CAIRO- Después de la Conferencia para el Desarrollo Económico Egipcio (EECD,Egypt Economic Development Conference) que tuvo lugar en Sharm al Shaikh entre el 13 y el 15 de marzo, los egipcios empiezan a evaluar los efectos que el evento tendrá a todos niveles sociales.
La entrada de miles de dolares en el país, procedentes de la inversión financiera de las potencias mundiales, no serán la bendición del cielo sólo para el Gobierno y las grandes empresas, sino para los negocios de cada ciudadano. Según dos jóvenes empresarios egipcios, Mohamed Nagaty y Karim Diab, se esperan resultados positivos para las start ups y la media-empresa. Los dos hombres de negocios han revelado sus grandes esperanzas sobretodo en el campo alimentario con proyectos de franquicia de food and beverage. Nagaty ha declarado “Esperamos el mismo desarrollo que vivió Dubai en los últimos 15 años”. Y Diab ha añadido “Nos sorprendió la presencia al EECD de directores ejecutivos y de líderes de compañias multinacionales importantes, sobretodo si se consideran las oleadas de bombardeos de los últimos días”. El problema de seguridad fue solucionado rápidamente y la EECD fue organizada en Sharm, señal de un primer paso de recuperación económica. El paso siguiente es convencer a la gente para que crea en el cambio. Los últimos cuatro años han sido espantosos para Egipto, tanto económicamente como emotivamente, pero hay esperanzas para levantarse de nuevo. Es necesario emular el ejemplo de modelos de negocios que tuvieron éxito en Egipto, como las aplicaciones para móviles, o el ejemplo de otros países como India, Brasil o Korea fuertes en tecnologías y educación.
Otro paso importante sería cambiar la ley. Para Diab las leyes de inversión tendrían que ser modificadas y simplificadas. Normalmente para obtener un permiso comercial se necesitan tres o cuatro meses, y con la reforma propuesta, los tiempos se cortarían hasta los 14 días. Además el Gobierno tendría que colaborar para la evaluación de las tierras no utilizadas, para que los inversores las pueden desarrollar con infraestructuras adecuadas.
Esto no va a ayudar sólo a las multinacionales que entran en el mercado egipcio, sino a la población local, con la creación de puestos de trabajo, de una economía competitiva y de empresariado. Las tierras no utilizadas se volverán en la nueva Capital. En este ambicioso proyecto Egipto sólo posee el 24% del capital inversionado, esto significa que la mayoría del capital está en las manos de los extranjeros. Por ejemplo la British Petroleum ha firmado un pacto con Egipto por valor de 12 millones de dolares, o Siemens que ha contactado con el Presidente Al Sisi para una inversión de más de 10 millones de dolares, que serán utilizados para construir una central eléctrica sostenible.