El amor no duele, duele un corte, una herida de la que sale sangre y que tienen que curarte. El amor no te deja moratones; no tiene brazos, ni piernas, no puede golpearte.
El amor no te da fuerzas, no es ningún complejo vitamínico, no te lo tomas diluído con agua dentro de un vaso. ¡Cómo va a dar fuerzas!
El amor no mata, no es ninguna enfermedad mortal ni puede agarrar un arma y disparar.
El amor no resucita, no es ninguna pócima mágica; no tiene poderes. ¡Los milagros no existen!
El amor no mueve el mundo, no mueve nada… no tiene ninguna fuerza motriz; ¿estamos locos?
Pero el amor… sí que nos hace escribir definiciones como ésta, porque para algunos, a veces, es más fácil negarlo.
Aunque no sea mi caso y
Aunque…
Quizá…
El amor sí que duele, sí que da fuerza, el amor sí que mata y resucita…
Quizá sí que el amor es capaz de mover el mundo… o almenos de mover algo… como mínimo puede removerlo todo dentro de nuestro cuerpo. Doy fe. Y me encanta.