataque. Un ataque sin lógica y sin cordura. Un ataque sentimental, que como todos los ataques sin cabeza que se han realizado a lo largo de la historia, han llevado a la derrota a sus generales.
Esperemos, por el bien de la democracia que se vuelva a cumplir la norma.
El miedo del PP puede ser tan mordaz, que puede llegar a provocar decisiones surrealistas.
Pero el miedo del PP no acaba aquí. Hay cosas, que por mucho que quieran atajar con su autoritarismo, no pueden controlar.
Ayer se conoció la lamentable noticia (una vez más, el ridículo consumado del PP y su paupérrimo equipo) de que en apenas unas horas, el señor Mariano Rajoy, alias MR, consiguió 60 mil nuevos seguidores en twitter, curiosamente cuando Pablo Iglesias estaba a punto de alcanzarlo.
La estirpe humana puede llegar a niveles muy bajos, tanto que por intentar mantener la imagen de macho alpha, el equipo asesor del PP es capaz de ponerse manos a la obra para conseguir miles y miles de seguidores, pero como ta estupidez tampoco tine límite, es cuando llega el momento del ridículo. 60 mil seguidores, cuya mayoría eran de origen musulman, con unos perfiles escritos en árabe y con unas cuentas cuando menos sospechosas.
El pasado 4 de Septiembre, el Instituto Cervantes de Utrech (Holanda) canceló a última hora un acto de presentación del libro de Albert Sánchez Piñol, Victus.
Una muestra más de miedo, un ridículo más acumulado.
Pero no acaba ahí la cosa. El miedo del PP puede ser tan mordaz, que puede llegar a provocar decisiones surrealistas.
El pasado 4 de Septiembre, el Instituto Cervantes de Utrech (Holanda) canceló a última hora un acto de presentación del libro de Albert Sánchez Piñol, Victus.
El instituto argumentó que fue la Embajada Española la que lo suspendió, por “las connotaciones actuales”. Es algo impresionante mezclar tocino y velocidad, y más teniendo en cuenta que el instituto Cervantes fue creado con el propósito de promover la cultura española a nivel internacional. También hay que recordar que el primer ejemplar de Victus, fue escrito en español, y que en el libro se trata un hecho histórico y contrastado como el asedio a Barcelona en 1714. Evitar este acto cancelándolo, es un hecho tan triste que es muy próximo a un término que se llama censura. Esto es ya lo que faltaba. Volvemos a las praxis más propias de hace unas décadas.
Aplicar otra prohibición radical, no mejora la imagen de autoretrato que ni los conservadores más radicales habrían imaginado disfrutar. El miedo del PP todo lo puede.
A todo esto, cabría sumarle la desastrosa gestión de la consulta catalana. Es un hecho, que la mayoría de catalanes quieren votar la consulta. A partir de ahí, que voten sí o no, es otro tema. La mayoría quieren votar. Aplicar otra prohibición radical, no mejora la imagen de autoretrato que ni los conservadores más radicales habrían imaginado disfrutar. El miedo del PP, todo lo puede.
Así pues está claro. Los miembros del PP tienen miedo.
Nadie podía imaginar que una formación recién creada como Podemos, podía llegar a ser tan beneficiosa para la democracia.
Su irrupción ha conseguido moderar al ala conservadora, que se creía con la superioridad, inmunidad y el poder para hacer y deshacer a su antojo.
Rajoy se va rodeando de moscas y más moscas, y tiene miedo de que se empiece a cavar su tumba política en breve.
Además, para todos aquellos que podían albergar alguna duda, ha conseguido que se autoretraten, mostrando su cara más autoritaria y déspota. Y para muestra un botón. Ayer mismo, la tan aclamada señora Esperanza Aguirre, recibió la merecida recompensa a su comportamiento.
La audiencia nacional ordenó instruir como delito el incidente de tráfico en el que se vio envuelta. Y la señora Gómez-Limón, abandonó la formación y denunció “la ausencia total de democracia dentro del grupo popular”, tal y como describe el Huffington post.
Una tras otra, Rajoy se va rodeando de moscas y más moscas, y tiene miedo de que se empiece a cavar su tumba política en breve.