Lunes de nuevo. Te levantas en Mallorca, relajado después de cuatro días festivos en esta gran isla balear. Te desperezas, tomas un café, fumas un cigarro, tomas una ducha, y te preparas para disfrutar del último día de este oasis en medio del desierto. Todo va bien, todo es felicidad, hasta que justo antes de irte a dar un paseo en un día tan soleado y tan maravilloso, suena tu móvil y aparece el pajarito danzarín de twitter, indicando que alguien ha decidido compartir con el resto de su gente algo. Y ¿qué es ese algo? Pues como no, una vez más es otro arrestado por un caso de corrupción. No te lo puedes creer. Esta vez le ha tocado a Francisco Granados, exnúmero dos de Aguirre en Madrid. Piensas, bajas la cabeza. Vamos a casi un corruptos implicado, arrestado, señalado o perseguido por día. ¿por qué? ¿Cómo es posible este nivel de corrupción? ¿Por qué tenemos a tanta gentuza suelta?
Esto no me a amargar el día, pero sí que me provoca cierta vergüenza.
La vergüenza de tener el sistema que tenemos, y que los españoles no merecemos.
Vergüenza por estar rodeado de sinvergüenzas, por pensar que cualquiera que vaya bien vestido en un autobús un dia laborable cualquiera está robando, que aquel que lleva un cochazo es porque algo de nosotros se ha llevado…
Todo porque me veo envuelto en un mundo que me roban, me quitan mi sueldo y mis derechos para gastarlo en lo que les sale del cigüeñal, importándoles un carajo todo y todos, y lo que es más preocupante, PORQUE NO VEO A NADIE ENTRE REJAS PUDRIÉNDOSE.
¿por qué? ¿Cómo es posible este nivel de corrupción? ¿Por qué tenemos a tanta gentuza suelta?
No puedo confiar en nadie sino puedo confiar en la justicia que “nos hace a todos iguales”. No puedo ver con buena cara a un rico, porque pienso que me está engañando y de rebote está mintiendo a la justicia.
No puedo confiar en nada ni en nadie, porque veo que implican y detienen a Francisco Granados, pero nadie habla de Esperanza Aguirre.
Este señor era su número dos, y veo muy complicado por no decir imposible, que un segundón pueda robar, sin que el jefe no se entere.
A no ser que colabore en la estafa, o sea un zoquete que no se entera de nada, que en este caso también se puede ver factible.
Y si seguimos tirando del hilo de la corrupción, no me puedo creer que esté saliendo toda esta porquería, y que la mayoría de sucios estafadores, timadores y ladrones sean personas del Partido Popular, y que el señor Aznar no vea su nombre en ninguno de estos casos.
Prosigamos con la corrupción, porque esto no queda aquí. Miras el periódico al cabo de media hora, y no es Granados solo. Son 50 más. Entre ellos Marcos Martínez Barazón, presidente de la Diputación de León, del PP, como no, Jose María Fraile, alcalde de Parla, este del PSOE, José Carlos Boza Lechuga (regidor de Valdemoro), Agustín Juárez (regidor de Collado-Villalba), Gonzalo Cubas Navarro (alcalde de Torrejón de Velasco) todos ellos del PP y un largo etcétera de cargos políticos tanto del PP como del PSOE.
Qué barbaridad, qué vergüenza, que nivel de corrupción asola este país. Y aún no veo a nadie pudriéndose en la cárcel. Ahora me vienen a la cabeza aquellas maravillosas frases como “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”.
NO VEO A NADIE ENTRE REJAS PUDRIÉNDOSE.
Pero claro, sigamos indagando, por favor. Xavier Trías. Y lo niega, lo niega. Dinero en Suiza movido a Andorra. Puedes negar todo lo que quieras Trías, pero ¿te piensas que somos imbéciles?
Si tu jefe político se hinchó a dos manos, ¿Ahora me vas a decir que tú no cogiste un euro? Siempre hemos mantenido que esta vacanal de robos, fraudes y estafas solo podía estar motivada por el conocimiento y colaboración general de todos los que se encontraban en el partido. Y parece que la porquería empieza a salir. Pero… ¿por qué no hay nadie en la cárcel? ¿nadie va a pagar con este nivel de corrupción?
Acebes, Bárcenas, libertad digital, Rodrigo Rato, Blesa, alcaldes, regidores, Cotino, Camps, Matas y un largo de etcétera de implicados o sospechosos, pero el nombre de Aguirre, Aznar, Rajoy y todos los mandamases peperos todavía no los veo aparecer.
Y no me puedo creer que no aparezcan sus nombres por ningún sitio, cuando todo su ámbito está implicado en casos turbios por doquier.
No puedo confiar en nada ni en nadie, porque veo que implican y detienen a Francisco Granados, pero nadie habla de Esperanza Aguirre.
Según la ley, “la omisión del deber de socorro” es un delito. Y la justicia tiene la obligación moral de socorrer a esta sociedad de tanto chorizo. Necesitamos que nos socorran, nos auxilien y que paguen todos aquellos que han destrozado nuestra sociedad y nuestras vidas.
Por último, esta nueva operación anticorrupción la han denominado “Operación Púnica”.
Si mal no recuerdo, las guerras púnicas fueron aquellas que se produjeron entre los romanos y los cartagineses.
Llegados a este punto y a este nivel de corrupción, en el cual la sociedad parece la mala por pedir y reclamar justicia, me pregunto ¿quiénes somos, los buenos, civilizados y afables romanos que explotaban a medio mundo, o los violentos e incisivos cartagineses con ganas de conquistar el mundo? Espero que tengamos la energía de los segundos para acabar con toda esta gente podrida de nuestra sociedad, que nos está explotando, robando y expoliando con total impunidad.