El destrozo de la sanidad

Podemos presumir de tener a nuestra disposición una sanidad, que es de las mejores del mundo. A nivel de tecnología, atención, universalidad y con una cobertura que permite atender cualquier tipo de patología sin discriminar por sexo, edad o raza. Aunque quizá a este paso tendremos que cambiar el tiempo verbal, y en vez de usar podemos igual tenemos que empezar a decir podíamos, ya que les encanta el destrozo de la sanidad.


«El caso es que el pasado 17 de Abril, la reforma sanitaria emprendida por el gobierno en el poder cumplió dos años. «


Parece ser que a nuestros gobernantes no les gusta nada uno de nuestros pilares del estado del bienestar.

Ante un considerable envejecimiento de la población, tanto por la falta de nacimientos como por el aumento de la esperanza de vida, no les gusta tener que gastar tanto dinero en el bienestar y en el cuidado del ciudadano, en un derecho básico, el cual pagamos con todos nuestros impuestos. A lo mejor será porque entonces no se pueden repartir tanto. Ellos y sus amiguetes.

El caso es que el pasado 17 de Abril, la reforma sanitaria emprendida por el gobierno en el poder cumplió dos años. Dos años, en los cuales lo único que han conseguido es un gran destrozo de la sanidad y una espectacular exclusión social, hacer pagar a sus ciudadanos por algo que ya pagan, y convertir la vida de muchas familias en las cuales hay un enfermo crónico y de gravedad, con un gasto sanitario elevado debido a su patología, en un infierno por la falta de cobertura.


«En todos los centros se ha recortado personal, aumentando las cargas de trabajo»


Aquí voy a colocar una puntilla; es curioso como un gobierno el cual se define totalmente en contra del aborto, y con la nueva reforma en ciernes, prácticamente sea cual sea la circunstancia, luego saque reformas con nocturnidad y alevosía en las cuales no se cubran todas las necesidades de la persona nacida, aunque sufra graves patologías. Contradicción debida a los intereses. Pero vamos al caso que nos ocupa.

Con la reforma sanitaria actual, se han conseguido varias cosas. Por un lado excluir a aquellos ciudadanos con una situación irregular dentro del país. A parte que pagan la sanidad cada vez que compran un artículo, pagando el IVA, esto es extremadamente peligroso, ya que enfermedades como la tuberculosis pueden dejar de ser tratadas adecuadamente produciendo la infección del resto de la población.

También ha conseguido que los parados que agoten la prestación, y residan fuera de España más de 90 días se quedan sin derecho a la sanidad pública con la retirada de la tarjeta sanitaria. O sea, que si llevas años sin encontrar trabajo, a parte de lo que supone tan dramática situación, ahora toca escoger entre irse fuera a buscarse el pan, o tu derecho a la salud. Después de toda una vida trabajando y cotizando, este es el triste resumen. Lamentable.


» El destrozo de la sanidad es latente. «


Otra medida de este lamentable gobierno, es hacer pagar a los jubilados por sus medicinas. Es increíble, que después de una vida entera trabajando y cotizando, a medida que envejeces y que van apareciendo más dolencias, tengas que pagar las medicinas cuando estamos hablando de un colectivo, en el cual en la mayoría de los casos les queda una jubilación más bien escasa, y la medicación es algo de lo que no se puede prescindir.

A explotar al más débil, dogma de fe del gobierno. Eso sí, las pensiones no las vamos a subir un céntimo. Por otro lado, una de las propuestas que les encantaría aprobar, es el copago de determinados medicamentos hospitalarios como son los oncológicos y determinadas patologías costosas. No tiene uno bastante con lo que lleva encima, para que encima te ahoguen todavía más. Aunque es una medida que aún no se ha llevado a cabo (más bien por falta de bemoles a la hora de sufrir las consecuencias en una convocatoria electoral), a mi me gustaría saber que pasaría si una persona que tiene un cáncer de pulmón o de cualquier tipo, no puede hacer frente al coste del tratamiento. ¿Se le echa a patadas del centro sanitario?. Es increíble y humillante. El destrozo de la sanidad es latente. 

Estas son las medidas tangibles y que el ciudadano sufre en sus carnes. Estas son las que ve porque no le queda más remedio que pagarlas o sufrirlas en sus carnes. Pero luego están las que no se anuncian tanto, o las que se esconden. En todos los centros se ha recortado personal, aumentando las cargas de trabajo, provocando cuadros de estrés y haciendo que la atención no sea la más idónea ni la que más le gustaría al profesional, debido a como aquel que dice “no llego a todo”.

A esto hay que sumarle el cierre de quirófanos, provocando unas listas de espera inhumanas, que se intentan esconder con todas las tretas habidas y por haber, cerrando agendas, escondiendo datos. Da igual, todo vale, y si cuando llegue el día de tu operación ya no estás, uno menos para operar. Ahorro, ahorro ahorro… la palabra mágica que implica el destrozo de la sanidad.


«Todo esto y más es lo que están haciendo con nuestra sanidad, y por si no lo sabían, con la salud no se juega.»


Cierre de camas en hospitales, que luego son negados vilmente, provocando el cúmulo de pacientes en urgencias a lo largo de toda la península, y también provocando la lamentable situación de altas prematuras, con el consiguiente reingreso al cabo de pocos días por no haber finalizado correctamente el tratamiento adecuado para su patología. Falta de material (porque hay alguien que no paga), vacantes sin cubrir, o con una cobertura con contratos precarios (sí, baja el paro, con unos contratos que en ocasiones son del 50 % con horarios infumables), personal que a pesar de su empeño, su vocación y su buen hacer, se encuentran desbordados por la carga de trabajo, y con el palo hoy sí y mañana también de continuas bajadas de sueldo, recortes en sus pagas extras (que no olvidemos que es su sueldo en realidad en 14 pagas), menos días de descanso y la impotencia de querer hacer y no poder. Un auténtico destrozo de la sanidad.

Todo esto y más es lo que están haciendo con nuestra sanidad, y por si no lo sabían, con la salud no se juega.

Si no tienen dinero, consíganlo de rescatar a sus amigos los bancos, consíganlo de sus coches blindados (todavía no entiendo porque tienen que llevar Audis y Mercedes cuando hay una marca en este país llamada Seat, más barata, igual de buena, y que sirve para promocionar la tan aclamada marca España), consíganlo de sus pensiones vitalicias, las que nadie tiene, consíganlo de bajarse sus sueldos en vez de bajar el de los demás, de sus dietas, de sus vuelos en clase bussines, de sus viajes absurdos, de sus ostentaciones, de sus tonterías, porque señores, para mi la sanidad es sagrada, y la quiero tener ahí porque es mi DERECHO, y quiero llegar a viejo y vivir muchos años más. No quiero que sigan con el destrozo de la sanidad

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