Tradicionalmente, el nacionalismo ha vivido del enfrentamiento entre partidos y medios de comunicación. De la cizaña. (nota1)
– ¡Franquista!
– ¡Traidor!
Ahora, ensoberbecido, ha presionado en exceso y el foco está sobre él: expuesto a la luz, es fácil reconocerlo como un manipulador emocional. (nota2)
No sabiendo dar marcha atrás, como un niño consentido, el nacionalismo ha optado por contener la respiración hasta morir (boicot a los bancos, desprecio a la huida de empresas, DUI…) (nota3)
Entre los partidos no nacionalistas aún hay quienes dudan si ceder a la presión, como siempre se ha hecho. (nota4)
Pero quizá nuestros protagonistas hayan encontrado al fin la vía de solución. La poción mágica que resuelve el problema una vez evitado el enfrentamiento sectario: (nota5)
– En una marmita de diagnóstico compartido;
– preparar un caldo base desactivando falsedades;
– una pizca de publicidad positiva;
– una ramita de explicación de los valores democráticos;
– y, mucha mucha atención, para evitar que la insana permisividad nos lo eche a perder.
Y finalmente triunfe la concordia y los catalanes podrán disfrutar de nuevo de la reconciliación. De una 2ª Transición en Cataluña, liberándolos esta vez de los prejuicios y las presiones antidemocráticas nacionalistas. Por un gobierno de todos y para todos. (nota6)
NOTAS EXPLICATIVAS
Nota1: Deconstruyendo el nacionalismo
Nota2: Nacionalismo manipulador y respuesta asertiva
Nota3: Un nacionalismo consentido
Nota4: Reforma de la Constitución: el PSOE en su laberinto
Nota5: Resumen #EmoFree de la cuestión catalana
Con los pasos a partir del relato consensuado, que podría ser:
Nota6: Resumen #EmoFree de la cuestión catalana