Hoy es uno de esos días que uno quiere escribir, expresarse y mostrar su opinión al mundo esperando que alguien se interese en leerla, analizarla y establecer un debate interesante, pero la desazón, decepción e indignación (si me permiten la palabra) con los últimos acontecimientos del PSOE, me hace ir al grano sin más preámbulos. Y ahora ¿qué? ¿elecciones el año que viene o recortes? ¿Coma o muerte del PSOE?
Lo de hoy es una aberración para todos aquellos que todavía creemos en las ideologías y en los valores de las mismas.
El PSOE consolida el apoyo al partido de la corrupción, de los recortes, de la chulería y de la prepotencia, del juego sucio, tanto en financiación como en tretas usando los cuerpos públicos estatales para tirar cubos de basura encima de rivales políticos, y, en definitiva, del peor presidente que ha conocido la democracia hasta nuestros días.
Y ahora ¿qué? ¿elecciones el año que viene o recortes? ¿Coma o muerte del PSOE?
Esto no es propio de un partido que se hace llamar socialista, y mucho menos de un partido que pretende hacer las políticas sociales su estandarte.
Hoy la izquierda de este país queda huérfana. Huérfana de padre. O de madre, según se quiera mirar.
La decisión tomada hoy en el comité federal es una ofensa a la sociedad de un país que reclamaba un cambio profundo a través de las diversas fuerzas políticas que podían ofrecerlo.
Pero el problema no es solo la decisión tomada, sino la manera de hacerlo.
Hoy el PSOE, queda herido, una herida profunda que deja al partido en la UCI, debatiéndose entre la vida y la muerte.
No voy a hacer un repaso de los acontecimientos de estos días pasados, ya que son de sobras conocidos y han estado analizados desde todos los frentes, sino que voy a intentar desgranar que es lo que va a suceder a partir de ahora.
Hoy la izquierda de este país queda huérfana. Huérfana de padre. O de madre, según se quiera mirar.
El PSOE se encuentra en una situación desastrosa.
Un partido dividido, una militancia en contra y ninguneada, unos barones que han antepuesto sus intereses a los de sus votantes, y una sociedad que no deja de sufrir gracias a los recortes y las políticas represivas que ha aplicado Mariano Rajoy.
Entonces, ¿ahora qué?
Empecemos a hablar claro:
España no tiene presupuestos aprobados. Europa, espera y desea (así lo hizo saber gracias a su divino perdón de la multa que merecíamos por el desvío del déficit) que se recorten 10 mil millones más de euros en este país trastornado ya con tanta política encaminada a defavorecer a las clases medias y bajas de este país.
El profesor Santiago Niño Becerra alertaba anoche en la Sexta Noche que en Diciembre de 2017, la hucha de las pensiones tendrá un déficit demás dos mil millones de euros, y que si el gobierno no realiza una aportación extra como mínimo equivalente a este déficit, los pensionistas no cobrarán la paga extra de Diciembre de 2017.
Uno de los motivos por los cuales se recurre a la hucha de las pensiones, según Niño Becerra, es bien claro; la falta de ingresos derivada de la alta tasa paro juvenil junto al paro existente en este país, y los 8,8 millones de trabajadores que cobran menos del salario mínimo profesional o incluso menos de 300 euros.
Europa, espera y desea que se recorten 10 mil millones más de euros en este país trastornado ya con tanta política encaminada a defavorecer a las clases medias y bajas de este país.
Todo esto, gracias a la maravillosa reforma laboral del Partido Popular y de Mariano Rajoy.
Es decir, paro y salarios miserables frente a una población envejecida y pensiones altas, ya que los actuales pensionistas, en su gran mayoría, han pasado toda su vida cotizando .
Todo esto sumado a una corrupción sin precedentes, a múltiples causas y procesos abiertos, y a un fraude fiscal cercano a 90 mil millones de euros anuales.
Y si un caso, el tema catalán lo dejamos para otro texto.
Con todo este panorama, ¿Cómo puede ser que el PSOE apoye esta serie de políticas que tienen de todo menos socialistas?
La gran cuestión y el gran dilema al que se enfrenta ahora mismo el PSOE es claro;
Abstenerse frente al PP con el pretexto o el intento de venderlo como tal, de ejecutar una oposición desde dentro y desbloquear al país, es un insulto a la inteligencia. Si en sus mejores delirios, piensa que va a poder atajar la política neoliberal sin escrúpulos del Partido Popular, están muy equivocados.
¿Cómo puede ser que el PSOE apoye esta serie de políticas que tienen de todo menos socialistas?
El PP solo responde ante Europa y antes sus amigos empresarios que les aseguran una puerta giratoria cuando finalicen su mandato. Y no van a permitir que el PSOE les indique las políticas a tomar.
Con este panorama en España, el PSOE no le quedan opciones debido al propio harakiri que ellos mismos se han hecho.
Si pretende dar estabilidad desbloqueando la situación actual política de este país, y aguantar la legislatura durante 4 años, tendrá que renunciar a su socialismo estableciendo (sino lo ha hecho ya) un corporativismo feroz y NO socialista con la corrupción y los recortes sociales.
Puede ser que el PSOE haya empezado a agonizar tal como lo conocemos.
Si pretende, o espera, o siente la alucinógena esperanza de que podrá revertir las políticas del Partido Popular, (empezando por los presupuestos), señores, prepárense porque el año que viene volveremos a votar.
Puede ser que el PSOE haya empezado a agonizar tal como lo conocemos. La actitud imperativa, irracional y autoritaria de las últimas semanas, más propias de otras épocas pasadas, y el desprecio y ninguneo a la militancia, no ha hecho más que expandir el cáncer que ya se había desarrollado dentro de la formación, en forma de intereses personales que iban y han ido en contra de una ideología de izquierda, buscando más el conformismo de barones y el mantenimiento del status quo.
Esta abstención no tiene ningún sentido, en tiempo y forma, y ha roto la ilusión y esperanza de miles de militantes y de millones de votantes.
Esperemos que no acabe de romper la ilusión y la esperanza de todo un país.