Algo que decir

En qué colectivo me encuentro, en el que dicen amar su tierra y luchar hasta sus últimas consecuencias para logra un sueño, utopía o locura. En la que inamovibles no desean cambios por temor a la incertidumbre futura y dejarse llevar por un tutor que no le comprende. En la que sentado espera verlas venir sin mover una ceja y deseando pase esta tormenta de acontecimientos.

¿Hay más opciones?.

 Existen otros puntos de vista meditados desde tu experiencia de vida, desde tu criterio educado a través de tu conciencia de la información alternativa que te llega y crea tu propio criterio de la situación y tu lucidez sobre la realidad.

En estos momentos muy tristes para unos y muy expectantes para otros, me muevo en una corriente incierta y con toques peligrosos de un presente que jamás hubiera deseado vivir y un futuro no claro y con expectativas sombrías.

Nubes de tormenta sobre mi vida que me han traído las borrascas de una sociedad minoritaria que durante los últimos años se han dejado llevar a un callejón donde no hay un plan de actuación claro y unas perspectiva de futuras muy inciertas con síntomas de destrucción del estado de confort que habíamos recuperado después de esta crisis tan larga.

Y desde mi mirada que pronto rebasará los 60 años, nunca creí poder sentir este miedo a un futuro para mis hijas y nietas tan poco formado, tan poco estable. Y preguntas taladraban mi mente ¿quién mueve los hilos de mi vida? ¿Quiénes gobiernan el futuro de mis niñas?

Por ser persona que busca la verdad fuera del convencionalismo de la prensa oficial, de los discursos repetitivos, del fanatismo y otras corrientes, veo, escucho y tolero día a día un ambiente que no conduce a nada de lo que desee tener a esta altura de mi vida.

A mi pregunta ¿Quién mueve los hilos de mi vida? Se hace cada vez más evidente que quizás quién lo haga ni vive en mi tierra, ni hable mi idioma, ni le importa mi gente y por supuesto su presente y futuro.

Están alejados de este gran país donde nos fuimos mezclando a través de los años después de una guerra entre hermanos, amigos, vecinos.

Un pueblo donde la gente tiene raíces de otras regiones y renunciar a ellas es arrancarte el respeto a tus ancestros, a los que antes que yo estuvieron luchando para que en esta tierra tuviéramos un futuro mejor que su presente y por el que abandonaron su tierra.

Romper con España, frase dura y demoledora,¿ romper el qué?. Negar tu origen, repudiar de dónde venimos más de la mitad de una población.

Dolor, mucho miedo y sobretodo tristeza es lo que ahora tengo y puedo amar mi tierra, mi hogar porque soy y me siento de aquí de mi Cataluña querida, pero no por ello voy a odiar, repudiar, insultar y despreciar el resto donde está la impronta de mi pasado.

Decir lo que uno siente en estos momentos molesta a otros, pero al igual que ellos también los míos son sentimientos, y no me dejo manipular por nada y nadie tengo claro de donde se originan y el porqué de que existan.

Los próximos días van a ser duros, dolorosos e inciertos, nada ni nadie podrá hacer volver el pasado donde tu día a día era seguro, tu trabajo, tus horas de ocio, tus amistades, familiares y compañeros de trabajo donde se hablaba de temas que no separaban porque no tocaban sensibilidades ahora a flor de piel.

A través de mi mirada seguiré buscando esa verdad que nadie cuenta, esa oculta agenda que se ve cada día más clara y esperando que los daños colaterales no sean extremos para poder seguir mi día a día donde quiero estar, vivir y ver crecer a mi estirpe más joven, esa por la que te desvives y quieres proteger de todo y todos.

AYSHA

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