Cuando era niña solía pensar que cuando creciera tendría mi propia familia, no pensaba en cuántos hijos tendría ni en sus nombres, sólo pensaba que yo tendría que ser una persona preparada y con capacidad para educar, orientar y motivar a superarse a mis hijos cuando los tuviera, pero que eso pasaría si y solo si, tuviera una pareja estable porque es una responsabilidad muy fuerte y no la quería para mi sola y creo que es más sano que los hijos crezcan con los referentes, padre y madre.
Pero andando el tiempo y según conocía matrimonios, ya sea porque formaban parte de mi familia como mis tíos o hermanos o bien porque formaban parte de mi entorno como mis vecinos y por el temor y la desilusión que me causaron, decidí que si tenía una pareja debía ser un hombre responsable que no me dejara tirada, abandonada con los hijos, tal como le ocurrió a mi madre y a muchas otras que he conocido, por eso hoy en día han aumentado el número de hogares donde la cabeza de familia es una mujer, por ese mismo motivo, las familias han modificado su estructura y son diferentes del modelo que existía antaño.
Cada mujer hoy en día y desde hace tiempo puede elegir tener hijos o no, yo pensaba hace tiempo para qué hacer un ciudadano nuevo, si ya hay muchos hechos y que sus padres los abandonaron, y son niños que están deseosos que alguien se encargue de ellos, que les de cariño.
En algún momento cuando era muy joven mis hermanos siempre me vigilaban mucho y me decían que me estaban cuidando de que no me involucrara con ningún muchacho y evitar que quedara embarazada sin haberme casado, pero andando el tiempo se contradicen porque ahora que ya tengo más de treinta años, me sugirieron que tuviera un hijo sin casarme para que no estuviera sola, yo me asombré porque como es que se cambian los valores, las ideas o lo que sea. Para evitar estar sola, prefiero conseguirme un lindo perrito y se acabó el problema, de ese modo evito estropearle la vida a alguien ya que no creo que pueda ser una buena madre, ni tener el carácter como para educar yo sola, es mucha responsabilidad y tampoco desearía arruinarle la vida a nadie, solo puedo hacerme responsable de mi propia vida y de nadie más, por lo que afirmé en alguna ocasión que nadie saldría de entre mis entrañas nunca. Además veo que en el mundo cada día hay más violencia, más intolerancia y más dificultades como el cambio climático, que las personas cada vez nos hemos dehumanizado, somos cada vez más egoístas y poco solidarias, aunque muchas veces en situaciones de crisis podemos mostrar lo mejor que cada uno tenemos. Siempre he pensado las personas en general no son malas, tal vez son o somos equivocados, desorientados, tal vez inmaduros que no sabemos ser tolerantes, solidarios, honestos y colaborativos.
Todos y todas debemos tener la libertad de elegir sobre nuestras vidas, en muchas culturas todavía se estilan los matrimonios arreglados, podrían pensar ¿en pleno siglo XXI?, increíble, pero existe.
Asimismo se debe respetar la decisión que cada quien tome sobre su vida y no discriminarlo o relegar a nadie, porque es soltero o sin hijos a una edad en que todos ya están casados o tienen hijos. Los amigos o conocidos o incluso los familiares muchas veces lo hacen cuando organizan fiestas de parejas.-
Debemos reflexionar acerca de los derechos y obligaciones que todos tenemos.