Según el estudio realizado por Juan Medina, los toros recaudaron hace dos años, 590 millones de euros.
El enfrentamiento de taurinos y antitaurinos se extiende mucho más allá de los ruedos, y llega incluso a la economía. Y es que, mientras que una parte niega la existencia de subvenciones destinadas al toro, la otra las denuncia constantemente, con indignación por lo que consideran una tortura. En una época de crisis económica donde los recortes en distintas áreas sociales están a la orden del día, la posible atribución de ayudas a la tauromaquia despierta todo un debate social.
El historiador miembro de la Fundación de Estudios Taurinos, Carlos Martínez Shaw, explica que desde su nacimiento el toreo ha necesitado de una financiación, y de obtenerse beneficios se donaban a las casas de beneficencia. Sin embargo, llegado el siglo XIX al convertirse en espectáculo “hay empresas que pueden conseguir que las corridas salgan rentables y no necesitan de subvención, pero hay localidades más pequeñas en las que la subvención es absolutamente necesaria”.
Más de 100 millones de euros de beneficio
El profesor de Economía de la Universidad de Extremadura, Juan Medina, cifraba en 177 millones de euros la cantidad obtenida por los festejos taurinos durante el año 2012, añadiendo además el hecho de que dichas celebraciones, así como la crianza del toro, reportaban a las arcas públicas más de 25 millones de euros tan sólo en concepto de IVA.
Quedan patentes los beneficios económicos que hasta ahora el mundo del toro ha facturado. Sin embargo, el elevado precio de las entradas no facilita la asistencia de público los espectáculos que se celebran en plazas menores, lo que dificulta que el toro se pueda mantener por sí mismo, excepto en “ las grandes ciudades donde sí había un público suficiente como para que unos grandes aforos, unos precios elevados y un público muy amplio, permitieran que los toros pudieran costearse a sí mismos”.
Documentos oficiales apoyan estas declaraciones. Y es que, a pesar de que no resulta fácil encontrar registradas partidas económicas que se destinen al toreo desde las instituciones públicas, sí existen pliegos donde aparecen. Por ejemplo, recientemente la gestión de la Plaza de Toros de Cáceres ha sido adjudicada mediante concurso público a la empresa Lances de Futuro S.L. El consistorio cacereño en el documento donde se fijaban las condiciones para las empresas que se presentaran al concurso, señalaba en su cláusula octava la retribución por parte de este ayuntamiento de una subvención de 25.000 euros que se daría al final de la temporada a la empresa gestora de la plaza.
Debemos señalar, que se ha intentado contactar tanto con la empresa Lances de Futuro S.L, como con el Ayuntamiento de Cáceres para realizar diversas entrevistas que ofrecieran su punto de vista sobre el tema tratado. Sin embargo, y a pesar de obtener una primera respuesta aprobando la conversación, nunca se llegó a mantener. Por lo que respecta al consistorio, no respondieron al e-mail donde se les formulaban las preguntas, y por parte de la empresa, quedamos a la espera de una llamada para hablar con el empresario que jamás se produjo, a pesar de la insistencia.
Aunque este tipo de ayudas económicas no se pueden extender a todo el territorio nacional, ya que es competencia de las Comunidades Autónomas determinar si subvencionan o no el toreo. Es precisamente por las ventajas que este mundo aporta a la economía y a la cultura, el motivo por el cual el pasado 2013 se aprobaba el Plan Nacional para el Fomento y la Protección de la Tauromaquia, conocido como ‘Pentauro’ elaborado desde el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte.


Al igual que en esta comunidad, ocurre en otras como en la de Madrid donde podemos ver que en cuatro años en la localidad de Chinchón se han destinado un total de 40.000 euros para la organización de una Semana Taurina. Casi la mitad, de lo destinado en el mismo periodo de tiempo, a un Festival Folk y otros eventos musicales que recibieron un total de 79.000 euros.

Otro ejemplo lo vemos en el Boletín Oficial del Estado que recoge los gastos de la comunidad de Murcia en el año 2012, donde comprobamos que entre las ayudas que se destinan a las escuelas taurinas para que puedan desarrollarse y el club de tenis, sólo existe una diferencia de 8.000 euros.

Estos datos oficiales muestran dos cosas. Por un lado, que los toros son subvencionados, al menos a través de las escuelas taurinas que lo que forman son toreros. Y por otro lado, que las ayudas que recibe este mundo son muy parecidas a las que reciben otras actividades de ocio y cultura.
Juanma Lamet, redactor de economía y política del diario ‘Expansión.com’ realizó un estudio en 2011 sobre la importancia de los toros en la economía española. En él, explicaba como la tauromaquia facturaba un tercio más que el cine español, y cinco veces más que el teatro. Cifras que justifican la decisión del Gobierno de continuar apoyando estos festejos.
“Si no reacciona el mundo del toro, el espectáculo tiene los días contados”
Uno de los principales argumentos que sostienen algunas personas para que se retiren las ayudas económicas a este mundo, es la afirmación de que está en decadencia. Expertos en la temática, aseguran que el hecho de que se haya producido un descenso en la celebración de festejos taurinos, se debe a la recisión económica que atraviesa el país. Así, Juan Medina realizó este mismo 2014, un estudio en el que hablaba de lo que se ha denominado el pinchazo de la burbuja taurina y mostraba la siguiente comparativa de las actividades que se realizaron en 2007 frente a las de 2013.

Juan Carlos Gil no duda en responder a la pregunta de por qué se considera que los toros están en decadencia: “Por el descenso de los festejos, y porque es cierto que sigue siendo caro, y que acuden cada vez menos jóvenes. No considero que esté tanto en decadencia, si no que está volviendo a ser uno de los grandes focos de crítica, ahora de manera organizada, sistemática y con un fin político claro, cosa que nunca había existido hasta hace cinco años”.
“Actualmente los toros no son nada rentables”
Son palabras de esta misma autoridad en la materia, y es que Gil no duda que antes de la crisis se produjo una “superpoblación de festejos”, es decir, no había espectador para tanto mercado. De ahí, que en la actualidad el número de corridas, novilladas o rejones hayan descendido y se piense que está en retroceso. Sin embargo, la burbuja inmobiliaria no afectó más al mundo del toro que a otros sectores y lo que se vive hoy en día, no es más que el hecho de que “las aguas están volviendo a su cauce” y se están realizando festejos en los sitios en los que había una verdadera afición, quedando actividades menores para las localidades más pequeñas.
“Los jóvenes saben quién es Messi o Cristiano Ronaldo, pero no José Tomás o El Juli”
En la síntesis de la encuesta de hábitos y prácticas culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, de los años 2010-11 se observa como la tauromaquia no se encuentra
entre las preferencias de la sociedad, que acude en mayor porcentaje a ferias y espectáculos deportivos que a los toros. Se trata de una evolución sociológica donde el espectáculo ha perdido su papel central, tal y como afirma Martínez Shaw “Esto no quiere decir que los toros mueran, quiere decir que los toros tienen un papel mucho más reducido del que han tenido en el s. XIX y XX, dentro del mundo lúdico de la sociedad española. Si sumamos cine, conciertos, teatro, futbol y otros espectáculos, los toros quedan en una posición muy secundaria”.

“No hay renovación de la afición”
A pesar de esto, las gráficas del mismo Ministerio, muestran la importante interrelación entre la asistencia a los toros y la práctica de otras actividades culturales. Así, las personas que acuden a los festejos taurinos suelen visitar en mayor porcentaje los museos, ir al teatro e incluso leer más, que las personas que no tienen una actitud favorable hacia la tauromaquia.

La Unión de Criadores de Toros de Lidia cifra en un 18% el IVA con el que se grava la venta de los toros para su lidia, frente al reducido 8%, o super reducido 4%, del resto de productos agropecuarios debido a la aplicación de los regímenes especiales de la agricultura. Por su parte, la Asociación Europea de Ganaderos de Toros de Lidia el sector taurino en 2005 en España suponía un volumen de negocio total de aproximadamente 1.500 millones de euros anuales, de los cuales el Ministerio de Hacienda recaudaba cerca del 14%.
En datos procedentes del Boletín Oficial del Estado del año 1999, el ganado que no se dedique al consumo tributaba al 16% frente al 4% del impuesto aplicado a los animales dedicados a la alimentación humana.

Algunas razas del toro de lidia se encuentran en peligro de extinción como por ejemplo la Pasiega, o la Blanca Cacereña. Según datos de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, el coste de producción de esta raza bovina asciende a cerca de los 5.000 euros, situándose como una de las producciones animales más costosa que existe. Cifra que se ve agravada por la crisis que antes
citábamos.
Y es que, lejos de reducirse los costes de producción, lo que ha ocurrido con la situación económica actual es que mientras los precios de venta de los toros de lidia han descendido, los costes fijos para el mantenimiento de la raza han ido aumentando, siendo un ejemplo de ello el incremento de un 30% el precio de las materias primas para la alimentación del ganado.

Para Juan Carlos Gil los toros están gravados con los impuestos que le corresponde aunque se podría incentivar la asistencia a los festejos “si la entrada de toros en lugar de tener un 21% de IVA tuviera un 4% como tienen los restaurantes por ser una actividad de ocio, podríamos poner las entradas más baratas y podría ir más gente joven”.
Además de las diferencias en cuanto al IVA, hay que añadir el coste elevado de pago a la seguridad social, ya que el empresario paga a cada trabajador, al médico y quirófano privado, y a parte el pago propio de la seguridad social. “La ley me obliga a este doble gasto, y luego el trabajador se va al hospital que le da la gana. El 6,4 % del sueldo de los trabajadores va a la seguridad social. Es tan atípico que el empresario paga la seguridad social del autónomo que contrata”.
El Gobierno actúa: PENTAURO

Cuarenta y dos expertos del toreo conformaron los cinco grupos de trabajo que analizaron la situación actual de este área, con el objetivo de proponer las medidas necesarias para “fomentar y garantizar el ejercicio de la Tauromaquia, actualizando y transmitiendo a la sociedad la trascendencia de su valores y la vigencia de su cultura, tras realizar el diagnóstico de situación y destacar las principales conclusiones del mismo”, según reza el documento. La unión de esas decisiones conformó lo que se conoce como el ‘Pentauro’, o lo que es lo mismo, el Plan Estratégico Nacional para el Fomento y la Protección de la Tauromaquia. De tal forma, que una de las causas que se apunta en el plan como motivo de la decadencia actual de estos festejos es la casi desaparición de las ayudas económicas.

La implicación del gobierno español con la fiesta nacional es tal, que cuenta con una Unidad de Asuntos Taurinos en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, así como con una Comisión Nacional de Asuntos Taurinos.
Asimismo, la protección de este mundo ha aumentado al ser considerado como patrimonio cultural, lo cual le otorga los mismos derechos y obligaciones, entre ellas las subvenciones, que el resto de actividades que poseen la misma consideración.
Parte de la afición taurina no está de acuerdo con este documento, puesto que no se han considerado representados en la toma de medidas, al sólo decidir la Unión de Abonados de España, según una nota de prensa emitida por José Luis Moreno-Manzanaro Presidente UTTA-Sevilla, tras publicarse el Pentauro.
Juan Carlos Gil, periodista, profesor de la Universidad de Sevilla y experto en tauromaquia, al ser preguntado si consideraba que la atribución de subvenciones respondía a una decisión del Gobierno en función del partido político que se encontrará al frente, respondía con contundencia, que se trata de una cuestión ideológica y legítima, y por lo tanto depende de quién gobierne.
¿Están justificadas las subvenciones?
Más allá de que desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se intenté proteger a la tauromaquia considerándola parte de la sociedad española se pregunta si esa debe ser la única premisa para destinar ayudas económicas al toreo.
“Las subvenciones se ofrecen para los festejos menores”
La mayor parte de las partidas económicas destinadas a la tauromaquia, van a parar a manos de las plazas de tercera. Son raras las ocasiones en las que las plazas de primera categoría como Las Ventas de Madrid, o La Maestranza de Sevilla, reciben subvenciones para la realización de los festejos, ya que suelen ser cosos con importante tradición y grandes ferias a las que acuden un elevado número de público que pagan altos precios, cubriendo los gastos, en la mayoría de los casos.
Sin embargo, las plazas de tercera no cuentan con esa asistencia ni tradición, por lo que necesita un aporte extra a parte de lo que el empresario pague, para poder mantener el coso en sí mismo, y realizar festejos. La tauromaquia es un espectáculo privado, donde quiénes se juegan todo son los ganaderos, empresarios y toreros. Así, Juan Carlos Gil explica que “los toreros pactan unos mínimos, los empresarios soportan unos gastos, y luego con la venta de entradas intentan pagar a los toreros, ganaderos y que les quede una parte de los beneficios”. Son los lugares pequeños los que reciben subvenciones para realizar uno o dos festejos, mientras que las plazas grandes continúan bastándose a sí mismas.
El toro de lidia es necesario en el medio ambiente
Perder al toro de lidia sería perder una raza única, como supondría perder al lince ibérico, que según Juan Carlos Gil “se mantiene gracias al esfuerzo y al ahínco de los ganaderos” Este animal se ha adaptado a diversos ecosistemas predominando, en el caso español, la dehesa ibérica que como ya es sabido, posee una gran importancia ecológica.
Actualmente, según la Unión de Criadores de Toros de Lidia cifra en más de 500.000 hectáreas la extensión que ocupa esta raza, favoreciendo el rejuvenecimiento de las partes bajas del suelo evitando la desertización, erosión e invasión del matorral, gracias al pastoreo. Si hacemos caso a las palabras de Juan Carlos Gil “hay bastantes estudios que defienden la necesidad de la existencia del toro de lidia para la existencia de la dehesa. No sé si seguirían existiendo dehesas sin el toro de lidia, posiblemente sí, pero el toro que mejor se adapta a la dehesa y el menos lesivo para ella, es el toro de lidia”.
Palabras que son suscritas por la institución anteriormente citada, que recalca el hecho de que esta raza protege la dehesa al convivir en total armonía con su flora y fauna, debido fundamentalmente, se adapta al medio y posee mayor rusticidad que otras especies más lesivas como por ejemplo el cerdo o la oveja.
Por otro lado, es obvio que al mantener limpia de matorral la dehesa, ayuda a que no se produzcan incendios, protegiendo no sólo la zona en sí misma, al toro, sino también a las diferentes especies que conviven en estos entornos naturales estando además, muchas de ellas en peligro de extinción como por ejemplo la cigüeña negra o el lobo ibérico.

Los ganaderos de esta raza, se han convertido en protectores del medio ambiente evitando la tala indiscriminada de árboles, en estas dehesas donde el toro de lidia vive en cierta libertad, desarrollando los hábitos propios de su especie. Sin embargo, éstos no reciben subvenciones por la crianza del toro, que recordemos puede ascender a los 5000 euros, sino por la vaca de vientre, es decir, la que pare. Así, Juan Carlos Gil detallaba que “la mayoría de los ganaderos tienen los toros asegurados porque se pierden mucho en el campo, se parten un pitón, o se pelean y se matan”.
«Los toros son la fiesta más culta que hay hoy en el mundo”
Federico García Lorca
En las palabras de este importante literato español podemos comprobar el valor cultural que se le daba a la fiesta años atrás. Sin embargo, no ha sido el único artista que ha utilizado la tauromaquia de musa. Es conocida la pasión que Orson Wells sentía por ella, o el reflejo que ha tenido y tiene en otras áreas como la pintura, por ejemplo con el ‘Gernica’ de Picasso, o las esculturas de Botero. También la actividad taurina, como la futbolística, ha ido creando un lenguaje propio que se utiliza no sólo en el mundo del toro, sino también en el argot popular como por ejemplo la expresión “coger al toro por los cuernos” al referirse a hacer frente a un problema sea de la índole que sea.
Aunque con el paso del tiempo ha ido aumentado la cantidad de personas que no comparten las actividades taurinas, lo cierto es que tal y como señalaba Martínez- Shaw, empresario de la Fundación de Estudios Taurinos, “en los siglos XIX y XX el toreo era el hechizo de los españoles, la gente estaba enloquecida con los toros y los toreros, era el gran espectáculo, las ciudades se alteraban sólo para las corridas”.
En la actualidad se siguen formando toreros en las escuelas taurinas. Dichas entidades, son las que según hemos podido comprobar en documentos expuestos con anterioridad, reciben una mayor partida económica. Pero tal y como decía Juan Carlos Gil, recibe la misma ayuda que el conservatorio u otras entidades culturales, ya que forma parte del mismo Ministerio. Así, para este periodista, “las escuelas taurinas no sólo enseñan a torear sino también una serie de valores sociales, a compartir, a vivir, a madurar como personas. Habrá gente que le guste la música, como gente que le guste la tauromaquia, y tan lícito es que te guste la música como que te guste la tauromaquia”.
Precisamente, para fomentar esas enseñanzas, se realizan por parte de las escuelas taurinas y otras entidades, clases magistrales en las calles de ciudades como Sevilla intentando que el público conozca más de cerca el interior de este mundo.

La tauromaquia es oficialmente Patrimonio Cultural
El pasado año el Senado español aprobaba la Iniciativa Legislativa Popular promovida por la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, y respaldada por medio millón de firmas, que blindaba y protegía a la tauromaquia al ser considerada como Patrimonio Histórico Cultural. Al ser incluida en esta denominación, este mundo debe ser respetado y guardado al igual que las otras áreas que forman parte de ella, como recientemente, el flamenco.

Por ello, las subvenciones se hacen necesarias para mantener en perfecto estado plazas históricas como la Maestranza sevillana, o edificios emblemáticos del toreo. Y es que muchas están consideradas patrimonio cultural e incluso nacional, por lo que para su conservación son necesarias subvenciones, al igual que otros edificios que contengan el mismo interés para la sociedad.

Es una actividad que genera más beneficios al Estado que gastos
Como cualquier actividad o festejo, la tauromaquia genera ciertos gastos al Estado, por ejemplo con la dotación de esas ayudas para el mantenimiento de las plazas de toros o de las escuelas taurinas. Sin embargo, el profesor de economía Juan Medina cifra en 177 millones de euros la recaudación de la taquilla en los festejos del año 2012, basándose en las Estadísticas de Asuntos Taurinos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Atendiendo al estudio económico realizado por este profesor, observamos que hace dos años el Estado llegó a recaudar sólo en lo referente al IVA taurino, más de 25 millones de euros. Además, en el citado trabajo se cifra en más de 590 millones de euros el impacto económico total producido por los festejos, atendiendo tanto a los ingresos directos que se dan en taquilla, como los indirectos que tendrían que ver con los alojamientos de los aficionados, el transporte de los mismos, etc.

Si comparamos las subvenciones que hasta el momento hemos visto, siendo la mayor cuantía de 95.000 euros, con lo recaudado por este sector, se puede ver como la tauromaquia aporta a las arcas públicas mucho más de lo que recibe de ellas.
En tiempos de crisis económicas como los que atraviesa España, es un elemento a tener en cuenta, puesto que tal y como dice Juan Carlos “ se generan puestos de trabajo, que se ingresa dinero en las arcas públicas, que es una actividad económica legal, que forma parte de la libre iniciativa empresarial e incluso para el libre desarrollo de la personalidad, en este caso de los toreros, que deciden libremente ser toreros”.
«Se generan puestos de trabajo”
Una de las características de la tauromaquia señalada por el anterior periodista es que generan puestos de trabajo, ya que, no sólo están los ganaderos, empresarios, toreros, sino también las cuadrillas de los toreros, la multiplicación de empleos en restaurantes y hoteles en las grandes ferias taurinas como por ejemplo San Isidro en Madrid, o la Feria de Abril en Sevilla. Así como, en el transporte, en las artes con la contratación de músicos para el festejo, etc.
