A veces me levanto por las mañanas, me miro al espejo, y tengo la sensación de ser el único tonto de este país, que nunca se ha llevado nada de dinero público, ese que pagamos todos, o por lo menos la clase obrera de este país. Siempre había pensado, que estafar, robar o apoderarme ilícitamente de algo que fuera estatal era una labor harto complicada, pero está visto que es la cosa más sencilla del mundo mundial. Y ahora se juntan varios temas: Adif, euro por receta, independencia y monarquía.
Adif investigada. Salta a la palestra la noticia, porque resulta que las obras del AVE es un 230% superior en algunos tramos que el inicialmente pactado.
Estamos hablando de un sobrecoste en algunos tramos de 247 millones de euros. Pero en otros, como por ejemplo el AVE Madrid – Barcelona, el coste ascendió a 1416 millones más de los presupuestados. Cierto es que en la actualidad, hablar de millones de euros, es como hablar de churros, y a lo mejor esta cantidad no la asumimos o interiorizamos en la medida que merece. Si hacemos un ejercicio, breve pero esclarecedor, como es pasar esa cantidad a pesetas, nos daremos cuenta, que el sobrecoste del ave ascendió a más de 200 mil millones de las antiguas pesetas. Todavía recuerdo en mis años de jueventud, cuando el F.C.Barcelona fichó a Ronaldo, y costó 2.500 millones de las antiguas pesetas, y batió récords y se consideró una auténtica locura.
Tampoco soy capaz de entender como un gobierno, un ministerio o un estado, es capaz de pagar estos sobrecostes sin investigar, sin pedir explicaciones, simplemente pagando y ya está.
Pues bien, el sobrecoste asciende a todo ese dineral. Ahora pretenden justificar este sobrecoste (que realmente parece que sean minucias, tal y como lo están tratando) diciendo que se debe a “prisas” y numerosos incidentes que ocurrían a lo largo del período en el que se realizaron las obras. Hasta donde llega mi humilde imaginación, puedo entender que toda obra acarrea imprevistos, incidentes, ralentizaciones y un largo de etcéteras que pueden retrasar la fecha final de la obra. Lo que no entra en mi imaginación, es cómo un proyecto de esta envergadura, en el cual intervienen profesionales cualificados de todos los ámbitos, de todas las ciencias, especializados en sus campos, no son capaces de presentar una propuesta en la cual se prevean en cierta medida toda esta serie de imprevistos. Una infraestructura en la cual es básica su seguridad una vez finalizada, en la cual circula un tren de alta velocidad cargado de pasajeros y que alcanza los 300 kilómetros por hora, se adjudica a unos proyectos los cuales entiendo que no tienen en cuenta ningún imprevisto, ni deben analizar muy bien el terreno para que luego se presente este sobrecoste.
Tampoco soy capaz de entender como un gobierno, un ministerio o un estado, es capaz de pagar estos sobrecostes sin investigar, sin pedir explicaciones, simplemente pagando y ya está. A no ser, claro está, y aquí llegamos al kit de la cuestión, que ese dinero ya estuviera destinado previamente a determinados bolsillos, con la justificación de estos imprevistos tan, por decirlo de una manera, costosos. Ah sí, que esto es España.
Otro suspenso, entre follones como el caso Noos, viajes de cacería y demás escándalos cuando se supone que es la institución que mayor ejemplo debería dar en estos tiempos de crisis y austeridad.
Otra noticia que ayer nos abordó, y para mi de forma totalmente satisfactoria, es la declaración de anticonstitucionalidad del euro por receta implantado en Catalunya. Si bien es cierto, que en este caso la justicia no ha sido tan rápida como con el juez Elpidio Silva (ya que el euro por receta se implantó en Junio de 2012 en Catalunya), ni que decir tiene que la sentencia es más que bienvenida. Una medida totalmente injusta, mediante la cual te hacen pagar algo que ya has pagado previamente, una invención del gobierno recortador de Artur Mas, y que sobretodo extiende la desigualdad dentro del país.
Un intento más de acabar con el sistema público, y de discriminar a todas aquellas personas que por nivel de ingresos o por múltiples patologías no podían afrontar este sobrecoste en una sanidad que ya pagamos con todos los impuestos que tenemos que abonar.
Pero dejando de lado todas las implicaciones que tenía esta medida, es una buena colleja, y una vez más, una manera de dejar en evidencia, al señor Artur Mas, que tanto proclama que con la independencia, los catalanes viviríamos mucho mejor. Después de esto, mucha gente debería plantearse si realmente quiere una independencia al mando de estas personas. Personas, que solo saben atacar el sistema público, privatizarlo, establecer tasas que son anticonstitucionales, y que serían los encargados de dirigir al nuevo país.
Miedo me da pensar que pasaría si estas personas tuvieran el mando absoluto, ya que esta vez ha sido el tribunal constitucional el que nos ha salvado de una medida injusta, pero en caso de ser independientes, no se a quien podríamos reclamar.
Unas personas, que a parte de recortar, atacar los servicios públicos, recortar sueldos y pagas a funcionarios, privatizarlo todo y un largo etcétera, se encuentran inmeras en múltiples casos de malversación de fondos públicos como el caso Pallerols (cursos de formación), el caso Pujol (la banca catalana), el caso Oriol Pujol (concesión de las ITV) o el caso Millet (Palau de la Música). Estos son los que buscan la independencia. Estupendo.
En fin, esto es España. Una vez más, este es el país que tenemos y que no nos preocupamos de intentar cambiar.
Por último, la corona vuelve a suspender en confianza. Atención, un 3,72 sobre 10. A mi, en el colegio, cuando suspendía con un 4,5 ya me llevaba una buena reprimenda, pero si ya lo hacía con esa nota, no quiero recordar que era todo lo que me llevaba. Otro suspenso, entre follones como el caso Noos, viajes de cacería y demás escándalos cuando se supone que es la institución que mayor ejemplo debería dar en estos tiempos de crisis y austeridad.
En fin, esto es España. Una vez más, este es el país que tenemos y que no nos preocupamos de intentar cambiar. Un país en el que el dinero viene y va (a no se sabe donde), los que más deberían callar son los que más hablan y más ruido hacen, y donde hagas lo que hagas no hay ninguna consecuencia. Perdón, no hay ninguna consecuencia, a excepción que te equivos por unos euros en tu declaración de renta de obrero, que es entonces cuando vienen a por ti con multas, retrasos, y demás sanciones. This is Spain.
Trampas y mensajes ocultos del programa de televisión La Sexta Noche