El jueves cuatro de mayo, en una alocución dentro de un evento sobre el talento, dirigiéndose a directivos jóvenes celebrado en Madrid, dió algunos consejos. El presidente del Gobierno, entre otras cosas expresó que en estos momentos “es importante la personalidad de la gente”. Por ello, con su conocida ambigüedad, “Es importante manejarse en la vida, saber manejarse en situaciones difíciles. Saber decir que sí, saber decir que no, saber mirar hacia otro lado cuando hay que hacerlo“.
Con este enunciado, el señor Mariano Rajoy ha dictado una clase conceptual de ética, lo que explica todo el lodazal empresarial y político que cubre la vida de los ciudadanos de este país. “Mirar para otro lado” es permitir que las prácticas cuestionables perduren y se consoliden en las relaciones que afectan directamente los recursos de todos. Ejercer la decencia no debe ser una rareza en democracia. Ni denunciar la corrupción perseguirse como se hace desde los oscuros rincones del poder. Aunque los hechos no sean alentadores para cambiar de expectativas.
Estos de la Gestora están marcando récords en el despropósito y la entrega. Es de suponer que deben de tener una compensación que les aplaque conciencias y les permita pagar hipotecas. Las recientes votaciones en las Cortes solo exhiben la confirmación de lo dicho. Pero no están solos. En medio de todos los sucesos que nos tienen como víctimas, Ciudadanos sigue confirmando la razón de ser de su aparición en la política nacional. Fue creado para obedecer y dar número, nada más. Ni regeneración ni renovación. Sólo complicidades. Lo que se exige en Venezuela se lo admite en España.
En otro orden, me atrevo a concluir que Victoria Prego es la expresión del periodismo que tiene esa España cobarde que se inclina y evita incomodar al poder en su tarea de encontrar la verdad. Por eso la tienen en Madrid como presidenta. Son corderos que se someten desertando del periodismo, acudiendo en tropel, sin chistar, al encuentro del desdén y la mentira de modo cotidiano y perseverante. Necesitamos a un periodismo libre y respetuoso de la legalidad y del ejercicio honesto de su razón de ser. Ese periodismo se merece otro tipo de representantes al frente de sus asociaciones.
El escándalo del Asunto Moix, con las comparecencias del Fiscal General Maza y del Ministro de Justicia Catalá, dejan la conclusión de que lo grave no es cometer errores. Lo inaceptable es pretender seguir actuando incorrectamente y perseverar en su imposible justificación. Lo que sólo es posible con el respaldo de Mariano Rajoy. Los jueces deberían proteger el cumplimiento de los principios constitucionales y exigirlo de todos aquellos que no se ajusten en sus actos a ellos. Por tanto, ninguna reforma en el Código Penal puede eximir del cumplimiento de estos principios.
Al parecer, en el marco del caso Lezo, se pondrían sobre la mesa pruebas concretas en las que se implicaría a Rajoy en los pagos en B dentro del PP. Según una grabación lograda por la Guardia Civil, entre Ignacio Gonzalez y Zaplana, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, habría sido chantajeado con un vídeo que probaba la corrupción en el PP. En ese video, un empresario confesaba el pago de mordidas a Alvaro Lapuerta, entonces tesorero del PP nacional: “Le soltaron pasta por la puta cinta. Para taparlo”, dice González, en una de las conversaciones que figuran en el “caso Lezo”. Según Ignacio González, publica “El Español”, Rajoy acudió a Luis Bárcenas para “solucionar el problema”. ¿Miró el señor presidente “para otro lado”?
En esta guerra de encarcelados, imputados, testigos y demás implicados se presagia una tormenta perfecta de dossieres entre pandillas… y grupos de los Servicios de Inteligencia… ¿penoso… no?
La alarma social se expande. Los ciudadanos no podemos permanecer impasibles. El futuro de nuestros hijos y nietos se lo están llevando ante nuestra sumisión y la complacencia de las instituciones que deberían evitarlo. De norte a sur y de este a oeste. Desde los sobrecostes hasta los ERE. Del almacén Castor hasta los fondos de Formación. De la privatización de entidades financieras a precio vil a la de empresas públicas rentables. Con el apoyo de medios subvencionados con dinero de todos, generando una verdadera “Máquina del Fango”.
Tú mismo.
Fuente: http://diario16.com