Adicción a la tecnología de los más peques

Después de la resaca de regalos con las navidades, llegan las tormentas que provocan los regalos entre padres e hijos.

Recientemente los titulares sobre cómo cada vez eran más los niños adictos al móvil empiezan a preocupar a nuestra sociedad, sin embargo, es una preocupación relativa pues justo ahora, como decíamos, después de estas fiestas en las que los más pequeños reciben una cantidad de regalos, en muchos casos, indecentes, la gran mayoría de estos son móviles, tablets u ordenadores.

Cada Navidad, el índice de regalos tecnológicos entre los menores sube más. En vísperas de Reyes, eran habituales, en casi cada telenoticias, un reportaje sobre los problemas de adicción que sufren, ya no los menores, sino los más pequeños, pues entendemos que menores son todos los que tienen menos de 18 años pero creemos que entre el de 17 y el niño de 6 hay una diferencia abismal y que un niño de 6 sea adicto a una Tablet es casi más preocupante que lo sea uno de 17.

Pero, como os decíamos, por más que se ha hablado durante estas fechas de la problemática que está trayendo esta oleada de dispositivos móviles a los más pequeños, el día de Reyes, en las calles, se veían muchas más cajas en los contenedores de Apple, Samsung, Bq que de Famosa, Playmobil o Lego.

La duda está donde siempre, en esa delgada línea que, a veces, pasamos sin querer y que, otras veces, no cruzamos por miedo.

La tecnología avanza en favor a la evolución y en nuestro país, muchas veces, todo aquello que entendemos como nuevo, es sinónimo de Satán, el peligro, el miedo nos inunda y nos hace despreciarlo antes de saber, incluso, de lo que estamos hablando.

Llegan esos comentarios de “Yo a su edad jugaba al fútbol en la calle con mis amigos y no necesitábamos llamarnos por teléfono para quedar a jugar”.

Está claro que las cosas cambian pero… ¿dónde viene el problema, en los niños, en la educación de los padres o en las empresas tecnológicas?.

Normalmente, las empresas de tecnología desarrollan productos para todo el público, hay tablets para niños, fabricadas para ellos, pero pocos niños acaban teniendo esas tablets porque los padres prefieren comprar una normal, para ellos, y dejarle esta al crío para jugar.

Es muy fácil criticar que los niños son adictos a los móviles y a la tecnología, pero más fácil es comprar un iPad que cuesta 500 euros, bajar un juego de granjita para tu peque y, cuando se pone pesado, encasquetarle el iPad para que no de la lata.

Por otra parte, también es verdad que da pena que se pierdan cosas tan bonitas como jugar en la calle o pasar la tarde modelando arcilla, pero hay que reconocer que las cosas cambian, que las calles ya no son tan seguras como hace 40 años.

Lo ideal es poder compartir con el niño un poco de todo, que para él sea tan importante pasar la tarde modelando arcilla con su padre o su madre, como tener un dispositivo como una Tablet o un móvil adaptado a él y que el padre o madre pueda supervisar.

Muchas veces los críos no se dan cuenta del peligro que puede tener subir una foto a redes sociales enseñando sus musculitos o lo bien que le queda la falda nueva, pero esto ellos no tienen por qué saberlo, nuestra obligación como padres es asegurarnos de que lo entiendan y, si son demasiados pequeños, comprarle un dispositivo que directamente no ofrezca ciertas funciones como Facebook o un chat.

Y, sobre todo, ser consecuentes con lo que decimos y no criticar el enganche que tienen los niños hoy en día con el móvil y luego para Reyes encargar a sus Majestades los Reyes Magos el último iPhone valorado en casi 1000€ para tu hijo de 14 años.

Todo en su justa medida es necesario y los niños son el futuro, no podemos privarles de criarse con la tecnología pues flaco favor le hacemos en un mundo cada vez más orientado a ella, pero tenemos que ocuparnos de saber educar a los niños en un mundo que a muchos se les queda grande.

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