Todo normal
Luego del 26J, la normalidad en España ha cambiado. Tanto en ética institucional como en el conflicto de intereses con el que nos despertamos un día sí y otro también. La corrupción es un estado “normal”. La sospecha en que la administración de Justicia incurre en aparentes decisiones cuestionables, no es ajena a este ajuste. Esta nueva normalidad abarca desde las más altas instancias hasta el más simple de los votantes.
El honor y los títeres
El honor es una cualidad moral que lleva al sujeto a cumplir con los deberes propios respecto al prójimo y a uno mismo. Se trata de un concepto ideológico que justifica conductas y explica relaciones sociales. El honor de España se está deteriorando cuando un gobierno se encuentra inmerso en una sucesión interminable de casos de corrupción.
Recuperación de la función política del vecindario
Desmasificar es la clave del nuevo modo de hacer política. El desconcierto entre los representantes de la vieja política, creída en que la concentración de medios de comunicación bastaba para el control del pensamiento, es evidente. No han logrado neutralizar a estos modos más “humanos” y directos de construir propuestas políticas.
La ingobernabilidad
Las últimas advertencias llegadas desde Bruselas, merced a la realidad de las negligencias de algunos ministros del gobierno, han hecho recordar la ortodoxia presupuestaria a nuestra España. Ese posicionamiento de la UE es político, verdadera intromisión
En esta batalla mediática, aculturiza que algo queda
España se encuentra bajo el efecto del estruendo de los medios distrayendo a las gentes con cuestiones menores. Alentando el odio. Es el ruido mediático que procura ensordecer y hacer inaudibles los lamentos que se elevan desde las salas de urgencias.
La traición y las lealtades en el futuro de España
Los corruptos son traidores. Los que someten su desempeño a intereses que se contraponen con los generales del país, también. Los que mienten luego de su instalación en los cargos o incumplen sus compromisos, de la misma manera.
Si está indignado ¿Qué tal si hablamos de corrupción?
Los corruptos son traidores a España. A los valores en los que creímos que se podría construir un Estado que equilibrase las tensiones históricas con el necesario requisito de demostrar decencia en todos los estamentos de ese Estado. Pero, al día de hoy eso no es así. En este mes de mayo que transcurrimos, y lo que viviremos hasta el 26J, nada es lo que parece y lo que debería ser garantía puede convierte en alarma social.
Entre la intimidación la desmesura y el paternalismo
La nueva política surgió de las calles, las plazas, los centros comunitarios, las asambleas y las movilizaciones pacíficas. Pero, como casi siempre, fue causal. Las personas, decepcionadas, abandonadas a su suerte, víctimas de la impunidad, frente a la desmesura de los excesos de las redes de negocios, casi siempre en desmedro de los intereses nacionales y los abusos de poder.
La Europa de los mercados vs la Europa de las personas
La Carta Social Europea se ha diluido cuando desde Frankfurt y Bruselas se impulsan medidas de claro corte esclavista en materia laboral, financiera o de derechos humanos. Es la tónica. Transferir la carga de los errores en materia financiera a los estados, mientras los grupos financieros y corporativos busca refugio en las corruptas arcas de los paraísos fiscales.