Hay gente que piensa que todo es, ha sido y será igual. Gente para la cual las cosas son un ciclo que cuando acaba simplemente vuelven a empezar. Que nunca hay ningún cambio. Pero eso siempre me ha parecido racionalmente absurdo, las cosas cambian por naturaleza. La gente nace, vive y muere, los sistemas nacen, viven y mueren, no hay nada más natural que eso. Hasta las cosas más sólidas acabarán tarde o temprano por deshacerse ante el inexorable paso del tiempo.
Es innegable que existen los ciclos, pero siempre nos llevan a otro lugar aunque creamos que estamos en el mismo una vez completados. Todo día da a una noche y, después, a otro día, pero cada día nos acerca a una estación diferente del año que nos llevará a otro año y cada año nos empujará a una nueva era. Podemos pensar pues que todo es una repetición, que cada día, o cada año, es igual que el pasado, pero al final nos daremos cuenta de que no es así si echamos la vista muy atrás. Al fin y al cabo, nadie puede darse cuenta de cómo va envejeciendo diariamente pero parece muy notable cuando uno se mira en una foto antigua.
Algo está cambiando en el mundo, está cambiando igual que lo hacemos cada uno de nosotros ¿no lo habéis notado? Nací a finales de los 80 y crecí en un mundo en el que EE.UU. ha sido el país que ha tenido siempre la sartén por el mango. Ese era un mundo un tanto diferente a éste.
Crecí en el mundo de Boris Yeltsin borracho en público, del fin del muro de Berlín. De las dos guerras acontecidas en Iraq, y su posterior invasión por tropas norteamericanas, en las mismísimas faldas de Rusia. Crecí en el mundo de la televisión y del consumo mientras Occidente se miraba el ombligo y las industrias se deslocalizaban en busca de niños que cosieran los balones con los que jugábamos aquí.
Pero ese mundo se ha acabado, se ha esfumado y nunca volverá. Estamos en una nueva era, en el nacimiento de unos tiempos completamente nuevos, aunque no seamos del todo conscientes de ello.
Algo está cambiando en el mundo cuando EE.UU. y sus “aliados” no han invadido aún Siria, igualmente a las faldas de Rusia, a pesar de haberla destrozado completamente. Rusia es un oso despertando después de haber hibernado y EE.UU. un hábil domador cuyos trucos ya están empezando a ser más conocidos por quienes están bajo su encantamiento.
Algo está cambiando en el mundo cuando China ya no necesita a EE.UU. pero EE.UU. sí necesita a China. Algo cambiará en el mundo si éste y otros países ya no aceptaran más el dólar como moneda de intercambio.
Algo está cambiando en el mundo cuando las relaciones cubano-norteamericanas se deshielan y el presidente de EE.UU. anuncia el próximo fin del embargo a Cuba para acabar reuniéndose con Raúl Castro en la Habana. Cuando es el propio presidente el que tiene que ir a negociar al corazón del país tropical.
Algo está cambiando en el mundo ahora que el presidente de EE.UU. es negro y el Papa latinoamericano.
Algo está cambiando, no lo dudéis ni por un segundo. El mundo que amanece siempre es un poco diferente del que acaba de morir con la noche.